Banco Central

 En los últimos dos meses el Banco Central emitió cuatro veces más que en los diez meses previos

En todo 2019 se emitieron $390.000 millones. Desde que se puso el cepo el 27 de octubre, se emitieron $310.000 millones. La base monetaria creció 27,6% en todo el año y no evitó que la inflación llegara al 54% anual.

La política monetaria tuvo para todos los gustos en 2019: del crecimiento cero de la base monetaria, a la zona de no intervención, zona de referencia, cepo light, cepo hard al regreso de la asistencia al Tesoro y la emisión al 10% mensual. Como resultado de esta política, el año cierra con un aumento de la base monetaria del 27,6%, y 21% solo en los últimos dos meses.

Desde el primero de enero y hasta el 25 de octubre, la base monetaria había crecido 78.000 millones de dólares, es decir 5,6%. Sin embargo, la inflación se acercó más a la tasa de interés que a la desaceleración pretendida. En los primeros diez meses del año, los precios subieron 42,2%.

Desde que el 27 de octubre se puso el cepo hard hasta el 26 de diciembre, creció otros $310.000 millones o 20,9%. Es decir que solo dos meses se cuadruplicó el ritmo de emisión. Y la inflación terminará, décimas más, décimas menos en 54% anual.

La emisión en estos meses fue por un lado para cubrir a las necesidades financieras del Tesoro, algo que Sandleris originariamente dijo que no haría y luego de las elecciones accedió a hacer por unos $190.000 millones y también para comprar los dólares con los que se vienen reforzando las reservas internacionales desde las elecciones. Desde el 27 de octubre a la fecha, las reservas subieron 1300 millones de dólares, cuando en los tres meses previos (desde las PASO) se perdieron prácticamente 22.800 millones de dólares.

"Cuando hay cepo, la política monetaria funciona distinto. Sandleris desarmó pasivos no remunerados y empezó a comprar dólares del superávit comercial porque con el cepo ya había corrido a la mayor parte de la demanda privada. En su gestión la emisión iba en buena medida a encajes -lo que explicó el grueso del desarme de Leliqs- y sobre el final de su gestión empezaron con más fuerza los adelantos transitorios porque en noviembre y diciembre es cuando más corre el déficit primario", explicó a LPO Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma.

Tras la asunción de Miguel Pesce, el giro de adelantos al Tesoro se profundizó por otros $100.000 millones para cubrir el déficit y la gestión hizo hincapié ya no en controlar la base monetaria vía tasas de interés para contener los precios, sino en bajar las tasas de interés.

Respecto del impacto en los precios, Caamaño aclaró que: "Ahora hay una cuestión estacional que impacta en la demanda de pesos, hacia fines de enero ese pico de demanda se desarme y ahí es donde es necesario reabsorber esa emisión para que no golpee en los precios y en las brechas cambiarias. Por ahora no tiene efecto en los precios, no solo porque la emisión actúa con cierto rezago, sino porque este pico estacional en la demanda de pesos está convalidando la mayor emisión, pero esto dura un ratito".

"La duda es qué sucederá si no se absorbe esta emisión, tanto con los tipos de cambio paralelos como con la inflación. Las dos tasas de baja de Pesce fueron justo antes de una emisión del Tesoro, lo que nos muestra que la preocupación del Central no está en absorber la base monetaria sino en bajar la tasa de interés y que la inflación buscarán controlarla coordinando expectativas pisando las tarifas y el dólar oficial. Aunque en los últimos días algo se contrajo la base, ese parece ser el esquema de política monetaria de 2020", agregó el economista.