Economía

Pesce resiste la emisión sin límites

El presidente del Central es el último dique frente a las presiones del Gobierno y las provincias para que suelte la emisión de billetes.

El coronavirus lo cambió todo. Hasta la postura del gobierno con los acreedores. Alberto Fernández ordenó a Martín Guzmán acelerar la oferta a los bonistas que muy lentamente el ministro de Economía estaba procesando en el excel de su computadora. Guzmán está cosechando enemigos en el gabinete por los recortes de partidas y la ausencia de un plan económico. No tenía un plan antes del coronavirus y menos ahora en medio de la crisis por la pandemia. Sergio Massa cada vez más duda de su idoneidad para la crisis. Lo mismo Axel Kicillof desde La Plata. ¿Podrá subsistir Martín Guzmán todos los embates? Mucha de su suerte irá de la mano del resultado de la oferta a los acreedores. Y aún teniendo éxito, tampoco es segura su permanencia en el gabinete. El coronavirus lo cambió todo.

El "decreto reperfilador" publicado el lunes en el Boletín Oficial castigó a los bonistas desamparados de la justicia internacional, es decir a los tenedores de papeles bajo legislación argentina. El que apuesta a la justicia argentina, pierde. Esos títulos, como el A020 y el AY24 estaban a tiro de decreto. Y Guzmán gatilló. Quedó en la nada su promesa de dar igual tratamiento a los acreedores. La moda reperfiladora aprovechando las "bondades" de la legislación argentina la instauró Mauricio Macri a fines de agosto del 2019, postergando pagos de Letes y Lecap. Tener papeles bajo legislación Nueva York, Londres o Tokio, es ser un acreedor VIP. Y la diferencia entre el precio de los papeles con legislación NY y los con legislación argentina reflejaba esa diferencia de clases.

La próxima víctima del virus reperfilador puede ser en mayo el Club de París. El último vencimiento de la saga argentina con este acreedor opera el mes próximo. Argentina fue el primer cliente de este agrupación de acreedores surgida en 1956. Axel Kicillof salió del default tras una rendición incondicional en 2014, prometiendo abonar capital, intereses y punitorios. Sólo le faltó incluir los gastos de almuerzo y cena de la reunión en la que el 28 de agosto de 2014 se selló el entendimiento. Macri hizo gran parte de los pagos aunque en el último año, cual vencimiento de tarjeta de crédito, sólo efectuó el "Pago Mínimo" dejando saldo de 2.100 millones de dólares para dentro de un mes. Herencia de la herencia. Paradojas de la economía argentina: Kicillof renegocia y su heredero ideológico, Martín Guzmán, puede defaultear.

En realidad, la decisión del pago o no a los países acreedores agrupados en el Club de París se tomará pocos días antes de su vencimiento. Guzmán infructuosamente buscó un acuerdo para reperfilar ese pago. Sus cuitas sólo fueron aprobadas por el Papa Francisco en la cumbre mantenida en el Vaticano días antes del estallido del coronavirus con la presencia de Kristalina Georgieva (FMI). El default o no con el Club de París dependerá del estado de las negociaciones con bonistas VIP.

La posición de los fondos

En los contactos ocurridos en los últimos días por videoconferencia con fondos de inversión norteamericanos, las diferencias se mantienen. Guzmán puso en la mesa de negociación una oferta de 40% de valor presente neto con una "exit yield" de 10% anual pero no prosperó. Los ejecutivos de los fondos norteamericanos están en una postura más firme. Saben que el tiempo juega en contra del gobierno. La impresión es que si esa oferta llega al 50-55% (valor presente neto de los nuevos bonos) hay acuerdo entre las partes. Un dato importante es que no habría quita de capital en el diseño de la propuesta argentina. Era una medida difícil de digerir por acreedores dado que siempre es más aceptable o "disfrazable" estirar plazos o bajar cupones de interés que reconocer la pérdida de 20% en el capital.

Hoy la discusión central y las diferencias pasan precisamente por el período de gracia en el cual la Argentina no pagará intereses ni capital de la deuda y también por la tasa de los nuevos cupones de intereses. La idea de reflotar en la oferta los cupones del PBI lanzada por Martín Guzmán la semana pasada a la prensa no tiene mucho atractivo para inversores. Basta ver lo sucedido con los cupones del PBI generados en la oferta de Roberto Lavagna en el 2005 por los que hay juicios en curso por esconder el IndeK datos del aumento del PBI.

La actividad económica en el ínterin se desploma a niveles inimaginados. Y con ello la recaudación de impuestos. El Consejo de la Magistratura, ante la escasez de fondos, debió girar en descubierto de su cuenta del Banco de la Ciudad para poder pagar los salarios de fin de marzo. La Corte Suprema tiene un fondo anticrisis, sumado a la obra social del Poder Judicial, por $28.000 millones. No están al alcance de las garras del hambriento Poder Ejecutivo pero puede originar retaceo de fondos. Esta es precisamente la puja que se viene.

Un dique de contención es Miguel Pesce, dado que es quién pone límites a la solicitud de pesos a ser generados por la emisión. El otro es Raúl Rigo, el secretario de Hacienda, pero quedó devaluado tras el desplome de la recaudación impositiva. Con poco para dar, perdió sex appeal. Los gobernadores quieren parte de la tajada de la emisión de pesos bajo la amenaza de emitir cuasimonedas. El gobernador Schiaretti ya emitió un título de deuda a provedores que puede circular y que sirve para pagar impuestos provinciales. Es un patacón en estado embrionario.

El problema que tienen las provincias es que la emisión monetaria, el impuesto inflacionario, no se coparticipa, es sólo del Tesoro Nacional. Las expectativas de emisión no tienen techo con una inflación en 2020 que bien puede ser superior al 54% del año pasado. Muy superior. Dependerá de cuánto resista el dique de contención de Pesce en el BCRA.

El ajuste en términos reales que se avecina sobre salarios y jubilaciones lamentablemente será duro de asimilar. ¿Qué aumento está en condiciones de otorgar el gobierno nacional a jubilados en junio en el actual contexto de recesión y alta inflación? La forma en la que se definieron cómo se pagaron haberes a jubilados en las últimas horas, y la aglomeración de público en sucursales de algunos bancos desató la ira presidencial y otras internas en el gabinete.

Otra de las internas viene desatada por los préstamos a PyMEs al 24% que no llegan a los montos deseados por el gobierno. Se pone presión sobre bancos pero el error está en el diseño. Los fondos a prestar en definitiva son de los ahorristas que tienen depósitos en bancos. Estaban represtados en parte en Leliq al BCRA y ahora se quieren volcar a PyMEs. Ante una fuerte recesión como la que se avecina, la probabilidad de mora es alta. Por ello la resistencia a prestar de bancos. Una alterntiva hubiera sido aplicar lo que propuso el PRO en un comunicado: que bancos presten por cuenta y orden del BCRA. Lo que estaría en juego así sería emisión del BCRA. Se debe elegir la menos mala de las medidas. Sobre eso gira todo hoy en la economía. Elegir lo menos malo. Pero muchas veces eligen lo peor.

Reapareció el ejecutivo de banca privada que se camufla tras el seudónimo del "oso". En su tradicional e imperdible informe sostiene lo siguiente:

1) Si bien la bolsa norteamericana hoy tuvo fuertes subas, lo importante será ver el cierre semanal; creo que de acá a unos meses volveremos a ver los mininos del 23 de marzo por la sencilla razón que las consecuencias y los daños colaterales de toda esta baja tan violenta no se arreglan en dos semanas.

2) Los números que tendremos sobre desempleo, caída del consumo, quiebras de empresas, reestructuración de deudas soberanas serán tremendos y las consecuencias sobre los estímulos monetarios fiscales que estamos viendo recién se verán reflejados en unos meses.

3) No hay que pensar que ya pasó lo peor y sentir una sensación de alivio por ver las bolsas subiendo porque todo el espectro crediticio ha sido afectado y empresas que antes emitían deuda para recomprar sus acciones y hacerlas subir de precio hoy están necesitando que el Estado les dé urgente fondos porque si no van a la quiebra.

4) En el caso de Argentina la película es distinta y nuevamente la falta de profesionalismo y conocimiento de las reglas del mercado provocarán un salida más costosa a la larga; el no pago de los bonos emitidos bajo ley argentina estaba en el manual a pesar de que el ministro hace poco dijo que iban a tener igual tratamiento; ya que tomaron la decisión de no pagar lo de legislación local con eso tendrían aire para seguir cumpliendo con los bonos ley Nueva York hasta fin de año, lo que les da suficiente plazo para poder terminar una reestructuración razonable en tanto y cuanto lo que ofrezcan sea aceptable.

5) Lamentablemente muchas provincias deberán seguir el mismo camino ya que todas se verán afectadas por la baja en la recaudación por un lado y por la inflación y seguramente por la suba del dólar oficial que deberán dejar correr para poder equiparar la caída que ha tenido el real en Brasil.

6) En síntesis, si las cosas venían mal lamentablemente se han puesto mucho peor y a diferencia de nuestros vecinos nosotros no tenemos de dónde sacar a menos que acudan al FMI y usen lo que dijeron que no iban a necesitar.