Juicios de Lesa Humanidad

Condenaron a cadena perpetua a los represores del Servicio de Informaciones que operaba en Rosario

Se trató del mayor centro clandestino de detención y tortura de la región. Por primera vez, se juzgó delitos sexuales como agravante. Es la única causa de lesa humanidad que continuó durante la pandemia.

El Tribunal Oral Federal de Rosario condenó a prisión perpetua a seis de los diez represores juzgados por delitos de lesa humanidad "en el marco de un genocidio" por secuestros, torturas y desapariciones durante la última dictadura cuando integraron el Servicio de Informaciones que funcionaba en la ex Jefatura de Policía de Rosario, ahora convertida en la sede de Gobierno provincial.

Este centro clandestino fue el más importante del sistema represivo de la región bajo el Segundo Cuerpo del Ejército con la colaboración de la policía provincial al mando del fallecido Agustín Feced a quien se le imputaron más de 300 delitos.

Es jueves, diez integrantes del grupo de tareas recibieron condenas ejemplares de parte del Tribuna Federal encabezado por la jueza Lilia Carnero quien contextualizó a la represión ilegal en el marco de un genocidio, una figura jurídica que se viene discutiendo en otras causas.

Además, los condenados José Rubén Lofiego y Mario Marcote tuvieron penas por delitos sexuales. Era la primera vez que en los Juicios por Memoria, Verdad y Justicia, se aborda la violación a la integridad sexual.

"Estos sucesos, además de configurar la categoría de delitos más severamente penados en el orden jurídico internacional, constituyeron una de las etapas más oscuras en la historia de nuestra República", introdujo la jueza.

"Absolutamente descalificables desde el plano moral, ético y humano, contrario a los principios e ideales que inspiran y fundan a toda sociedad civilizada, lamentablemente viciaron gran parte del funcionamiento de las instituciones de nuestra sociedad en aquel momento: Fuerzas de Seguridad, Iglesia, Poder Judicial, medios de comunicación, sindicatos, partidos políticos. Por lo cual, esta sentencia, también debe servir como reparación histórica para las víctimas enumeradas en el veredicto", argumentó la magistrada.

El Servicio de Informaciones fue un lugar emblemático para la represión estatal de la dictadura y en sus sótanos fueron torturados reconocidos dirigentes y militantes de la ciudad y la región. Por allí hicieron desfilar a ocho miembros de Comisión Directiva de la Biblioteca Vigil, la mayor experiencia de educación popular de América Latina.

Entre las víctimas estuvo también el actual ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, quien fue llevado a estas instalaciones cuando tenía apenas 18 años y militaba en las filas de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES).

Las máximas condenas a cadena perpetua fueron para, además de Lofiego y Marcote, Carlos Scortechini, Ramón Vergara, Ramón Alcides Ibarra y Ernesto Vallejo mientras que a Héctor Gianola y Eduardo Dugour recibieron 22 años de cárcel común. A Julio Fermoselle le correspondió 18 años y Lucio Nast 16 a quienes se los sindicó como responsables copartícipes de los delitos.

En el Concejo Municipal de Rosario, ediles siguieron la lectura de la sentencia desde el recinto. De hecho,  la concejala Jesica Pellegrini del bloque Ciudad Futura fue además, abogada querellante por los organismos de derechos humanos: "Fue una jornada histórica, no sólo por la magnitud de las penas y porque no hubo absoluciones, sino por haber obtenido justicia por cada una de las casi 200 víctimas que esperaron tantos años para que la historia se escriba con un correlato de verdad. Desde ese punto de vista, la sentencia tiene un altísimo contenido reparatorio", señaló.