Coronavirus

López Obrador cede a la presión de Trump y reabre las fábricas para abastecer a las industrias de EE.UU.

El lobby de los industriales y Pompeo para no perder la cadena de suministros y el de la industria armamentística forzaron la reapertura de las maquilas. El nuevo NAFTA a todo vapor.

El nuevo Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) se puso a prueba en la circunstancia menos pensada. El presidente Trump apeló a todo su poder para forzar a López Obrador a reabrir las fábricas de los insumos sin los cuales entra en crisis la producción estadounidense.

Primero el lobby vino de parte de la industria mexicana, que advirtió al gobierno que podrían perder la posición estratégica para el suministro de insumos industriales con el primer comprador del mundo. A mediados de abril, la Asociación Nacional de Manufactureros (NAM, por sus siglas en inglés), envió una carta a López Obrador pidiéndole seguir la guía "CISA" de Estados Unidos para homologar los sectores exceptuados de la cuarentena, pues el decreto emitido por la Secretaría de Salud de México del 31 de marzo ponía en riesgo infraestructura crítica de la región.

Luego, a fines de abril, la presión se intensificó por el lado de los industriales de Estados Unidos que, mediante senadores republicanos y demócratas, le pidieron al canciller Mike Pompeo "coordinarse con el gobierno mexicano para aclarar la definición de México de industrias esenciales". 

El secretario de Estado, Mike Pompeo, y el Pentágono presionaron a México para que abra factorías proveedoras de insumos de la industria de Defensa. El embajador Landau pidió a la administración de López Obrador que no se afecte la operación de empresas claves como Lockheed Martin, Honeywell, y General Dynamics.

Los senadores  encabezado por la demócrata de California Dianne Feinstein y el republicano texano John Cornyn, no anduvieron con vueltas y pidieron a Pompeo "presionar a sus contrapartes mexicanas a incorporar industrias que proveen componentes al sector de alimentos, médico, transporte, infraestructura, aeroespacial, automotriz, y de la defensa".

A este pedido, se sumó el Pentágono -por la escasez de insumos para la industria de Defensa- y el embajador de EE.UU. en México, Christopher Landau, quien hizo hincapié en que no se afectase la operación de empresas clave como Lockheed Martin, Honeywell, y General Dynamics.

"México en este momento es algo problemático para nosotros", afirmó el pasado jueves Ellen Lord, subsecretaria de Defensa para Adquisiciones y Apoyo. Enfatizó el caso de compañías proveedoras de armamento estadounidense, que afecta directamente la construcción de aviones.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, en una reunión con el presidente Trump y el gabinete de Seguridad en la Casa Blanca.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, mientras tanto desmentía ante la prensa las presiones de Estados Unidos. "México tiene su propia dinámica y está determinada por el consejo de salubridad, por decisiones del señor presidente y las propuestas del sector de salud. Eso va a guiar la acción de México", dijo en una conferencia el último día de abril.

Pero la presión fue más fuerte y el lunes de la semana pasada, López Obrador, anunció un plan de aperturas de las industrias ubicadas en aquellos distritos sin nuevos casos de coronavirus en las 4 semanas previas y linderos a zonas sin coronavirus en base a un sistema de semáforo de alerta sanitaria semanal. 

México tiene su propia dinámica y está determinada por el consejo de salubridad, por decisiones del señor presidente y las propuestas del sector de salud. Eso va a guiar la acción de México (para definir que fábricas pueden volver a la actividad).

 Son 324 municipios distribuidos en 14 estados de México que fueron bautizados "de la esperanza" por reunir ambas condiciones. La mayoría de ellos se ubican en el norte del país, en la zona de las maquilas que abastecen las industrias estadounidenses de la construcción, la minería y la automotriz. Estas tres quedaron habilitadas desde este lunes como parte de las industrias esenciales pero solo para poner en condiciones las instalaciones de acuerdo a los requerimientos sanitarios.  

Las aperturas seguirán protocolos sanitarios en línea con el documento que publicó la Secretaría de Economía. El encargado de controlar el cumplimiento de las empresas será Zoé Robledo, titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Recién a partir del 1° de junio, cuando comience la tercera etapa, se dará lugar a la reapertura nacional de las industrias en estos municipios a través del sistema de semáforo. A este esquema de funcionamiento de la economía, el gobierno lo tituló "La nueva normalidad".

En este sentido, las autoridades sanitarias señalan que la pandemia no está superada y conforme se vaya pasando del rojo al verde se irán habilitando nuevas industrias. Lo que es seguro es que con la habilitación bajo código rojo, las fábricas esenciales para los Estados Unidos permanecerán abiertas.

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