Estados Unidos

Trump, cada día más cerrado

De cara a un año electoral y a un probable proceso de destitución, el presidente está decidido a reforzar su electorado más duro, sin importarle demasiado la diplomacia.

En medio del avance del proceso de impeachment que puede llegar a costarle el cargo, Donald Trump anunció víaa Twitter que restituirá los aranceles al acero y al aluminio provenientes de Brasil y Argentina debido a la devaluación del real y el peso. Esto afecta a los intereses de los agricultores estadounidenses, que se encuentran a su vez perjudicados por la guerra comercial. Este sector en particular es una de las bases de sustentación más grandes que tiene el presidente. La siderurgia argentina representa sólo el 0,6% de las importaciones norteamericanas, por ello, el gobierno de Macri había logrado escaparle a las regulaciones de Trump el año pasado.

Sin embargo, la fuerte devaluación posterior a las PASO, así como también la que vive Brasil, hicieron que la decisión del norteamericano sea firme. El real cayó en los últimos días de manera estrepitosa, llegando a valer 4,22 frente a un dólar estadounidense, lo que marca un nuevo récord negativo de la moneda brasileña.

Es curioso que la medida afecte no sólo a Argentina sino también a Brasil. La relación entre la familia Bolsonaro y Trump es la más profunda que se recuerde entre mandatarios de ambos países. Sin embargo, también opera como mensaje hacia el brasileño. En la última cumbre de los BRICS, que se realizó en Brasilia, el presidente se reunió con su par chino Xi Jinping, con quien firmó diversos acuerdos al mismo tiempo que afirmó que "China es cada vez más parte del futuro de Brasil".

Hay que recordar que Bolsonaro utilizó durante toda su campaña una fuerte retórica anti China. El gigante asiático es el segundo socio comercial más importante de Brasil, detrás de los Estados Unidos y por delante de Argentina. En el marco de la guerra comercial que está librando Trump contra China, seguramente estos nuevos acercamientos no fueron muy bien recibidos por la Casa Blanca, que confiaba en Bolsonaro para ser un dique de contención al avance chino, prácticamente imparable en América Latina.

En lo que respecta a Argentina, la suba de aranceles preocupa debido a que puede servir de anticipo para un endurecimiento en la política comercial estadounidense y en la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Además, porque no hubo una decisión política de devaluar, sino que el país atravesó dos corridas cambiarias.

Por eso, uno de los grandes problemas que enfrentará el próximo gobierno la falta de dólares. Actualmente, la deuda heredada representa un 90% del Producto Bruto Interno, además de un déficit financiero que implica el 3,8% del PBI. La relación de Fernández y Trump parecía haber arrancado con el pie derecho pero rápidamente se tensó debido a las declaraciones cruzadas sobre el golpe de Estado en Bolivia.

Donald Trump justificó sus medidas aduciendo la necesidad de blindar y reconstruir la industria siderúrgica estadounidense. De cara a un año electoral y a un probable proceso de destitución, el presidente está decidido a reforzar su electorado más duro, el que lo eligió justamente para que cumpla con sus promesas de "America First" y "Make America great again". Seguramente, con el correr de los meses, el presidente endurezca sus medidas proteccionistas, cerrando aún más su economía y provocando nuevas rispideces tanto con China como con la Unión Europea. A pesar de las críticas de algunos miembros de su propio partido, Trump está más interesado en apelar a sus votantes, que en hacer diplomacia o contentar a la élite económica mundial.