Senado

Fracasó el lobby Provida y Graham juró como Defensora del niño

Había ganado un concurso, los celestes la repudiaban porque apoya el aborto, pero hasta algunos senadores que rechazan esa ley avalaron su pliego. Cristina le tomó juramento.

El Senado aprobó el pliego de Marisa Graham como Defensora de Niñas, Niños y Adolescentes, un cargo creado hace 14 años y que nunca había podido cubrirse por falta de consenso políticos.

Se lograron el año pasado, luego que las integrantes de la bicameral de todas los paritdos eligieran a Graham después que ganara un concurso público con 70 participantes. Pero segundos después de su presentación, las asociaciones Provida promovieron su rechazo por haber rastreado una opinión favorable al aborto y casi lo consiguen. 

El año pasado Emilio Monzó tuvo que hacer una votación a mano alzada para que el pliego no se empantanara en un poroteo de final abierto y en el Senado no se votó porque los senadores Provida no habilitaron el tema. Alberto Fernández y Cristina Kirchner lograron que se aprobara antes de la apertura de sesiones ordinarias y Graham juró este viernes en el recinto, tras ser avalada por 47 votos a favor y 21 en contra.

Alberto pidió nombrar a la defensora del niño y abrió la pelea entre verdes y celestes

El respaldo no representó un punteo provisorio sobre la ley del aborto, porque muchos que están públicamente en contra aprobaron el pliego y hasta pidieron diferenciar los debates. Fue el caso de la misionera Magdalena Solari Quintana, quien reconoció que "la mayoría de la gente está en contra del aborto, pero esto no tiene nada que ver. Los invito a que trascendamos el prejuicio".

Guillermo Snopek, Silvia García Larraburu, José Uñac, Maurice Closs, Cristina Valverde, Inés Blas y Carlos Menem fueron otros oficialistas que en 2018 rechazaron el aborto y este viernes apoyaron a Graham, pese a que en aquel año le dio su aval. 

La rechazaron el jefe de la bancada José Mayans y Dalmacio Mera, que se mantuvieron fieles a los Provida, como la mayoría de los opositores que esboza el pañuelo celeste. Basualdo fue el único anti aborto en avalarla y el radical Costa fue por el camino inverso y acompañó a su coterránea María Belén Tapia, ferviente ProVida. 

Volvió a alzar la bandera celeste la radical tucumana Silvia Elías de Pérez, referente de aquella madrugada del 8 de agosto en la que se cayó la ley de la interrupción del embarazo legal. Esta vez fracasó en todos sus intentos. Le pidió a Cristina Kirchner no tratar el pliego porque, entendía, el dictamen estaba caído al haberse renovado un tercio del recinto.

"No es así. La bicameral que eligió la defensora no es una comisión permanente y ninguna resolución adquiere ese carácter. Nos regimos por la ley 13.640, de sanción normal de leyes", medió la pamepana Norma Durango, presidenta de la banca de la mujer y promotora de Graham. Cristina definió la controversia a mano alzada, señal de que controlaría la votación. 

Elías de Pérez y el radical Mario Fiad defendieron los argumentos ProVida, que realizaron una tibia manifestación en las afueras del Congreso con banderitas celestes, pero podrían seguir la batalla en Tribunales. 

 "La Convención de los derechos del niño señala que hay que defender a todos ser humano menor a 18 años de edad. Y en su declaración interpretativa de Argentina el niño existe desde su concepción", defendió el jujeño. Cuestionó la definición de "suicidio heroico" que tuvo la defensora al recordar la muerte de Salvador Allende. 

"Nada tiene de malo que alguien haya tenido militancia pero espero que la defensora que se aprestan a convalidar tenga una actitud totalmente independiente de una u otra facción política", agregó la tucumana. 

Durango fue la encargada de defender a Graham. "Esta era una deuda social que hoy estamos empezando a saldar. Los niños no pueden seguir esperando más por la garantía de sus derechos y su defensa ante las instituciones. Este es un proceso histórico, inédito, transparente y ejemplar más allá de los partidismos, con un único y claro objetivo: terminar con esta espera y que las niñas y niños cuentan con una figura que resguarde el cabal cumplimiento de sus derechos", celebró.

"Nadie se hace cargo, son muy pocos son los que miran los problemas que tienen los niños y las niñas en la Argentina. Queremos que haya funcionarios públicos que se ocupen, después los juzgaremos si lo hacen efectivamente o no", planteó la tucumana Beatriz Mirkin.

El cierre oficialista lo hizo Jorge Taiana, porque Mayans prefirió no hablar, como tampoco abrió la boca el radical Luis Naidenoff, que votó a favor. Evitaron cruzar posiciones al interior de su bloque. Ya tendrán tiempo, cuando se trate el aborto.