Embajadores

Cambiemos le reprochó al embajador de Alberto en la OEA que no reconozca a Guadió

Raimundi expuso en el Senado con los otros candidatos a embajadores. Rechazaron el pliego de Urribarri porque irá a juicio oral. Iribarne anticipó un conflicto por una pastera en Uruguay. Sicoli se mostró optimista con Brasil y la oposición lo elogió.

Los candidatos a embajadores expusieron este martes en una audiencia pública en un plenario de la Comisión de Acuerdos, donde la mayoría oficialista garantizó los dictámenes de sus pliegos y el jueves los confirmará en el recinto.

Pero las exposiciones no estuvieron exentas de polémicas, sobre todo la de Carlos Raimundi, propuesto por Alberto Fernández como representante ante la Organización de Estados Americanos (OEA), el organismo que se puso al frente del repudio regional al venezolano Nicolás Maduro y lanzó la acusación de fraude que derivó en el golpe de Estado de Bolivia.

Pero Venezuela fue el tema y Luis Naidenoff, jefe del interbloque Juntos por el Cambio, interrogó a Raimundi sobre la posición que llevará a la OEA, donde en septiembre con el voto del entonces embajador argentino se autorizó el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que habilita la intervención armada en países en conflicto.

"No negamos en absoluto una situación crítica en Venezuela, pero sí hay que plantear la multicausalidad de esta situación, que no responde únicamente a falencias en el actual gobierno, sino a un contexto mucho más amplio que tiene que ver con la defensa de los recursos naturales y sus riquezas. La solución no va a venir de la mano de la intervención externa", sostuvo el futuro embajador. 

Anabel Fernández Sagasti con Daniel Scioli. 

Con mucho cuidado por sus palabras, agregó que "los países hermanos tenemos que favorecer todos los canales de diálogo entre las partes y preservar a la región como zona de paz".

Naidenoff le preguntó qué hará cuando la asamblea nacional de Venezuela que proclamó presidente a Juan Guadió hace 15 meses proponga un representante en la OEA. "Argentina no está entre los países que reconocen a Guaidó como presidente. 

El presidente lo tiene que designar legítimamente el pueblo" respondió Raimundi y anticipó que seguirá con el mismo interés que crisis de Venezuela, los enfrentamientos en Chile y las migraciones en los países del Caribe. 

Mario País, un senador del frente de Todos muy minucioso encada debate jurídico, salió a protegerlo cuando Naidenoff le preguntó su posición sobre la salida de Venezuela de la Convención Americana sobre Derechos Humanos en 2013. "Estados Unidos tampoco forma parte de la Corte y no acató sus fallos, como el de (el argentino condenado a muerte Víctor) Saldaño", lo corrigió.

El formoseño y la radical Pamela Verasay firmaron el pliego de Raimundi "en disidencia" y lo cuestionarán cuando se debata en el recinto. El único que rechazaron fue el de Sergio Urribarri, propuesto como embajador en Israel e impugnado por Cambiemos de Entre Ríos, debido a una causa por supuesto desvío de fondos publicitarios que lo obligará a someterse a un juicio oral en abril.

Urribarri envió una nota aclaratoria de su situación, los senadores opositores pidieron que la justicia entrerriana enviara material y como no llegó exigían demorar el pliego. "¿Qué va a hacer en abril cuando tenga que ir a un juicio oral? ¿Va a ejercer de embajador?", interrogó el macrista entrerriano Alfredo De Angeli.

Carlos "Chacho" Álvarez. 

"Alfredo, ya que sos senador, andá a tu despacho y vas a encontrar la respuesta que les envié por escrito a todos", contestó Urribarri, que había realizado una larga exposición sobre la relación bilateral con Israel, país que tiene una importante comunidad en su provincia. "Respetemos el principio de inocencia. Les recuerdo que hubo un presidente que asumió procesado", respondió el jefe del oficialismo José Mayans, en clara alusión a Macri. 

El ex gobernador de Entre Ríos recordó que desde hace 10 años en las escuelas de esa provincia se conmemora el aniversario del final del holocausto y enfatizó en la necesidad de un intercambio tecnológico con el país con la mayor inversión de riesgo del mundo, en su mayoría startup.

La sesión fue presidida por Anabel Fernández Sagasti y Jorge Taiana, los presidentes de las comisiones, y se inició con la exposición de Alberto Iribarne, el elegido de Alberto para la embajada de Uruguay, quien sorprendió con dos conflictos bilaterales que podrían tener con el gobierno de Luis Lacalle Pou.

El primero es por una pastera que la finlandesa UPM (exBotnia) construirá sobre el río negro de Uruguay y podría contaminar la costa argentina del río Uruguay.  Botnia es la misma compañía que en 2005 instaló otra pastera en Fray Bentos, frente a la costa de Gualeguaychú, motivo de protestas de los vecinos y de un conflicto bilateral entre Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez. El jefe de Gabinete argentino en aquel tiempo era Alberto Fernández.

Otro otro foco de conflicto es por la soberanía de las Islas Malvinas, porque Iribarne identificó un "lobby" de acercamiento de su Gobierno ocupante que incluye una ruta aérea y una presencia en exposiciones rurales uruguayas.

La cuestión Malvinas fue citada por Alfredo Atansof, futuro representante en Bulgaria, destino habitualmente ocupado por diplomáticos de carrera, que sólo dejan 25 oficinas disponibles a los embajadores políticos.

Alberto Iribarne con Anabel Fernández Sagasti. 

Recordó que el gobierno búlgaro fue de los últimos en sumarse a la economía de mercado en los 90 y la Unión Europea en este siglo. Su economía es preferentemente agrícola y "podemos abastecerlo con tecnología".

Se sorprendió por la cantidad de libros de autores locales traducidos en ese país y destacó que sus presidentes siempre reconocieron la soberanía argentina en Malvinas. "Y esas posiciones se profundizarán con la salida del Reino Unido de la Unión Euorpea".

Atansof fue elogiado por la oposición pero no tanto como Daniel Scioli, quien ya ejerce como embajador en Brasil, "una tarea fácil", bromeó, en alusión a los desencuentros entre los presidentes, sin fecha para la primera reunión bilateral.

Scioli estuvo con Bolsonaro el miércoles de la semana pasada en Brasilia y volvió confiado en "descomprimir" la situación y "encauzar el vínculo", sobre toro por la necesidad de los industriales brasileños y el empresariado local, que exporta el 45% de sus productos a esa tierra.

Carlos Tomada.

Contó que en sus charlas con el empresariado brasileño ratificó un acuerdo automotriz por los próximos 10 años, oportunidades en energía, defensa, tecnología (por ventas de Invap) y turismo. "Brasil está creciendo y es una buena noticia", celebró y fue felicitado por senadores opositores como los radicales Julio Cobos, Martín Lousteau, Oscar Castillo, la riojana Clarita Vega y recién al final por el kirchnerista Martín Doñate.

Jorge Argüello contó rápido su reunión con Donald Trump, a quien frecuentará como embajador en Estados Unidos. "Me fui con una sensación epidérmica de que es buena la predisposición que encuentro para escuchar cuál es la posición de Argentina y una solución a nuestros problemas". Recordó que a fin de año habrá elecciones en el norte y deberá estar atento a la "repercusión bilateral".

Volvió al Senado Carlos "Chacho" Álvarez, que lo presidió hace dos décadas y renunció después de denunciar sobornos. A los 71 años será embajador en Perú, donde aseguró que hay muchas posibilidades de negocios e intercambio desatendidas por el empresariado local.

Sergio Urribarri. 

El santafesino Roberto Mirabella le recordó que ese país suspendió la exportación de biodiesel y Chacho prometió dar pelea. "Mi experiencia es que estos conflictos se resuelven con política".

El lavagnista Rodolfo Gil pidió un vuelo directo a Portugal y el chaqueño Domingo Peppo destacó el crecimiento del vecino Paraguay y las bondades de la hidrovía que la conecta con Argentina. Fernando "Pino" Solanas irá a París para representar al país en la Unesco, recordó sus películas para explicar los alcances del cambio de época. "Antes pensábamos en la pantalla grande, ahora los chicos ven películas en los celulares. Y pueden saltearse instituciones con esos aparatos". 

Cuando ya iban cuatro horas de audiencia el economista Marcelo Kestelboim ensayó un larguísimo discurso sobre su rol como embajador del Mercosur y Aladi. Fue menos optimista que Scioli con Brasil, por los acuerdos bilaterales que firmó con potencias y el tratado Mercosur - Unión Europea, del que fue muy crítico. "Es alarmante que todavía no haya un informe de impacto en las empresas. Muchas no quieren invertir", denunció. Cobos le recordó el trabajo parlamentario que hubo antes de la firma de ese acuerdo pero no pudo precisar si se plasmó en papeles.

La audiencia la cerró Carlos Tomada, futuro representante en México, donde confió en sostener la relación bilateral amistosa que tiene el presidente con su par Andrés Manuel López Obrador, pero admitió que no será fácil elevar los muy bajos niveles de intercambio comercial. "Piden liberar el comercio automotriz y nosotros el de alimentos, porque ellos no se abastecen", remarcó. Claro que su vendedor de alimentos es Estados Unidos, con quien difícilmente quieran romper relaciones.