Senado

Laspina se cruzó con Mayans por la deuda de Macri: "Yo tendré cara, pero no soy boludo"

El diputado del PRO se peleó con el senador peronista en el inicio de una investigación del Congreso sobre fuga de capitales. Pedirán informes a la UIF y al Central sobre los compradores de divisas y a Hacienda por los contratos con los bonistas.

La bicameral de seguimiento de la deuda empezó este martes la investigación sobre la fuga de 86 mil millones de dólares durante el gobierno de Mauricio Macri, según detalló un informe del Banco Central, y al igual que la semana pasada, la modalidad de teleconferencia no evitó que haya peleas a los gritos y hasta sonaron los golpes de mesa.

En esta oportunidad, el que perdió el control fue el diputado del PRO Luciano Laspina, quien tras hablar 35 minutos se molestó con el presidente de la comisión José Mayans porque quiso interrumpirlo por segunda vez y no lo toleró. 

"¡Usted no quiere escuchar las razones! ¡Quieren hacer política con esto! ¡Usted está siendo funcional, porque es el presidente del bloque oficialista y preside esta comisión! ¡Que debería ser de la oposición para controlar el descalabro que está haciendo el Gobierno con la deuda! ¡Esa es la verdad! ¡Esta es la verdad de la milanesa! ¡Basta de ser hipócritas!" se sacó. "Es un irrespetuoso. Le está quitando el tiempo a los demás", buscaba detenerlo Mayans, sin levantar la voz. 

El diputado kirchnerista Rodolfo Taihade aprovechó un segundo de silencio para intervenir. "Cómo te pones loco cuando investigan a tus amigos eh", ironizó, en alusión a los ex funcionarios que había mencionado como supuestos responsables de la fuga de divisas. "¡Qué amigos! ¡Qué amigos! "¡Si estoy peleado con todos!", se exaltó más Laspina. 

"Vienen a convulsionar la comisión, entendemos", quiso poner calma Mayans, pero no podía. "¡Usted me quiere llevar puesto! ¡Me quiere pechear! ¡Tendré cara, pero no soy boludo! ¡No me quiera llevar por delante!", seguía gritando y golpeando la mesa. "¿Qué es esto? Gritan, golpean la mesa. ¿Se puede poner orden presidente?", preguntó, desde Mendoza, la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti. Fue necesario que su par radical Luis Naidenoff, jefe de Cambiemos, cediera sus minutos y así la bicameral podía dar un cierre que parecía imposible.

Por votación, el oficialismo impuso su mayoría para solicitar una ampliación del informe al Banco Central para conocer quienes fueron los principales compradores de divisas, una consulta a la Unidad de Información Financiera (UIF) sobre si hubo un reporte de operaciones sospechosas de algunos de ellos; y otra al Ministerio de Hacienda, para conocer si hubo informes técnicos antes de salir a los mercados de crédito.

Fue una propuesta de los senadores María de los Ángeles Sacnun y Oscar Parrilli, que materializaron en un pedido de informes que hizo propio la bicameral. Los legisladores de Cambiemos pidieron ampliar la investigación desde 2011 a mayo de este año, pero el oficialismo no lo aceptó. Menos aún quiso cederle la presidencia, reclamada por tratarse de una comisión de control.

Parrilli explicó que la investigación no apuntará a quienes compraron pequeñas cantidades para ahorrar sino a "los responsables de las fenomenales fugas". Dijo que estaba por definir si estudiarían las operaciones desde 150 mil dólares o más. 

"Queremos saber si hubo connivencia entre funcionarios. Si hubo fondos de inversión que tenían información valiosa, compraron dólares barato y fugaron". Prometió cruces de datos con la AFIP y auditorías a los Bancos que colocaron los bonos.

Taihade fue más lejos y leyó la lista de ex funcionarios que ocuparon cargos en Hacienda y el Banco Central durante el gobierno de Macri, recordó que la mayoría vivió en New York, trabajaron en algunas de esas entidades financieras mencionadas y pudieron ocupar los dos lados del mostrador. 

La bicameral pedirá ampliar al Banco Central el informe que determinó que se fueron 86 mil millones de dólares del país durante el gobierno de Macri y entraron 100 mil por deuda. Y datos a la AFIP y la UIF sobre los principales compradores. Cambiemos pidió ampliar la investigación al último Gobierno de Cristina Kirchner, pero no lo aceptaron.

Como anticipó LPO, la investigación formó parte del ataque del kirchnerismo a Macri, que se completa con la investigación del juicio por encubrimiento a la AMIA, otra por el acuerdo con la empresa del ex presidente por la estatización del Correo y otra sobre espionaje ilegal.

El informe del Banco Central detalla cómo entre 2015 y 2018 ingresaron al país 100 mil millones de dólares por "deuda pública, privada e inversiones especulativas", y ese tiempo se crearon 86 mil millones en la misma moneda en activos externos de residentes locales.

Fue así como sin liquidez, destaca la reseña, Macri tuvo que pedir un préstamo al Fondo Monetario Internacional de 44.500 millones de dólares para detener una corrida bancaria, cuya devolución quedó a cargo de Alberto Fernández. Como considera imposible afrontar los próximos vencimientos, negocia con bonistas y el directorio del organismo una refinanciación.

"En 2001 la deuda de Argentina era de 168 mil millones de dólares. En 2016 era de 222 mil, según informó Alfonso Prat Gay cuando visitó el Congreso. Era del 40% del PBI. La llevaron a 322 mil, el 90% del PIB, no teniendo en cuenta la compra a Anses y al Banco Central de 150 mil millones de dólares. Se les agotó el crédito y fueron a pedir al FMI uno político, porque no calificábamos. Dejaron la economía en ruinas", remató la reunión Mayans.

El Senado prepara un ataque a Macri por la deuda, el caso AMIA y el Correo 

El debate había empezado en calma. El senador misionero Maurice Closs solicitó conocer con más detalles quienes compraron 15 mil millones de dólares hace dos años, cuando cotizaba a 20; y lo pudieron sacar del país ante las primeras devaluaciones. "Ganaron 40% de interés y el Estado no le hizo pagar ni una prima de riesgo".

Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto de Diputados, pidió concentrarse en el 1% de las empresas, unas 852, que se hicieron de 40 mil millones de dólares. Este fin de semana había circulado una lista de 100 compañías, las más importantes del país.

Aclaró que el informe no incluye las compras para transferencias al exterior, comerciales, remesas o utilidades. "Es la obtención de activos de billetes. Si no estás pagando utilidades ni deudas. ¿Cómo generaron esa compra?", preguntó, preparándose para su prometido impuesto para gravar la riqueza. 

Cambiemos contratacó con el diputado Ricardo Buryaile (UCR) y los senadores Martín Lousteau (UCR) y Ernesto Martínez, quienes pidieron extender la investigación desde 2011 hasta agosto de 2020, para conocer cuántos dólares se fueron en cada momento.

"Las políticas económicas se juzgan en las urnas, sin inventar cuestiones delictivas", protestó Martínez y  recordó que en abril se fueron del sistema 1000 millones de dólares.

Buryaile criticó los canjes de 2005 y 2010, Lousteau a la historia del déficit fiscal y Laspina, embalado, quiso hablar de todo junto y no lo podían callar.  Enumeró varias operaciones del kirchnerismo que, a su entender, significaban fuga de capitales si también lo era la salida de fondos citada en el informe del Central.

Puso en la balanza la renegociación de la deuda en 2005 atada a la inflación "que generó tanta ganancia que hubo que intervenir el Indec", el cupón PBI, la estatización de YPF y la caída de su cotización, el acuerdo de Axel Kicillof para pagarle al Club de París y "los 17 mil millones de dólares" que se vendieron de dólar futuro en 2015, los papeles que comerciaba el Banco Central y ganaron fortunas con la devaluación. 

"¡Con esa venta y los 8000 millones de dólares que se compraron ese año yo puedo decir que Cristina Kirchner y Mauricio Macri fugaron dinero!", gritaba golpeando la mesa. "Pero Laspina, el dólar futuro es en pesos", intentó corregirlo el diputado Itaí Hagman. "¡Qué tiene que ver!", empezó a exaltarse el santafesino y siguió media hora más. Sólo pudo hablar el senador rionegrino Alberto Weretinleck. Se había consumido el tiempo.