Jatón acordó con Cambiemos para imponer al presidente del Concejo de Santa Fe
El radical Leandro González fue el elegido como la máxima autoridad del Concejo Deliberante de Santa Fe cuando un edil del justicialismo negó su apoyo al candidato de su propio partido por una disputa gremial. La negociación final entre el sector del Intendente socialista con los radicales le dio los votos necesarios.
En consecuencia, no habrá presidente de la oposición en el comienzo del mandato del socialista Emilio Jatón. La interna entre los integrantes del justicialismo dejó sin posibilidades (y sin los votos necesarios) al candidato Juanjo Saleme.
El protagonista fue Sebastián Pignata, actual presidente del Concejo, quien le negó el apoyo a su compañero de bancada y tiró por la borda el acuerdo que se venía gestando.
Más allá de la foto de unidad con la vicegobernadora electa y la promesa de un peronismo unido en el Concejo, Pignata había dejado en claro, en diálogo con LPO, que no iba a apoyar a Saleme para la Presidencia.
Ambos vienen del sector político vinculado con la UPCN. El propio Pignata es el nieto de quien fuera el histórico dirigente de dicho gremio, Alberto Maguid, pero ahora denuncia que fue desplazado del sindicato por la actual conducción. Tras la pelea, Pignata se recostó sobre Jatón y apoyó a Leandro González.
La ruptura de las relaciones entre el actual secretario de UPCN y Sebastián Pignata data de las elecciones internas de 2017. Entonces, Pignata no respetó el acuerdo para la conformación de una lista única con nombres de este sector y presentó una lista encabezada por el relator de fútbol Ricardo Porta que terminó con pocas adhesiones: "Se quiso cortar solo, incumplió su pacto y Molina tomó medidas", resumió un peronista.
Desde entonces, resultó cuesta arriba la relación con sus propios compañeros en el Concejo, identificados con UPCN. A pesar de que en el poroteo previo los peronistas contaban con los votos propios y de cambiemos para llegar a la presidencia, Pignata cumplió con el off que había anticipado a LPO: "bajo ninguna circunstancia voy a votar al candidato del peronismo y UPCN, Juan José Saleme", y dejó al peronismo sin poder ocupar el segundo lugar de poder de la ciudad.
Al socialismo le alcanzó con ese gesto político para aunar a todo el cuerpo detrás de su candidato. Como consecuencia de la pelea, el justicialismo decidió no acompañar la votación general ni elegir el vicepresidente segundo, cargo que le tocaba por reparto de bancas en el cuerpo legislativo. A posteriori, el lugar fue tomado por el propio Pignata, a instancias de los ediles de la oposición.
"Es un traidor", vociferaban los militantes del justicialismo que desde las gradas apoyaban la candidatura de Saleme. Momentos de extrema tensión se vivieron cuando el propio Saleme juró como concejal delante del presidente saliente, Sebastián Pignata. El flamante edil ni siquiera respondió al saludo de su ex compañero de bancada. Los legisladores provinciales presentes no podían dar crédito a la escena que se gestaba.
El Intendente electo, Emilio Jatón, pedía sin éxito que se hiciera silencio desde las barras. Los cánticos hablaron por sí mismos: "Che Pignata, che Pignata, no te lo decimos más; si engañas al peronismo, qué quilombo se va armar". Irónicamente, Pignata respondía con agradecimientos a la tribuna: "gracias compañeros".
Tras la asunción de todos los ediles, los pasillos del Concejo mostraban la tensión vivida en la previa y durante la sesión. El quiebre se consumó en el recinto y sus repercusiones llegaron al instante: el justicialismo santafesino aunó tres concejales sobre diecisiete ediles. Cambiemos tendrá cinco representantes y el Frente Progresista, siete.
En tanto, se conoció que Guillermo Jerez, de Barrio 88 y el díscolo Sebastián Pignata, presentarán bloques unipersonales. "No sé qué decisión tomará Pignata ni a qué partido pertenece ahora" - denunciaba Saleme - "Nosotros estamos muy unidos junto a Federico Fulini y Jorgelina Mudallel", dos de los concejales que formarán el bloque peronista.
Desde el socialismo, saboreaban una victoria que a priori parecía difícil. Desde la conducción del PJ, mascullaban por la derrota política impensada y acusaban directamente a Pignata. Lejos de la preocupación por su actitud política, horas después de la votación, el rebelde concejal se mostraba cenando ni más ni menos que con sus adversarios políticos en un restaurante de la ciudad de Santa Fe.