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 Bukele, Bolsonaro y las respuestas contrapuestas

Ante la crisis del coronavirus, dos presidentes de América Latina han mostrado respuestas contrapuestas a la crisis: Bukele en El Salvador y Bolsonaro en Brasil, han actuado de maneras muy diferentes de cara a la pandemia.

La actitud de Nayib Bukele frente al coronavirus contrasta fuertemente con la de otros presidentes de la región como Jair Bolsonaro o Sebastián Piñera. El presidente de El Salvador ha ido un paso más allá y además de decretar una cuarentena obligatoria, decidió llevar adelante una serie de medidas que tienen como objetivo mitigar la crisis económica y la situación social causada por el cierre total del país. Con sólo tres casos, uno de los cuales ingresó por un cruce fronterizo ilegal.

Junto a su gabinete, flanqueado por una gran imagen de Monseñor Romero, el obispo salvadoreño asesinado por la dictadura militar, Bukele hizo los anuncios que sorprendieron a propios y extraños. Consciente de que la cuarentena tendrá consecuencias catastróficas para la economía del país, el mandatario pidió a los empresarios estar dispuestos a ganar un "20% menos". A su vez, suspendió el cobro de alquileres, de servicios esenciales como electricidad, agua y gas, o impuestos, por lo menos por tres meses.

A contramano del manejo del salvadoreño, fue el de presidentes como Bolsonaro. El brasileño anunció mediante sus redes sociales que publicaría un decreto que permitiría a las empresas no pagarles el sueldo a sus empleados durante cuatro meses, para luego dar marcha atrás debido a presiones tanto de la oposición como del Congreso y del Poder Judicial.

Al mismo tiempo, viene minimizando los costes epidemiológicos de la crisis, asegurando que es una "gripecita", y acusando a los medios de generar una "psicosis" para socavar la economía de su gobierno. Esto seguramente tendrá no sólo grandes consecuencias para Brasil sino también para toda la región. Ya que los países del Mercosur no pueden sostener por tanto tiempo sus fronteras herméticamente cerradas entre sí.

Entre medio de rumores de pérdidas de apoyo por parte de los sectores militares, Bolsonaro decidió mantenerse en su postura y enfrentar la situación de una manera muy particular. La economía brasileña, que ya venía en una mala situación, se verá gravemente afectada por la crisis. Por ello, el presidente también criticó a los gobiernos de la región que han cerrado los comercios y sus fronteras.

Esto, a su vez, ha puesto en crisis nuevamente la integración regional. Lejos de una respuesta uniforme, las medidas han sido tan opuestas como contradictorias. Quizás, uno de los efectos colaterales de la crisis sanitaria internacional más grande de los últimos cien años sea que, inclusive los dirigentes liberales como Nayib Bukele re descubran el Estado de Bienestar. Por ahora, todo indica que si las medidas tomadas por el mandatario salvadoreño tienen los resultados esperados, el presidente más joven de la historia de El Salvador quedará posicionado como uno de los líderes más importantes de la región.

Bukele comenzó como un "presidente millenial", cuyo máximo activo era su juventud y su manera de manejarse en las redes sociales, de forma directa con sus seguidores. Las respuestas que han dado a la crisis Bukele y Bolsonaro no podrían ser más contrapuestas. Con estas medidas, el centroamericano está demostrando un pragmatismo que puede convertirlo en una nueva clase de líder paternalista. Tal vez, dadas las circunstancias, sea lo mejor que le pueda pasar no sólo a El Salvador sino también para toda la región.