Deuda externa

BlackRock le ofreció a Guzmán una quita de USD 47.000 millones y la rechazó por "insensata"

Consideró que la propuesta que el fondo le presentó en abril no tenía en cuenta las necesidades de alivio de largo plazo.

El Ministerio de Economía difundió este martes una serie de documentos que resumen la evolución de las negociaciones con los tres principales grupos de acreedores desde el comienzo de la gestión y aseguró que, de todos los fondos involucrados, solo el Grupo de BlackRock le elevó una contrapropuesta.

El planteo realizado el 11 de abril implicaba un alivio de USD 47.000 millones de dólares durante los próximos 8 años (de los cuales 40.000 son por este canje), con especial descompresión en los próximos cuatro años, porque entendía que por lo pronto el país no va a estar en condiciones de enfrentar vencimientos de capital. Además, daba por descontado que el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno acordarían una Extended Funds Facility y a los bonos bajo ley local se les daría el mismo tratamiento que a los de ley extranjera. (Ver al pie de la nota.)

Esta propuesta fue rechazada, explicaron en el Ministerio de Economía, porque desoyó el planteo de sostenibilidad de largo plazo que exige Guzmán y solo descomprimía la presión del servicio de la deuda en el corto plazo. Ayer el ministro les recordó a las acreedores que escucharía nuevas propuestas que pasaran primero "la prueba del sentido común".

Tras el rechazo de los fondos, Guzmán dice que está dispuesto a escuchar otra propuesta

"Esta contrapropuesta se basó en la suposición de que Argentina solo tiene restricciones de liquidez a corto plazo y propuso resolverlas por medio de i) un alivio parcial y decreciente del cupón en efectivo durante los primeros cuatro años antes de volver a los niveles contractuales; ii) una compensación del alivio del cupón con pagos en especie y iii) una ampliación de 4 años del plazo de vencimiento para los bonos cuyo vencimiento sea antes de 2028. Esta contrapropuesta era básicamente incompatible con el marco macroeconómico de las Autoridades y no reconocía la necesidad de un alivio de flujo de efectivo a largo plazo para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública de Argentina", señaló el comunicado oficial.

'Esta contrapropuesta era básicamente incompatible con el marco macroeconómico de las Autoridades y no reconocía la necesidad de un alivio de flujo de efectivo a largo plazo para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública de Argentina', señaló el comunicado oficial.

En cambio, la propuesta de Guzmán implica no pagar intereses durante los próximos tres años, no incluye compensación por el alivio durante este período, pasado ese lapso supone un esquema incremental hasta 2027 y terminar pagando entre 3 y 4 puntos porcentuales menos que los pactados originariamente, además de no pagar capital hasta 2030.

Valuada con los criterios del gobierno esta quita es de 41.500 millones de dólares, pero es de mucho más de acuerdo a los criterios de los fondos. El problema aquí es a qué tasa se descuenta un dólar del futuro a un dólar de hoy. Por lo que esta suma no es comparable con los 47.000 millones de dólares de alivio fiscal bajo los criterios de BlackRock.

El otro punto es sobre las proyecciones de mediano y largo plazo. Para los acreedores, Guzmán subestima la capacidad de pago de la Argentina porque asegura que el país va a crecer solo 1,7% desde 2023, cuando alcance el equilibrio fiscal, hasta 2030, prácticamente nada.

Para el Gobierno el país va a crecer menos del 2% anual por los próximos diez años

Para las negociaciones, el ministro Guzmán corrigió sus proyecciones económicas y consideró que con el impacto del coronavirus, la economía en 2020 caerá 6,5% (con un déficit primario de 3,1 puntos del PBI) y que en 2021 y 2022 rebotará 3 y 2,5% respectivamente y desde 2023 hasta 2030 la economía no superará el 1,7% anual.

De esta forma, el PBI real argentino al término del mandato de Alberto Fernández sería menor al que dejó Macri y durante el resto de la década, la Argentina solo podrá crecer un 0,6% anual en términos per cápita. En otras palabras, la economía no llegará a crecer el 2% anual en promedio en la próxima década.

Los acreedores no creen que, una vez resuelta la crisis de deuda, la economía argentina tenga un desempeño tan pobre. De hecho, ayer los Bonistas del Canje de 2005-2010 lo dejaron bien claro: "¿Esperan que creamos que Argentina va rumbo al PBI per cápita de Paraguay?", plantearon.

Los bonistas del canje de 2010 rechazan la propuesta de Guzmán: "Cristina prometió que se nos iba a pagar en tiempo y en forma"

Para los acreedores, el gobierno debería encarar reformas estructurales que promuevan la inversión y va a tomar medidas para que la economía crezca más. Y estos números son una "trampa" para subestimar la capacidad de pago del país y conseguir una quita mayor.

En cambio, economistas del gobierno explican que la estructura económica argentina no permite crecer, en promedio, más que ese número sin volver a tener problemas de déficit externo. Es que cuando la economía crece, las importaciones crecen proporcionalmente más y las exportaciones menos. Por lo tanto, rápidamente el superávit comercial se agota, los dólares comienzan a escasear y el país vuelve a necesitar endeudarse para seguir creciendo, lo que no es sostenible.

Con este tibio crecimiento, el superávit comercial se estabiliza entorno del 1,6% del PBI, suficiente como para hacer crecer las reservas internacionales a ritmo moderado hasta llegar a los 77.000 millones de dólares antes de empezar a enfrentar vencimientos de deuda.

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