España

La Bolsa española sufre la mayor caída de su historia y culpan a las ventas en corto

La baja superó el 14% y promedió el 12% en Europa. Analizan prohibir el "shorteo" para amortiguar la crisis.

La bolsa española tuvo una pérdida del 14% y anotó su mayor caída diaria de todos los tiempos. En el mercado culpan a las ventas en corto y piden la urgente intervención del gobierno para prohibir estas operaciones como ya ha sucedido en otras oportunidades con bajas mucho menores.

Se trata de una operación donde los 'hedge funds' apuestan a la caída del mercado, tomando posiciones en valores en los que han 'olido sangre', con Telefónica, Iberdrola, Santander, Amadeus o BBVA entre los citados. Si los 'buitres' han aparecido, serán muchos los que seguirán la estela, convirtiendo los descensos en el filo de un cuchillo que cae a plomo.

Así, los precios ya están en niveles que rozan lo ridículo. Si el Ibex estaba en 6.407 puntos cerca del cierre, el peor valor del día, Ence, con un 20% a la baja, apenas superaba los 500 millones de euros, un dato indigno para un índice selectivo.

En tanto, París, Milán o Londres sufrían caídas del orden del 10%. En EE UU, el Dow Jones y el SP 500 superaban el 5%. 

Banco Sabadell se dejaba un 15% y apenas supera los 2.000 millones de euros. Telefónica y BBVA valen ahora mismo poco más de 20.000 millones de euros. La operadora perdía la cota de los 4 euros, ¿alguien recuerda que en 2000 superó la de los 31, muy por encima de los 100.000 millones de euros de valor bursátil?

Resulta tarea casi imposible intentar poner en orden los motivos de estos descensos, de la misma manera que sólo son cábalas los cálculos sobre efectos económicos de esta crisis, que paraliza la operativa de las empresas, anula los planes de ocios de la sociedad, colapsa la sanidad.

Sobre lo primero, aparte del temor al coronavirus, está la falta de liderazgo en Europa, donde no hay acuerdo a la hora de tomar medidas económicas y sanitarias. En EE UU, Donald Trump anunció la suspensión de viajes entre el Atlántico, pero tampoco convenció en absoluto a los mercados.

El BCE ha decidido mantener los tipos de interés en la zona del euro y ha optado por comprar más deuda y garantizar la liquidez de las empresas.