Diputados

Camaño hizo llorar a Monzó en su despedida del Congreso

"Tu fuerza política no lo supo interpretar y se inmoló", lo consoló, en un homenaje a cada diputado que sesiona por última vez.

Graciela Camaño dedicó su discurso a despedir a los diputados que abandonan su banca el 10 de diciembre y lo cerró con un cálido homenaje a Emilio Monzó, quien se emocionó y tuvo que detener la sesión para llorar.

"Usted ha sido un gran presidente. Un hombre de consenso; un hombre de grandeza humana que ha revindicado la política como nadie y que en ese reivindicar la política, tuvo una fuerza política que no lo supo interpretar y se inmoló", lo describió.

"Pero aquí está usted, señor presidente, cumpliendo acabadamente el rol para el que lo eligieron los ciudadanos hasta el 10 de diciembre. Y eso en política quiere decir mucho".

"Muchas gracias Emilio. Por lo que hiciste, por lo que no hiciste y por lo que vas a hacer. Porque sos un gran dirigente político", cerró Camaño. Monzó paró la sesión para llorar. 

"Muchas gracias Emilio. Por lo que hiciste, por lo que no hiciste y por lo que seguramente vas a hacer. Porque sos un gran dirigente político", cerró Camaño y Monzó no contuvo el llanto. Se paró a aplaudir, le siguieron todos los diputados y la sesión se interrumpió para celebrar su último día.

Se abrió así una tanda de despedidas de cada diputado que abandona el recinto y otros que querían saludar a Monzó, como Agustín Rossi y los radicales Mario Negri y Olga Rista. No hubo ninguna voz de la Coalición Cívica y por el PRO sólo lo reconoció Silvia Lospennato, a puro lagrimeo. "Dicen que cuando un líder provoca entusiasmo, seguirlo es fácil; pero cuando provoca admiración por sus cualidades técnicas, humanas y morales, seguirlo es una obligación". 

"Gracias por estos años en lo que me permitió acompañarlo en la conducción de esta casa; creo que el respeto que se ha ganado de todos nosotros es la mayor medalla y el mayor triunfo que va a acumular a lo largo de su trayectoria política. A mí hace muchos años me honra como un padre político y como un gran amigo", le dijo. 

Antes de nombrar a Monzó, Camaño destacó uno por uno a los futuros ex diputados. Empezó con Guillermo Carmona (FpV-PJ) y su compañero Alejandro Grandinetti, por su paso en la Comisión Bicameral Investigadora del ARA San Juan.

Definió como "amigo del alma" a Marco Lavagna; a Nicolás Massot como un "ariete con todos para que el oficialismo no desenganche del resto de las decisiones de los bloques"; y hasta le dedicó un homenaje a "Axel", por Kicillof. 

"Estaba metido en todas las discusiones; aún en aquellas en las que no tenía que estar", lo recordó. También a Diego Bossio, que "tuvo un rol tan importante" en los temas económicos; y a Pablo Kosiner, que "con esa importa propia del hombre que viene de Salta logró llevar adelante muchísimos proyectos de los bloques provinciales". Después se dedicó a Monzó. Y lo hizo llorar.