Senado

Cimadevilla acusó al Angelici de presionar para salvar a los fiscales del caso AMIA

El ex funcionario ratificó en el Senado que Garavano le encomendó a un abogado cercanos al ex presidente Boca proteger a Mullen y Barbaccia en el juicio de encubrimiento, porque "eran amigos" de Macri.

El ex titular de la Unidad Especial de Investigación del Atentado a la AMIA Mario Cimadevilla denunció ante el Senado que el ex ministro de Justicia Germán Garavano lo presionó para proteger a los implicados en el juicio de encubrimiento del caso AMIA y vinculó al ex presidente del Boca Daniel "Tano" Angelici.

Fue durante una larga sesión por teleconferencia de la Comisión de Justicia coordinada por su presidente Oscar Parrilli, quien se definió como parte interesada y ocasionó duras críticas de Cambiemos. Al final, anticipó que propondrá crear una comisión para investigar el rol de los ex funcionarios de Mauricio Macri en la causa que enfrentó a Cimadevilla con Garavano. 

El ex senador dijo que enviaba "veedores" a las audiencias para sugerir acciones que protegían a los ex fiscales Eamon Muller y José Barbaccia, finalmente condenados por encubrimiento; y al ex policía Jorge "Fino" Palacios, absuelto, involucrado en aquella investigación sobre espionaje ilegal contra Macri cuando era jefe de Gobierno. 

"Los roces eran tantos que el ministro emite una resolución dónde vuelve a reafirmar que todas las actividades de la unidad deben ser tramitadas por el titular de la Unidad, pero en los hechos no se actuaba así. Nos decían que no había que interrogar", describió Cimadevilla. 

"Cuando preguntábamos porqué no teníamos que acusar nos decían que porque los ex fiscales eran amigos del presidente o del ministro", denunció Cimadevilla. Y dijo que uno de los apoderados era cercano a Angelici, "quien siempre cena con jueces y consejeros. Tal vez hablaba de Boca". 

Según su relato, el hostigamiento derivó en la renuncia de la abogada Marina Stilman, actual diputada de la Coalición Cívica y cercana a Elisa Carrió, que pidió un juicio político a Garavano y una investigación ante la Oficina Anticorrupción que nunca avanzó.

"Cuando preguntábamos porqué este interés en las absoluciones, las razones que se nos daban era que eran amigos del presidente o del ministro. No tenía interés el Gobierno anterior en investigar el atentado", denunció el ex funcionario. Le restó importancia al audio de whatsapp que le envió Gabriela Michetti, difundido por el sitio web de Horacio Verbitsky. "Me preguntó por uno de los acusados, pero fue un tema menor" y nadie volvió a preguntar por la ex vicepresidenta. 

Por su tensión con los veedores, un día antes de los alegatos Garavano nombró como apoderado de la querella a José Console, a quien involucró con el ex presidente de Boca. "El que interfirió fue el señor Angelici, porque el abogado Console era presidente del Tribunal de Disciplina de Boca Juniors. Fueron los que trataron de complacer la postura de Garavano de buscar la absolución".

De hecho, Cimadevilla recién abandonó la Unidad cuando los nuevos apoderados pidieron absolver a los acusados y sostuvo que l ex ministro "no tuvo coraje" para ordenarle en persona protegerlos y por eso envió a Console.

La senadora Silvia Sapag, del Frente de Todos, le pidió más detalles sobre el rol de Angelici, tantas veces acusados de operador judicial por Carrió.  "No puedo negar lo obvio y los operadores judiciales han existido y existen. No tengo un acto notarial, pero fui parte del Consejo de la Magistratura y los consejeros iban a comer asados con él. Tal vez hablaban de Boca", ironizó.

El rol de operador sin cartera figura en la denuncia presentada por legisladores kirchneristas sobre la supuesta mesa judicial que operaba durante el gobierno de Macri para armar causas contra la ex presidenta, integrada por ex funcionrios y el Tano. 

Los senadores de Cambiemos consideraron que la exposición de Cimadevilla era desatinada porque se trataba de casos juzgados en Tribunales y se retomaba el debate para despotricar contra Macri. "Como radical, creo en la división de poderes, y estos temas fueron definidos en la justicia. Están tomando el camino del revanchismo y no hay pandemia que los pare", protestó Luis Naidenoff, jefe de Cambiemos, en respuesta a contantes alusiones de su ex compañero de bloque a su partido de origen y a las diferencias con el PRO. 

"Es vergonzoso lo que hicieron con la justicia del país, con la inteligencia, con la causa AMIA. ¿Y ahora nos piden que miremos para el costado con lo que hicieron para este país? Han destruido la economía y la justicia. Atacaron a Cristina por instrucciones del presidente Macri. Nunca vi tanta hipocrecía", respondió en un larguísimo discurso José Mayans, jefe del Frente de Todos.

"Yo no soy revanchista. No quiero que el Gobierno le haga a ustedes ni el 10% de lo que nos hicieron a nosotros. Me siguieron a mi y a mi familia y lo dejo en el olvido. Voy a trabajar para que sea el pueblo el que con el voto decida. Lo que sí vamos a hacer es investigar lo que pasó", retrucó Parrilli. 

La ronda de opositores la había iniciado la tucumana Siliva Elías de Pérez recordó que la DAIA y la AMIA tampoco siguieron las querellas y el ex senador consideró que el Estado no debe entrometerse en el rol de las entidades sino en el propio como querellante. 

La macrista Guadalupe Tagliaferri aclaró que la justicia avaló el rol de los apoderados cuestionados. "Es que fueron nombrados por el ministro, yo no tenía esa potestad", la corrigió Cimadevilla y remarcó que su pelea fue por el rol político en la causa de encubrimiento. También reconoció que el fiscal Carlos Rívolo desestimó su denuncia penal a Garavano, en la que también pedía ser él investigado. 

Parrilli, un rato después, sostuvo que Rívolo era parte interesada porque había pedido la absolución de los fiscales condenados y que su rol será parte de la investigación en su prometida comisión.  

Cimadevilla confirmó que una vez que dejó el cargo sufrió un ataque a su domicilio, con dos personas que revisaron su computadora cuando no estaba y tras reducir a su empleada. Y tuvo un cruce con la jujeña Silvia Giacoppo sobre las diferencias entre radicales y macristas para buscar justicia. 

"Le conté mi situación al presidente de la UCR (Alfredo Cornejo) y a los jefes de los bloques del Senado (Naidenoff) y Diputados (Mario Negri), pero no me escucharon. Sólo me apoyó el presidente de la Convención, Jorge Sappia. Suficiente para que Esteban Bullrich se lo reproche y le solicite una opinión sobre el kirchnerismo del caso Amia. 

El ex jefe de la Unidad reiteró que en los 26 años que pasó de investigación ningún gobierno había colaborado con la causa. La definió como muy floja de papeles porque los fiscales que reemplazaron al fallecido Alberto Nisman le reconocieron que la mayoría de las pruebas habilitaban la indagatoria a los iraníes acusados pero no era tan fácil su condena.

Contó que le recomendaron tecnología para avanzar en la investigación pero Garavano no la consieró. Y que en 2017 el senador Mario País, peronista de Chubut, presentó un proyecto para regular el juicio en ausencia y considera la única vía de avanzar en la investigación.

"Alfonsín modificó el Código Militar para juzgar a las juntas de la dictadura. Para este caso hay que sancionar una ley de juicio en ausencia", sugirió. El proyecto nunca fue tratado, pero año pasado, uno similar fue dictaminado en Diputados. Jamás llegó al recinto.