Keynesianismo

Advierten que Argentina no tiene margen para aplicar un keynesianismo que contenga los efectos del coronavirus

Mientras que Brasil ya redujo 25% sus proyecciones de crecimiento, no hay consenso en Argentina sobre cuánto se profundizará la recesión.

Los países centrales ya adelantan medidas para repuntar los costos que impone el coronavirus al mundo. En todas ellas se busca la coordinación de políticas fiscales y monetarias para que, una vez terminadas las cuarentenas que imponga el nuevo virus, la economía global vuelva a poner primera. La Reserva Federal de los Estados Unidos, por ejemplo, anoche anunció un recorte de las tasas de interés de referencia al 0% -0,25% para inyectar 7.000 millones de dólares, mientras que el secretario de Hacienda, Steve Mnuchin anunció un plan de alivio para las pymes. 

Angela Merkel, por su parte, prefirió centrarse en contener el número de puestos de trabajo durante la parálisis que imponga el virus y prometió que los impulsos fiscales llegarán el año que vine.

"No es coherente salir con medidas que busquen estimular la economía por el lado fiscal mientras se implementan medidas para paralizarla desde lo sanitario. En todo caso, las respuestas de la economía y de las ciencias sociales vendrán después de que se conozca más respecto de lo que estamos enfrentando del lado de las ciencias médicas", dijo a LPO el economista y director de Elypsis, Martín Kalos.

En líneas generales, los países centrales apuntan a una combinación de inyección de recursos y postergación de tributos para evitar que la caída se amplifique más de lo estrictamente necesario. Es decir un neokeynesianismo reactivador para después.

Sin embargo, Argentina no tiene los recursos para encarar un plan expansivo. Para hacer keynesianismo es necesario crear stocks de recursos en los momentos altos del ciclo para aplicarlos a paliar los momentos más bajos.

"Creo que acá tenemos muy poco margen desde el lado monetario y fiscal, fundamentalmente como consecuencia de haber demorado el lanzamiento de la operación de reestructuracion de la deuda. El shock global nos encontró con un riesgo país por encima de 2.000 puntos y una demanda de dinero muy baja, lo que limita cualquier medida expansiva por el lado monetario (como baja en las tasas o emisión para asegurar la liquidez del sistema) y fiscal (dada la imposibilidad de financiar un mayor déficit con deuda y los límites de hacerlo con emisión monetaria).De esta manera, al no haber recuperado el acceso a los mercados ni haber fortalecido la demanda de dinero, el país tiene poco margen para hacer lo que la teoría y la práctica indican en este momento, que es ayudar al sector privado a transitar el shock para intentar que los efectos sean temporarios y no permanentes", dijo a LPO Martín Vauthier, economista y director de Eco Go.

El problema de recrudecer la recesión con una cuarentena que paralice parcialmente la actividad no lo van a sufrir todos por igual. Sectores como la hotelería -que mueve más de $150.000 millones al mes- vería sus actividades totalmente paralizadas, al igual que las aerolíneas, los ómnibus de mediana y larga distancia, el sector de entretenimiento y la recreación, serían los más golpeados si las medidas de restricción al movimiento de personas se extienden en el tiempo. También los sectores cuentapropistas como taxis y remises y el 40,9% de los trabajadores, que trabajan en negro y dependen más bien de changas.

"Por el momento, considero que hay que intentar maximizar la eficiencia en el uso de los recursos. Por ejemplo reasignando partidas para asegurar la disponibilidad de recursos en salud para atender la emergencia y el cumplimiento de las medidas de contención y postergando el cobro de impuestos. No hay margen para impulso fiscal y de hecho intentar sostener la demanda probablemente tenga poco impacto si en simultaneo las medidas de restricción de movimientos son efectivas". 

Por lo pronto, en Argentina todavía no hay estimaciones de cuánto golpeará a la actividad. En Brasil, en cambio las proyecciones se redujeron del 2,23% al 1,68%. 

"Es difícil estimar porque depende de como evolucione la situación, que es muy dinámica. En el mundo hace dos semanas se recortaron las proyecciones de crecimiento de 2,6% a 1,6% y ahora nuevamente a 1,2%. Por como viene evolucionando, me parece que lo van a seguir recortando. En Argentina todavía falta para ver los impactos y cuál es la efectividad de las medidas que se están tomando. Lo que sí queda claro es que va a ser un impacto significativo en un momento donde el nivel de riesgo país y la debilidad de la demanda de dinero brindan poco margen de reacción desde el lado de la economía".