Guerra comercial

Trump firmó un primer acuerdo comercial con China y desactivó la aplicación de nuevos aranceles

Por ser más modesto en los logros de lo que esperaban los funcionarios estadounidenses, prefirieron llamarlo de "fase 1". La guerra comercial amenaza con desacelerar ambas economías.

 Finalmente este jueves Donald Trump accedió a firmar el acuerdo comercial que alcanzaron las delegaciones de su país y de China, confirmó la agencia Reuters.

Se trata de un acuerdo más modesto que lo que los objetivos de Estados Unidos marcaban, pero suficiente como para dejar sin efecto los aranceles a las importaciones provenientes de China que iban a entrar en vigencia este 15 de diciembre y que afectarían a 160.000 millones de dólares al año de bienes provenientes del gigante asiático.

En el acuerdo los chinos no accedieron a la apertura del mercado chino en los términos propuestos por Estados Unidos, pero sí se comprometieron a incrementar la compra de productos agrícolas estadounidenses.

Más temprano el presidente mismo había adelantado en su cuenta de twitter que estaban "muy cerca" de llegar a un "gran acuerdo" con mayúsculas con su par Chino, Xi Jinping. Sin embargo, los funcionarios reconocieron que se trataba de un acuerdo comercial modesto al que denominaron "de fase 1".

En estos momentos, en medio del impeachment en su contra y en abierta campaña por la reeleción en noviembre del año que viene, Trump necesita mostrar que cuida los intereses de sus votantes y por eso privilegia cerrar acuerdos que muestren avances aunque sean más pequeños que los que vocifera, cuando hasta hace pocos meses optaba por rechazar los intentos de acuerdo con su par chino.

Sin más, en octubre pasado Trump celebró que habían llegado a un entendimiento y que en semanas se firmaría y más tarde contraatacó con amenazas de más aranceles y gestos políticos con HongKong que generaron malestar en Pekín.

Este jueves por el contrario, accedió a no fijar aranceles la tercera tanda de bienes y a trabajar para reducir a la mitad los que ya puso en una primera oleada sobre 250.000 millones de dólares del 25% y en una segunda por 110.000 millones de dólares de bienes chinos. A cambio, los chinos accedieron a no manipular su moneda, implementar políticas para defender la propiedad intelectual y ha incrementar las compras de productos agrícolas de Estados Unidos.