Gas

El Gobierno aprovechó el efecto coronavirus para comprar el gas licuado más barato de la historia

Gracias a la menor demanda china, se aseguró la importación de once buques de GNL para el invierno a un promedio de tres dólares el millón de BTU.

El gobierno aprovechó uno de los pocos efectos positivos del coronavirus y se aseguró las importaciones invernales de gas natural licuado (GNL) al precio más bajo de la historia.

Según informó la estatal Ieasa -ex Enarsa- este miércoles se licitó la adquisición de once buques a un precio promedio de tres dólares el millón de BTU, es decir, menos de la mitad de los valores conseguidos el año anterior y casi una tercera parte de lo pagado en 2018.

"Considerando que la licitación estaba prevista para ser llevada a cabo los primeros días de marzo, las nuevas autoridades decidieron postergar la misma en razón de la desaceleración de la economía de la República Popular China y la baja internacional del precio del petróleo", se jactaron desde la empresa.

"Eso obligó al gigante asiático a rechazar cargamentos de GNL, lo que produjo en el mercado una sobreoferta del mismo. Consecuentemente, el resultado de la postergación por 10 días condujo a obtener el precio más barato de la historia", agregaron.

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Los barcos comenzarán a arribar en el mes de mayo para abastecer el consumo invernal hasta agosto, cuando llegará el último de los envíos.

De todos modos, es probable que se realice una segunda licitación, dado los inéditos precios obtenidos y la compleja situación hidrocarburífera local, donde se espera una caída en la producción de gas para este año.

La contracara de esta noticia es un reconocimiento de que el autoabastecimiento está muy lejos de ser una realidad y que estos precios tornan prácticamente inviable la exportación de GNL a gran escala.

Cuando la administración Macri propuso la idea de construir una planta de licuefacción en Bahía Blanca, los precios internacionales promediaban entre 7 y 10 dólares el millón de BTU, un nivel en el que Vaca Muerta se mostraba competitiva.

En cambio, para poder equiparar los valores actuales sería necesario un precio por debajo de un dólar, un escenario utópico a estas alturas. Sucede que el precio de venta se encarecería por lo menos unos dos dólares entre el costo de regasificación -en el que se reduce el volumen del gas natural en 600 veces y se transporta como líquido a presión atmosférica y a 162 grados bajo cero- y el transporte entre Neuquén y el puerto de Bahía Blanca