Demonización del efectivo y tope de clientes: las estrategias de España y México para evitar colas
La escena de abuelos apiñándose en la madrugada en las puertas de los bancos generó conmoción porque supuso un tiro en el pie de la cuarentena orquestado por el mismo gobierno. Pero también puso de relieve un retraso en la agenda de la bancarización y digitalización de los bancarizados en la Argentina.
Para Miguel Ángel Pesce, titular del Banco Central, se trató de una "situación inédita", pese a haber sido advertido una semana atrás en una nota de LPO.
Como sea, el titular del Central adelantó sanciones a las entidades que hoy no abrieron y de esta forma colaboraron a que la gente se amuche en otras sucursales. Pero son varios los motivos estructurales que provocaron el deborde de este viernes.
En Argentina se combinan la falta de bancarización de los informales y la falta de digitalización de los mayores y también de los comercios de proximidad, que aunque deben aceptar medios de pago, lo hacen con restricciones de montos mínimos por operación. Si bien el Central ha presentado varias iniciativas en los últimos años para aumentar la competencia con nuevos medios de pago, reducir los costos de transacción con tarjeta e incrementar en un 17% la cantidad de cajeros automáticos en relación a la población adulta, lo cierto es que la costumbre de retirar toda la jubilación por ventanilla o por el cajero automático -que los expertos señalan como una fuente de contagio mayor- se repite y no se atiende con políticas específicas para ese grupo etario.
En España, a fuerza de restricciones hace años que la atención por caja fue desapareciendo, incluso actualmente -y ya antes de la cuarentena- para el pago de facturas por ventanilla se establecieron días con franjas horarias reducidas para minimizar la atención al público. "A fuerza de maltrato al cliente, año tras año lo han expulsado de las sucursales porque la atención al público es cara. De hecho, para limitar los pagos de comisiones de clearing entre bancos, se penalizan las extracciones por cajero automático que sean menores a los doscientos euros, un monto con el que el normal de la gente se maneja un mes, el resto todo con tarjeta contactless o el teléfono móvil", explicaron a LPO.
A la alta bancarización y digitalización del cliente bancario, la crisis del coronavirus sumó la demonización del efectivo. Como los billetes son superficies rugosas que pueden retener virus y bacterias, en los supermercados los cajeros se niegan a tocar efectivo. "O pagas la compra con el móvil, o contactless. Ni siquiera van a tocar tu tarjeta de crédito. Si quieres pagar con crédito, tú te pasas la tarjeta por el pos, tú ingresas el código de seguridad y el riesgo de contagio lo corres tú, ellos no van a tocar ningún medio de pago", detallaron.
Un hombre entra en una sucursal bancaria del BBVA en Valladolid, que permanece abierto pese al confinamiento obligatorio.
Esta demonización del efectivo tampoco es novedad en los comercios donde se operan montos menores. Desde que se paga un monto fijo por el servicio de pago con tarjeta, hasta al momento de pagar un café de 1,65 euros prefieren que les paguen con débito. Es una molestia para los comercios tener que contar con cambio para el pago en efectivo, algo que el pago electrónico evita.
En cambio, en México, donde los bancos continúan abiertos y la bancarización también es más alta que en Argentina, las sucursales disponen de restricciones para el ingreso de los clientes: no más de 10 por vez, con distancia obligada de al menos un asiento entre clientes y la obligatoriedad de higienizarse las manos con alcohol en gel antes de entrar a la sucursal. De esta forma, los bancos procuran minimizar la cantidad de personas en su interior y también se evitan largas filas, en las que la distancia entre personas es obligatoria.
En este sentido es clave el hecho de que no haya incentivos para la utilización de efectivo por sobre los medios electrónicos de pago en los comercios de proximidad. La aceptación generalizada de los medios de pago alternativos reduce la dependencia del efectivo, incluso en aquellas sociedades en las que su demonización no es parte esencial de la cuarentena.
Por lo pronto, el Banco Central resolvió que este sábado se les pague por ventanilla a los jubilados y pensionados los beneficios pendientes del mes de marzo cuyos DNIs terminen 0 y 1, que el domingo sea los que tienen documento terminado el 2 y 3, y así sucesivamente hasta el martes, cuando se juntarán las terminaciones 6,7, 8 y 9. Los beneficios del mes de abril se pagarán con el mismo esquema a partir del lunes y el miércoles 8 se pagarán las que correspondan a la terminación 0 y también las jubilaciones y pensiones no contributivas menores a $17.859.
"A partir del lunes 13 de abril, se continúa con el cronograma anunciado por Anses", dijo el Banco Central en un comunicado.
"Por otra parte, se informa que a partir de ahora el Ingreso Federal de Emergencia (IFE) solo se cobra en cajeros automáticos", agregó.