Senado

Caserio pide un bloque peronista y otro de Cristina: "Es diferente ser dirigente que empleado"

El jefe de los senadores rechazó unificarse con el kirchnerismo. Alperovich consideró que debería haber una sola bancada y los gobernadores esperan una indicación de Alberto para bajar instrucciones.

En el peronismo del Senado hay nerviosismo. A tres semanas de su triunfo electoral, Alberto Fernández no se acercó a gestionar las nuevas autoridades de la Cámara que tendrá como presidenta nada menos que a Cristina Kirchner.

La ex jefa de Estado estuvo dos semanas en Cuba, retornó el domingo, se reunió con Alberto el lunes en su departamento de Recoleta para repasar los nombres del Gabinete de la Nación, de la provincia y los jefes del Congreso. En Diputados, Agustín Rossi podría dejar la jefatura vacante si lo confirman como ministro de Defensa, un área sobre la que ya comparte informes con Alberto.

Su lugar podría ser ocupado por Máximo Kirchner, nadie se lo disputa y en el último asado que compartieron los diputados José Luis Gioja sorprendió con la sugerencia de hacer un bloque único peronista y abandonar la fragmentación entre kirchenristas duros y peronistas ortodoxos, la mayoría leales a sus gobernadores.

"Yo tengo un profundo respeto con Cristina. La voté, trabajé para ella. Pero nunca trabajé con ella. Así pasa con muchos de los senadores que están acá", sostuvo Caserio. "La vice tiene el poder por haber triunfado", se diferenció Alperovich.  

En el Senado esa idea empezó a tomar forma a través del tucumano José Alperovich, quien junto a su coterránea Beatriz Mirkin se alejó del PJ hace un año por su enfrentamiento al gobernador Juan Manzur, de los más cercanos a Alberto. 

Quiere volver en diciembre pero para recibir órdenes de Cristina. "Es la que ganó y a ella entonces corresponde poner a las autoridades. No hay que pelearse por los cargos, hay que estar todos juntos", le dijo este lunes al diario Clarín.  "Creemos que la vicepresidenta tiene el poder, por haber triunfado, de establecer las cuestiones en el Senado", agregó Mirkin, en diálogo con el diario La Gaceta.

José Alperovich

El bloque de Argentina Federal del Senado, referenciado en los gobernadores peronistas, lo preside el cordobés Carlos Caserio, valorado por Alberto luego de desmarcarse de la neutralidad de su gobernador Juan Schiaretti en la elección presidencial.

Pero como anticipó LPO, Cristina Kirchner quiere como jefa a su protegida Anabel Fernández Sagasti y si hay un solo bloque quedaría al mando de los históricos. Caserio descartó esa posibilidad y garantizó que habrá dos bancadas oficialistas separadas, una de "Alberto (Fernández) y gobernadores, y otro a Cristina Fernández de Kirchner". 

"No estamos desunidos: es una cuestión organizativa. Somos todos parte del mismo proyecto. Somos dos bloques, tenemos que ver cuáles son las coincidencias para funcionar en el Senado. Dos bloques que van a apoyar lo que mande el Gobierno nacional, estamos todos en el mismo barco", garantizó en declaraciones a radio El Destape.

Cristina quiere a Sagasti de jefa de bloque y crece la tensión con los senadores peronistas

"Yo tengo un profundo respeto con Cristina. La voté, trabajé para ella. Pero nunca trabajé con ella. Así pasa con muchos de los senadores que están acá. Tenemos un respeto enorme por todo lo que hizo, porque fue dos veces presidenta de la nación. Pero no somos dirigentes que hemos trabajado bajo la tutela o jefatura política de Cristina. Venimos de las provincias y la jefatura está expresada en los gobernadores".

"Somos dirigentes. Siempre hay una diferencia entre dirigente y empleado: nos gusta dirigir nuestras ideas, es la base de la política. Si yo fuese una persona que sólo acata órdenes, no hubiese aceptado trabajar con Alberto Fernández", completó Caserio.

Entre sus pares hubo reacciones de todo tipo. Hay quienes están dispuestos a resistir con él, quienes como Alperovich prefieren no pelearse con Cristina, mientras que los cercanos a los gobernadores están expectantes e intuyen que llegará una inapelable orden del presidente ya acordada con su vice. 

"El bloque de gobernadores tenía sentido si servía para presionar a un Gobierno. Si hablas todo el día con el presidente el rol de los legisladores no es el mismo", se resignó ante LPO un diputado que supo maniobrar en la bancada del PJ. El problema es quién manda y, sobre todo, como. 

El menú de senadores que tiene Alberto incluye 16 kirchneristas duros y el mismo número de peronsimo ortodoxo, pero cuenta además con la dupla de tucumanos que se declaró kirchnerista, la de misioneros y la el trío de santiagueños; la puntana María Eugenia Catalfamo y la neuquina Silvia Sapag. Nadie quiere llegar a una votación. 

Las autoridades se completan con las vicepresidencias y en el Senado es clave la provisional, que define la línea sucesoria y queda a cargo de la sesiones cuando el presidente viaja el exterior y el vice lo reemplazo. Podría ser un premio para el peronismo más reacio a recibir órdenes de Cristina. Ese que Alberto busca contener.