¿QUE PASA CON BOLIVIA?

Una particular visión de lo que sucede hoy en ese país, expuesta en este polémico articulo.

Una polémica visión de la situación política que vive la Bolivia de Evo Morales, publicó hoy el sitio www.bitacoraglobal.com escrita por el doctor en Filosofía y autor de numerosos libros, Alberto Buela.

Vea aquí el articulo completo:

¿Tenemos derecho los argentinos a hablar de lo que sucede en Bolivia?. Desde el punto de vista liberal, no. Porque es tomado como una injerencia en asuntos de otros Estados.

Desde el punto de vista de los pueblos, sí. Y sobre todo si se lo hace desde el amplio campo nacional y popular y desde una ascendencia criollo americana.

1.- para la gran prensa internacional y todo el aparato mass mediático el gobierno de Bolivia por primera vez en 500 años es un gobierno de indios. Indio es Evo Morales, indio es su canciller e indios son todos su ministros. Primer error, primera fábula, primer mito. Como muy bien ha puesto de manifiesto nuestro criollo compañero chileno Pedro Godoy. Evo es criollo y su

gabinete es criollo. Y en este sentido repetimos para ellos el verso premonitorio

del Martín Fierro: "tiene el gaucho que aguantar hasta que lo trague el hoyo, o hasta que venga un criollo a esta tierra a gobernar".

Nos tienen repodridos con la dialéctica indios vs. blancos, alentada por las usinas de poder del imperialismo y su cultura de consumo massmediático. La unidad de Suramérica se hace sobre la base del arquetipo humano que somos nosotros, los criollos (mal dichos mestizos) o no se hace. Chávez, Lula y Evo son eso. Somos lo mejor que ha dado América: Ni tan español ni tan indio,decía Bolivar.

Cuando vienen estos gringos de Buenos Aires (una ciudad italianagallega en un 90%), que sólo han visto un burro o una cabra por la televisión, ahacerse "los indios" y sostienen la peregrina idea que los mapuches junto con los aymará nos van a liberar: Esto es hacerle el juego al enemigo. Al imperialismo norteamericano y a las multinacionales apátridas.

Nosotros somos lo que somos y lo que se hereda no se hurta. ¿O acaso nos van a liberar los mapuches que tienen su sede en Londres o el canciller de Bolivia hablando aymará? Su canciller tiene que "hablar bien la castilla", para entender correctamente los matices de la lengua que hablan sus vecinos, por que de lo contrario se lo comen. Lo van a engrupir.

2.- Argentina tiene que intervenir, pero intervenir con su cuerpo diplomático entrenado y preparado para ello. Hay que pivotear sobre Santa Cruz de la Sierra para que no se la degluta Brasil ni la Comunidad europea como está sucediendo. O ¿quién pagó la autopista Puerto Suarez-Corumbá a Santa Cruz? O ¿el ferrocarril de Santa Cruz al puerto de Trinidad sobre el Beni? La Comunidad europea y los capitales brasileños que son quienes la utilizan con demasía. Además hay que hacerse talón en Santa Cruz para que éstos limen sus ansias de separarse y se integren a la región. Así se ayudará a romper la dialéctica boliviana oriente vs. occidente.

Argentina tiene que ayudar a Bolivia interviniendo sobre el heartland suramericano, con gente convencida de lo que está haciendo. Y no mandando un moiche con una cara de ruso que parte, por más piquetero que sea. Porque no lo toman en serio, a pesar del discurso progresista que lleve. Porque para los bolis también corre aquel dicho de Empédocles: lo semejante llama a lo semejante. Porque Bolivia también hunde sus raíces en un pasado grecoromano-hispano- cristiano. No nacieron los bolivianos como el coyuyo (la chicharra) sólo desde la tierra. Es una falta de respeto, una burla, una mueca macabra sostener que los bolivianos son indios y nada más que indios. Ellos como todos nosotros en América, en Nuestra América son esa mixtura, esa simbiosis de lo telúrico con lo arribeño. Es cierto, a los más de ellos le quedó la jeta, a nosotros el tiempo, aquel que fue definido como: tardanza de lo que está por venir o como siesta horizontal. Y a todos sin distinción la libertad. Y no sólo la libertad negativa de aquel que está libre de cadenas, sino, sobre todo, la libertad positiva de aquel que es libre para realizar su proyecto de vida y su proyecto nacional.

Hay que tomar seriamente las cosas y decir lo que son y no que uno cree que son. Pero teniendo siempre presente aquello que uno quiere que sean. Por eso la realidad, el ente, es lo que es más lo que puede ser.