Cancillería

Faurie se defendió por nombrar embajadores antes de irse: "No eran destinos prioritarios"

En una carta que le envió a Alberto, el ex canciller de Macri dijo que la OEA y los consulados de New York, Milán y Madrid no son relevantes para su Gobierno. Sola quiere anular las designaciones.

Jorge Faurie le envió una carta a Alberto Fernández para justificar sus polémicas designaciones en los últimos meses de su gestión, que el nuevo canciller Felipe Solá quiere anular.

La misiva, a la que accedió LPO, tiene fecha el 8 de diciembre, dos días antes de abandonar el cargo, y el diplomático se toma el atrevimiento de considerar irrelevantes las propias jefaturas que cubrió hace menos de un mes.

Las más relevantes son las embajadas de Países Bajos y Austria-OIEA, la representación en la Organización de Estados Americanos (OEA) y en la FAO (el organismo sobre alimentos de la ONU); y los consulados de New York, Milán, Madrid, Toronto y Hong Kong.

Solá quiere anular los embajadores que nombró Faurie antes de dejar la Cancillería

"Los funcionarios que asumen estos traslados cuentan con amplia experiencia diplomática al frente de las distintas áreas temáticas de nuestro Ministerio y en el exterior, siendo que ninguno de los destinos en cuestión puede describirse como de especial prioridad para las líneas de acción de nuestro Gobierno", evaluó Faurie.

Y luego eligió una defensa para algunos nombramientos e ignoró otros, como la de la OEA, la primera en criticar Solá, porque es donde los países del continente como Estados Unidos sientan postura sobre los conflictos regionales como el de Venezuela o los más recientes de Chile, Ecuador y Bolivia, en el que este organismo fue clave para la salida de Evo Morales.

Faurie no quiso justificar al nuevo embajador en la OEA ni a los cónsules en New York, Milán y Madrid, donde ya vive el hijo del fallecido radical Eduardo Angeloz. 

Una semana antes de los comicios presidenciales, Faurie designó a Guillermo Rimondi, un funcionario de carrera con pasado radical y de suma confianza con el secretario de Asuntos Estratégico Fulvio Pompeo, el referente que tuvo Macri en la cancillería.

Relevó a Paula Bertol, que era embajadora política y por lo tanto debía abandonar la oficina el 10 de diciembre. A los diplomáticos debe sostenerlos o reemplazarlos el canciller y en ese dilema colocó Faurie a Solá con estos nombramientos.

Justificó a su ex vicecanciller como embajador Austria por tener conocimientos en temas nucleares como su antecesor Rafael Grossi, quien presidirá la OIEA, que funciona en Viena.

Al nuevo embajador en Países Bajos, su ex consejero legal y técnico Mario Javier Agustín Oyarzábal, lo defendió por haber quedado vacante la oficina y tratarse de un destino valorado por la presencia de la Reina Máxima Zorreguieta, que es argentina. 

Nada señala de los nuevos cónsules, entre los que se encuentra a Eduardo Angeloz, hijo del ex gobernador cordobés, y recién mudado a Madrid. La carta empieza recordando 50 traslados forman parte de la carrera diplomática de los rangos inferiores. "Fue la misma lógica con la que hubo más de 200 traslados entre octubre y diciembre de 2015", recordó.

Y reconoce que deja como herencia traslados pendientes por falta de presupuesto, un reclamo de la Asociación Profesional del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación (APSEN).

De todas maneras, en otro párrafo Faurie se desentiende del destino de sus ex dirigidos. "La casi totalidad de los traslados dispuestos lo han sido para efectivizarse recién entre febrero y marzo de 2020 y 2 de ellos que debían cumplirse a partir de esta semana (su última en funciones) han sido obviamente suspendidos, a la espera de las decisiones de las autoridades de la Cancillería". Su sucesor va a chequear caso por caso.