España

En el PP cuestionan el "seguidismo" de Pablo Casado a la ultraderecha de Vox

Dirigentes del partido reconocen en privado que la dirección de Pablo Casado está desorientada y no sabe cómo hacer oposición a Sánchez sin ir detrás de la extrema derecha.

El equipo de Pablo Casado no termina de agarrarle la mano a su papel de oposición en esta nueva legislatura. Fuentes cercanas a la dirección del Partido Popular han reconocido a LPO que se sienten atrapados entre la estrategia polarizadora del gobierno de Pedro Sánchez y la oposición radical de Vox.

A juicio de estos portavoces, el gobierno del PSOE y Podemos y la extrema derecha se retroalimentan y el PP sufre mucho en medio de ese sándwich. Un ejemplo de esto ha sido, según ellos, la polémica del pin parental impulsado por los de Abascal que el ejecutivo de Sánchez aprovechó al máximo para zarandear a los populares.

Dirigentes más críticos con la línea de Casado reconocen que el escenario es muy complicado, pero creen que la dirección de Génova ha cometido graves errores que les han puesto todavía mas en el disparadero. Por ejemplo, aceptar primero las exigencias de Vox en Murcia y después, poner a Casado en primera línea asumiendo el pin parental que a la vez rechazaban los gobiernos del PP y de Ciudadanos en Madrid y Andalucía. 

Estos dirigentes del ala más moderada creen que ir detrás de Vox una y otra vez es una estrategia suicida porque por un lado está perjudicando al PP según las últimas encuestas y, por otro, le permite al gobierno cambiar de agenda y rebajar polémicas tan duras como la del nombramiento de Dolores Delgado. Estas fuentes advierten que o el PP le hace frente a Vox con un discurso más centrado y constructivo o será imposible competir con la extrema derecha por el discurso radical.

El líder de Vox, Santiago Abascal.

"Mientras Vox siga así de fuerte no volveremos a ganar unas elecciones en España" se lamentan estos dirigentes, cercanos al expresidente Rajoy. El PP tiene por delante ahora otra decisión muy compleja: negociar o no la renovación de los nombramientos en las instituciones como el Consejo General del Poder Judicial. La actual composición les favorece, pero mantener el bloqueo de este órgano puede ahondar en la imagen de oposición irresponsable. 

La preocupación entre los barones del partido va en aumento porque además este año tienen que hacer frente a varias elecciones muy difíciles. En Galicia, se juegan su última mayoría absoluta con un Feijoo alejado de las posiciones de Casado pero que teme que el desgaste en Madrid le acabe afectando. Perder su feudo en la Xunta sería un golpe muy duro política y anímicamente para el PP. Mucho peor se presentan las cosas en unas posibles elecciones en Cataluña y en Euskadi en donde Casado querría relevar a Alfonso Alonso, pero no se atreve a hacerlo.