Petróleo

La OPEP acepta la propuesta de Trump y recorta su producción en 10 millones de barriles al día

Las potencias petroleras habían amenazado con desistir del acuerdo si Estados Unidos no se sumaba al esfuerzo, pero finalmente terminaron cediendo.

En tiempo récord y sin entregar nada a cambio, Donald Trump logró que la OPEP acepte recortar su producción de crudo en 10 millones de barriles diarios, tal como se lo había pedido vía Twitter hace tan sólo una semana.

A pesar de que durante los últimos días las potencias petroleras amenazaron con que no aprobarían un acuerdo si Estados Unidos no se sumaba al esfuerzo del resto, finalmente cedieron ante las pretensiones de Washington.

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Se trata del ajuste acordado más grande de la historia y representa alrededor del 10% de la demanda mundial antes de la crisis del coronavirus. Según lo pautado, la nueva cuota de producción estará vigente para mayo y junio para después bajar a los 8 millones de barriles hasta fin de año. Ya en 2021, el recorte quedaría acotado en 6 millones de barriles hasta el mes de abril.

El debate que generó cierta polémica se centró sobre la base de producción que se tomaría para hacer el recorte de cada país. Se imponía una base de cálculo de octubre de 2019.

México era uno de esos países. Según la propuesta de los países de la OPEP y Rusia, México debía cortar 400 mil barriles diarios de su producción, tomando como base 1,700,000 barriles, que es básicamente el promedio de producción que tiene en los últimos tiempos.

México fue el país que más resistió los recortes por la delicada situación que atraviesa Pemex, que produce la mitad de lo que producía durante el sexenio de Vicente Fox.

Rocío Nahle, la secretaria de Energía de López Obrador, planteó que había que poner a México una base de producción de 1,900,000 barriles diarios, una postura que hasta el momento no se termina de comprender: porque ese monto de producción todavía no se ha alcanzado en México.

López Obrador junto a su secretaria de Energía, Rocío Nahle y el titular de Pemex, Octavio Romero.

Kazakhstan y Brunei, que tampoco estaban en principio de acuerdo con la base de producción que se les estaba imponiendo, finalmente aceptaron el acuerdo. Nahle, en cambio, dijo que debía consultar con López Obrador. Pasó más de una hora hasta que se volvió a sentar en la reunión digital.

Al parecer, volvió a expresar su inconformidad respecto a los recortes que se le querían imponer a México, y habría dejado otra vez la mesa de negociaciones. Luego la secretaria de Energía tuiteó que México aceptaba reducir pero solo 100 mil barriles diarios, tomando como base los 1,75 millones de producción, o sea que bajaría a 1,65 millones diarios en rigor es la cifra de producción actual.

El detalle no pasó desapercibido y no fueron pocos los países que consideraron obstruccionista la postura de México. De todas maneras, incluso esta muy moderada oferta, pone a López Obrador en una complicación severa: gran parte de su apuesta es recuperar los niveles de producción de Pemex -que con Vicente Fox llegó a tener un promedio de 3.2 millones de barriles diarios- para así abastecer a las refinerías y evitar la importación de gasolinas desde Estados Unidos.

Como sea, pese al acuerdo la cotización del Brent no registró ningún salto y permaneció constante en 32 dólares el barril, con una gran volatilidad en el medio por la incertidumbre de la reunión en Viena.

El secretario General de la OPEP, Mohamed Barkindo.

Sucede que el propio secretario general de la entidad, Mohamed Barkindo, comenzó la reunión afirmando que el excedente de crudo alcanzaba los 14,7 millones de barriles diarios. Es decir, que la OPEP reconoce que todavía falta reducir unos 4,7 millones de barriles para lograr cierto repunte de los precios.

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Ahí es donde entraría Estados Unidos y el resto de los países del G20, a los que la OPEP les solicita -lejos de las exigencias de principios de la semana- colaborar con un recorte de 5 millones de barriles adicionales. No casualmente los ministros de energía del G20 tienen previsto un encuentro para este viernes.

Sin embargo, muchos analistas se muestran escépticos a una suba sustancial de los precios dada la magnitud de la recesión que trae aparejado el coronavirus. De acuerdo a la Agencia de Energía de los Estados Unidos, la producción de crudo de dicho país bajaría en 470.000 barriles por día y la demanda se desplomaría en unos 1,3 millones en 2020.