Los mercados mundiales vuelven a caer y el riesgo país marca un nuevo pico de casi 3.000 puntos
El respiro de los mercados internacionales duró solamente un día. Este miércoles, las principales plazas bursátiles abrieron nuevamente a la baja, en un contexto de altísima volatilidad por la incertidumbre respecto a la magnitud del impacto económico del coronavirus.
En Wall Street, el Dow Jones cae un 5%, el Nasdaq un 4,07% y el S&P500 un 4,86%. En tanto, la bolsa de Tokio se contrae un 2,27%. En cuanto al mercado europeo, alternan pequeñas altas y bajas con la particularidad que fue el único continente que no registró subas durante el martes.
En la región, el Bovespa brasilero tiene un fuerte desplome del 9,87% y continúa la fuga de capitales del país vecino que desde agosto del 2019 acumula unos 37.000 millones de dólares según datos de la Fundación Getulio Vargas.
El rebote de los mercados llega a la Argentina y el Merval subió 8%
Ya en Argentina, los bonos en dólares sufren un golpe importante que lleva al riesgo país a un nuevo pico histórico -desde la salida del canje de deuda del 2005- de 2.972 puntos básicos.
Por su parte, el Merval pierde un 4,7% y los ADRs de las firmas locales que cotizan en Nueva York marcan un rojo de hasta el 11% con Despegar, Supervielle, Cresud e YPF encabezándo la nómina.
El descenso de la petrolera de bandera se relaciona en gran parte con el regreso del sendero bajista de los precios futuros del petróleo a nivel internacional, que con una caída del 4% se vende a 35,7 dólares el barril.
Como explicó LPO, este valor despertó alarmas en la industria hidrocarburífera local. Las empresas aseguran que los actuales precios tornan inviables a la mayoría de sus proyectos de inversión -especialmente en Vaca Muerta- y las provincias productoras están en alerta absoluta por el impacto en sus regalías, que representan en torno a un tercio de su recaudación.
Es por eso que este mediodía está pautada una reunión entre los distritos petroleros y el secretario de Energía Sergio Lanziani, donde pedirán fijar un precio sostén de 50 dólares el barril para blindar la actividad de las turbulencias internacionales.