El gobierno de México ahora investiga la conexión del Santander con la corrupción en Pemex
a constructora española OHL no pudo seguir haciendo negocios en México tras el sexenio de Felipe Calderón sin la participación activa del ahora detenido expresidente de Pemex, Emilio Lozoya. "Repsol y OHL, compañías favoritas de Calderón y Peña Nieto", así lo declaró el presidente López Obrador en una de su conferencias de prensa mañaneras.
En efecto, de acuerdo con fuentes de la Secretaría de Hacienda consultadas por LPO, los vínculos del exdirector de Pemex con Grupo OHL forman parte de sus negocios con otra empresa española: Infoglobal de Javier López Madrid. Un polémico empresario español, también investigado e incluso acusado por casos de corrupción en su país, como la tristemente célebre Caja Madrid.
"Han localizado una transferencia de 1,1 millones de dólares realizada en 2011 desde una cuenta en Suiza ligada a Lozoya a favor de Infoglobal, una empresa del yerno del máximo accionista de OHL", dio a conocer Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad en 2019.
Pero en esta fructífera relación faltaba un nombre: Ana Botín. Según la misma fuente, no fue otro sino Santander el banco que depositó en México fondos por cerca de 18 millones de euros a López Madrid procedentes de cuentas ligadas a Lozoya Austin, el cual fue consejero de la compañía hasta 2012, cuando el PRI de Enrique Peña Nieto regresó al poder.
El ex presidente de Pemex, Emilio Lozoya Austin, detenido en España.
Siguiendo el rastro del dinero, Santander y Villar Mir (yerno de López Madrid y presidente de la constructora OHL, en la que el propio López Madrid era consejero) tenían una gran alianza, que comprendía entre otras cosas la financiación y venta del inmuebles para la Operación Canalejas (proyecto urbanístico estrella en el centro de esa comunidad), la financiación de las operaciones de OHL en Brasil, la compra de participación en Santander de Villar Mir y un asiento en el consejo.
En 2014, Santander ejecutó la deuda de Infoglobal, año en que la compañía se declaró en quiebra. El socio de Lozoya encontró así un fondo dispuesto a financiarle la recompra de su empresa, ya que él había entregado sus acciones y marchado previa firma de pliego de descargas. Eran tiempos en los que López Madrid estaba blindado y era inabordable.
Se encontró con la sorpresa de una subasta cerrada. No le dejaron participar. Sólo hubo un grupo de solicitantes: los propios accionistas, que recuperaron la compañía, aunque la empresa causó disolución definitiva en 2017, en medio de más escándalos. En el caso de Lozoya, por su relación con Odebrecht y los presuntos sobornos a la campaña presidencial del PRI en 2012.