Economía

La nueva economista en jefe del Banco Mundial apoya a Guzmán

El organismo eligió a Carmen Reinhart como vicepresidenta y economista en jefe. Como candidata, ella firmó la carta de Stiglitz en apoyo a la propuesta de Guzmán a los bonistas.

El Banco Mundial informó este miércoles que su nueva vicepresidenta y economista en jefe pasará a ser Carmen Reinhart, una de las expertas que le advirtió a Macri que estaba generando una crisis de deuda y que apoyó luego la propuesta de reestructuración de la deuda estadounidense.

"Carmen trae consigo su experiencia en flujos internacionales de capital, finanzas y macroeconomías y habilidades en crisis financieras", destacó el comunicado con su nombramiento. Su mandato comenzará el próximo 15 de junio. 

La economista de origen cubano formada en los Estados Unidos, doctorada en la Universidad de Columbia y profesora de la Universidad de Maryland y la Universidad de Harvard, trabajó muchos años como investigadora el Bureau nacional de investigaciones económicas y también para el FMI. Producto de sus investigaciones sobre las crisis de deuda, en el año 2013 recomendó que en lugar de profundizar el endeudamiento y la austeridad, España saliera de su crisis con una condonación de deuda, control de capitales y cierta inflación que pusiera fin a la deflación. Cinco años después estos trabajos le valieron el Premio Rey Juan Carlos I de Economía.

Durante el gobierno de Macri, viajó al menos en tres oportunidades a la Argentina para advertirles a Dujovne y Sturzenegger que el ciclo de endeudamiento terminaba en una explosión de la burbuja financiera. Lo hizo en línea con las advertencias de Carlos Calvo de que las Lebacs terminaban en un "sudden stop" y que el endeudamiento de corto plazo a tasas descoordinadas del resto del mundo iban a desembocar en una crisis de deuda.

En este sentido, Reinhart fue una de las figuras más salientes que firmaron la carta de Stiglitz y Phelps en apoyo a la propuesta de reestructuración que Martín Guzmán les presentó a los acreedores y que fue fuertemente rechazada. De hecho, a fines de abril, opinó que en materia de sostenibilidad de la deuda, Guzmán incluso podría haberse quedado corto con la baja de la tasa de interés de su primera propuesta.