Mercados

Internas en el equipo económico

Crece la tensión entre Cleri y Bastourre, a quien apuntan por el fracaso del canje de la semana pasada.

 Yanis Varoufakis fue ministro de Grecia en 2015 en el gobierno de Alexis Tsipras. Obtuvo su doctorado en la Universidad de Essex. Fue un crítico de las medidas de austeridad y amenazaba con el "Grexit", el abandono de la Unión Europea, con tal de poner fin a las medidas de ajuste. Especulaba con que las autoridades europeas iban a ceder ante el temor de que, tras Grecia, la crisis se contagie a Portugal y otros países y así la Eurozona estalle. Ese temor nunca se concretó y Varoufakis duró apenas cinco meses y medio en su cargo. Ahora es miembro del Palamento helénico y la semana pasado entregó un pendrive con grabaciones secretas efectuadas en 2015 con los audios de sus negociaciones con las autoridades europeas. Le devolvieron los archivos. 

La semana pasada, Grecia fue noticia en los mercados internacionales porque por primera vez desde la crisis, su deuda a 10 años paga una tasa menor al 1% anual. Milagro. Aquel que apostó a los bonos griegos ganó 30% en 2019. La deuda es del 180% de su PBI y puede bajar con el correr de los años en la medida en que Grecia vaya creciendo. En 2019, su PBI trepó casi 2%. Su deuda está a dos escalones de ser incluida por las agencias de riesgo como "investment grade". La austeridad rinde. ¿Es Martín Guzmán el Varoufakis argentino? 

En el mercado creen que las diferencias entre Pesce y Guzmán complicaron la colocación de deuda 

En abril de 2015, en la cumbre anual del Foro del Nuevo Pensamiento Económico realizado en París, el entonces ministro griego expuso sobre la situación de su país y fue presentado por Joseph Stiglitz. "Pocos ministros tienen el talento para la economía que tiene Yanis Varoufakis", dijo el Premio Nobel, inspirador del ministro argentino. Al momento de ser designado por Alberto Fernández, Stiglitz escribió un artículo para Project Syndicate en el que explicaba por qué pensaba que Guzmán es la persona correcta para ser el ministro de Economía de la Argentina. Estaba titulado: "La joven y brillante esperanza de Argentina". Al Nobel lo deslumbran fácilmente. ¿Durará Guzmán más que Varoufakis en el sillón del Palacio de Hacienda?

La última semana fue de las más duras para Guzmán desde que asumió: no pagó el AF20 y al día siguiente, en una licitación de LEBAD, sólo logró financiamiento de las entidades oficiales. El nuevo crédito en pesos quedó limitado a aquellos cautivos, como inversores institucionales regulados por algún ente oficial. Los que ya tienen papeles en pesos, al vencimiento no les quedará otra alternativa que aceptar un canje o ser reperfilados compulsivamente al estilo "AF20".

Bastourre fue el epicentro de las embestidas de propios y ajenos por su manejo de la refinanciación del AF20. Logró un récord para el Guinness financiero al fracasar en dos ofertas al mercado en menos de una semana.

El BCRA tiene $200.000 millones para girar por sus "ganancias". Es la única canilla abierta. Dentro del propio equipo económico ya surgen diferencias. El secretario de Finanzas, Diego Bastourre, fue el epicentro de las embestidas de propios y ajenos por su manejo de la refinanciación del AF20. Logró un récord para el Guinness financiero de fracasar en dos ofertas al mercado en menos de una semana. Lisandro Cleri es el encargado de "Unidad Especial de Sustentabilidad de la Deuda Externa". En el enrevesado organigrama del Palacio de Hacienda, Bastourre se ocupa del refinanciamiento en el área de "pesos" y Cleri de "dólares". 

Los errores con el AF20 salpican a los papeles en moneda extranjera. Cleri no ocultó su malestar en reuniones internas y con inversores por los efectos que traerá el reperfilamiento compulsivo de la deuda en pesos. Hay fondos que tienen deuda en pesos reperfilado pero también deuda en dólares y seguramente rechazarán oferta en ambas monedas. En el BCRA también observan con recelo a Bastourre. 

Tras los dichos del alumno de Stiglitz en la Cámara de Diputados, en los fondos de inversión norteamericanos creció la sensación de que la oferta argentina será al estilo de "es esto o nada". Hay altas probabilidades que sea "nada" y por ello el riesgo país volvió a ubicarse arriba de los 2000 puntos.

Tras los dichos de Guzmán en la Cámara de Diputados, en los fondos de inversión norteamericanos creció la sensación de que la oferta argentina será al estilo de "es esto o nada". Hay altas probabilidades que sea "nada" y por ello el riesgo país volvió a ubicarse arriba de los 2000 puntos. 

Comienzan a formarse los clubes de acreedores. Bajo la bandera de la sustentabilidad, Guzmán quiere aplicar una mayor quita sobre la deuda pero detrás de esa bandera no se observa ningún esfuerzo fiscal importante en las finanzas públicas. Las promesas de Guzmán de superávit primario son de largo plazo, el 2023, y poco creíbles. Aduce el ministro que "la política pone límites a las medidas de ajuste" y que "la austeridad fiscal agrava la recesión". Pero anunció fin de la ley de movilidad en las jubilaciones, fin a cláusulas gatillo en negociaciones con estatales y docentes, y aumentos de impuestos. Aún así el rojo primario no cede. 

La designación de los bancos que asesorarán a Guzmán en la oferta a bonistas debería ser esta semana si se pretende cumplir con el cronograma oficial que promete al 31 de marzo tener cerrado el capítulo de la renegociación de la deuda. En teoría, estamos ingresando en los 10 días en los que comienza Cleri con el "intercambio de visiones con los tenedores de los bonos". 

Rotschild es uno de los bancos que integrarán el grupo de entidades dado que un ejecutivo cautivó a funcionarios. También estarán Lazard, Credit Suisse y eventualmente el Citi. Existe un atraso en ese calendario oficial en el nombramiento del "Agente de Información", una curiosa creación de Guzmán para escudriñar quiénes son los tenedores de los papeles argentinos en el exterior. 

En contactos con funcionarios, Alberto Fernández resaltó la importancia de que exista un acuerdo sobre la deuda rápido para poder reactivar la economía. Está al tanto el presidente de lo que se juega en las próximas seis semanas. La duda es si tiene Alberto Fernández una voz adicional en materia económica que le advierta o chequee las medidas que adopta el ministro de Economía. Igual pareciera tarde ya. Como la oferta, hasta el 31 de marzo es "Guzmán o nada".