Radicalismo

Tregua radical: Negri sigue como jefe en Diputados y Cornejo retendría el Comité nacional

Se acordó en un desayuno con Morales. El cordobés fue elegido a mano alzada sin el mendocino. Naidenoff continuaría en el Senado.

La rebelión entre los radicales del Senado que impidió renovar autoridades obligó a Gerardo Morales a ceder y el partido centenario habría encontrado la paz después de un mes a pura tensión. 

En un desayuno, el jujeño le prometió a Alfredo Cornejo no obstaculizar su continuidad como presidente de la UCR si sus senadores afines aceptaban a Luis Naidenoff como jefe del Senado.

Y asumía que Mario Negri seguirá como jefe de la UCR en Diputados, donde ya había juntado los votos para seguir y oficializó su continuidad por la tarde, en una votación a mano alzado sin la presencia del aún gobernador de Mendoza. 

"Logramos profundizar las coincidencias y la unidad. Tenemos un bloque unido y totalmente integrado", celebró Negri tras una reunión en el anexo de Diputados, en la que no asistieron los tres diputados cercanos a Martín Lousteau: Carla Carrizo, Emiliano Yacobitti y Dolores Martínez.

El gesto no cambió la historia y Cornejo deberá conformarse con la vicepresidencia segunda o tercera de la Cámara, que recaería en Luis Petri o Claudia Najul. La vice primera irá para el PRO por ser el partido opositor con mayor presencia. 

El mendocino se había cruzado fuerte con Morales hace quince días por reprocharle no haberlo apoyado en su pelea con Negri. Molesto, el jujeño lo amenazó con quitarle también la presidencia del partido, que renueva autoridades a comienzos de diciembre, pero esta mañana se echó atrás.

Influyó el desaire que Morales sufriera con su protegido Luis Naidenoff, quien ayer creía tener los votos del Senado para reelegir como jefe y chocó con una rebelión de Julio Cobos, sumada a la ya esperada de la mendocina Pamela Versay y los nosiglistas Lousteau y Juan Carlos Marino.

Enrique Nosiglia, el Coti, participó de la tregua y hasta volvería con un cargo en el Comité Nacional. Cerca de Cornejo confirmaban su continuidad como presidente del partido, aceptaban con dolor la derrota en Diputados pero no ratificaban la reelección de Naidenoff, que Morales creía garantizada y hasta aventuraba con elegir la vice del partido como premio adicional.  

La negociación era darle la vicepresidencia de la Cámara a Lousteau, pero Cobos y sus nuevos aliados pretenderían algún premio por ayudar. "Se supone que Morales arregla con uno u otro, pero por ahora no está", aclaraban fuentes partidarias. En el botín entra también la pretensión radical de quedarse con la Auditoría General de la Nación, que el PRO le ofrece a Miguel Pichetto. Hay tiempo hasta el 10 de diciembre. Y las aguas parecen más calmas.