Diputados

Monzó pidió a los diputados del PRO ayudar al Gobierno y chocó con el ala dura

"Es el momento de la unidad", dijo en un diálogo por teleconferencia. Pidió fortalecer a Larreta, Vidal, Ritondo y Lousteau. Pero no mencionó a Macri.

Emilio Monzó reapareció esta mañana en videoconferencia con los diputados del PRO y solicitó terminar con la grieta, ayudar al gobierno en su lucha , potenciar las figuras del partido y a Martín Lousteau, pero no mencionó a Mauricio Macri.

Su tono ameno alarmó al ala dura del bloque presidido por Cristian Ritondo, quien desde la semana pasada inició diálogos por Zoom con líderes del partido. Ya pasaron María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta y esta semana podría seguir el economista Carlos Melconian. 

"Es el momento de la unidad nacional, sin mezquindades de ningún tipo. Es el tiempo de acompañar y buscar una salida como país, de dar los debates que teníamos pendientes, es la oportunidad de la Argentina de superar la grieta", sostuvo Monzó y no tardaron en responderle.

"El Gobierno se enamoró de la cuarentena, pero no está viendo la herencia económica que dejará. Hay que plantear estas posturas", se diferenció el mendocino Omar De Machi, que supo tener muy buena relación con el ex presidente de la Cámara.

"Yo no sé si esta postura representa el 41% que votamos", aportó Pablo Torello, hermano de José, ex jefe de asesores de Macri. "Para un baile hacen falta dos", reflexionó desde su  computadora Álvaro González, vicepresidente de la Cámara.

"Es el momento de la unidad nacional, sin mezquindades de ningún tipo. Es el tiempo de acompañar y buscar una salida como país, de dar los debates que teníamos pendientes. Es la oportunidad de la Argentina de superar la grieta", sostuvo Monzó. 

"El Gobierno está resolviendo problemas duros. Lo que viene será muy grave y tenemos que estar todos juntos", insistió Monzó, que hasta noviembre representaba a una quincena de diputados del PRO que pedían participar e insinuaban una ruptura.

Los lidera Sebastián García de Luca, ex viceministro del Interior, quien hasta febrero pautaba una ruptura con Juntos por el Cambio si no le dejaban armar un bloque propio y ajeno al PRO, al que se sumaban, de mínima, Juan Aicega, Gabriel Frizza y Federico Frigerio. El reparto de las comisiones y los coletazos de la pandemia calmaron los ánimos. 

No estaba dispuesta a irse Silvia Lospennato, secretaria parlamentaria del bloque e histórica referente de Monzó, quien lo consultó sobre el rol de los gobernadores en esta etapa y sólo escuchó pedidos de colaboración, unidad interna y búsqueda de aliados.

"Nuestro espacio político tiene muchos dirigentes a la altura de los desafíos que vienen, como (Horacio) Rodríguez Larreta, (María Eugenia) Vidal, (Cristian) Ritondo y (Martín) Lousteau. Deberían liderar juntos a los dirigentes de los otros espacios políticos la salida de la crisis", propuso. El senador radical tomó por sorpresa a los diputados, porque la conferencia era con el PRO, que no lo tiene entre sus referentes.

"No tenemos que ser convocados a firmar un acuerdo económico y social sino a construirlo. El presidente puede hacer esa convocatoria, yo creo en la foto de Alberto Fernández con Larreta o Jorge Macri. Ese es el camino", propuso y hasta se animó a elogiar a Alberto.

"La estrategia del gobierno fue eficaz ahora viene la etapa más difícil diseñar una estrategia eficiente, la sintonía fina y en ese diseño como fuerza política tenemos que hacer nuestro aporte concreto", consideró y solicitó acompañar a los intendentes, porque "en la crisis son los que mejor pueden responder a las necesidades de la gente".

Ante una consulta de Pablo Tonelli, avaló las sesiones de modo remoto y elogió los pasos que dio Sergio Massa para alcanzarlas. No aparecieron los dos referentes del ala dura: Fernando Iglesias y Waldo Wolff, con cercanos a Patricia Bullrich, presidente del PRO por imposición de Macri. Iglesias, hace 15 días, se cruzó fuerte con De Luca por twitter por sus reclamos de colaboración con el Gobierno. 

Monzó dedicó media hora una introducción con mucho contexto internacional, con ejemplos del efecto de la pandemia en Madrid (donde quiso ser embajador) y New York que sorprendieron a muchos de sus ex dirigidos que no había recabado en ese perfil suyo.

"El mundo no está atravesando una crisis, sino un profundo proceso de cambio de desglobalización y fortalecimiento del rol de los propios Estados, las fronteras que se habían desvanecido se vuelven a levantar y se revalorizan las capacidades propias de producción. Post crisis vamos a volver a una nueva normalidad", explicó.

Sorprendido, el neuquino Francisco Sánchez le pidió una impresión sobre el rol de China en esta contienda, que la tiene como el país que originó el virus y el que colabora para extinguirlo. "Estuvo leyendo mucho. Sólo quería hablar del mundo", bromeaban a algunos.