Radicalismo

Fuerte reproche de Cornejo a Morales, porque Negri tendría los votos para reelegir como jefe de bloque

El gobernador de Mendoza le reprochó a Morales no ayudarlo y pide revisar la posición de la UCR como oposición.

Los gobernadores Alfredo Cornejo y Gerardo Morales se reencontraron en un almuerzo este miércoles y la charla no terminó bien: el mendocino le recriminó no haberlo ayudarlo a ser jefe del bloque de diputados y el jujeño lo amenazó con quitarle la presidencia de la UCR si seguía subiendo el tono. 

Cornejo se había enterado que Mario Negri tenía sobre su despacho una carpeta con firmas de 30 de los 47 diputados radicales que habrá en diciembre apoyándolo en su reelección como líder.  Los dos jujeños leales a Morales, los santafesinos y porteños que se suman y varios de provincias chicas torcían la balanza a favor del cordobés, dispuesto a votar cuando haga falta.

El mendocino delegó las gestiones en el diputado Luis Petri y volcó la presión personal sobre Morales, por ahora sin resultados. "Me hablas de renovación y apoyas a Negri que va por seis mandatos", le reprochó sin éxito. Exigió, además, definir un nuevo rol de la UCR como oposición sin quedar atado a las decisiones de Macri. 

Negri cree tener 30 de los 47 diputados radicales dispuestos a apoyar su reelección como jefe. Cornejo pide discutir el nuevo rol de la UCR.

La discusión terminó mal, con el jujeño amenazándolo con arrebatarle el comité UCR, cuyos mandatos vencen en diciembre e iban a prorrogarse hasta marzo. Hasta le recordó que abandonó el partido en 2005 para irse al kirchnerismo y que no le extrañaría que tome un camino similar.

Cornejo no se quedó quieto:  en su entorno hay quienes amenazan con promover un bloque propio y sumarlo a Juntos por el Cambio, pero los diputados más cercanos no se imaginan dando ese paso. 

Sobre todo después que Monzó haya sondeado esa posibilidad con sus aliados del PRO y Cristian Ritondo, quien será jefe de esa bancada, lo amenazara con no aceptarlo si sacaba los pies del plato y exponerlo como socio de Alberto Fernández. No es poco, en un recinto polarizado, casi en su totalidad. 

La tropa cornejista del bloque se nutre de los 5 mendocinos, 4 cordobeses y algunos diputados sueltos que aún se disputa con Negri. 

Quien sea presidente de la UCR tiene una tarea en agenda, que es la de participar en los encuentros quincenales de la mesa chica de Juntos Por el Cambio, integrada por Mauricio Macri, los jefes de los partidos y del Congreso. La primera reunión fue ayer.

En la provincia de Buenos Aires habría una similar con María Eugenia Vidal y este jueves tenía previsto reunirse por primera vez, con Ritondo, el senador Esteban Bullirch y el aún vicegobernador Daniel Salvador como referentes. 

Cornejo fue uno de los más críticos de la gestión de Macri y hasta le advirtió que su candidatura no tenía destino si llegaba al cierre de listas entre inflación y recesión récord. Quedó fortalecido con la aplastante victoria de su sucesor Rodolfo Suárez, pero los diputados no rindes pleitesías a jefaturas provinciales. 

Lejos, lejísimos, queda la discusión por el interbloque opositor que se viene, un cargo sin recursos y estructura pero con el rol de cerrar los debates y defender, al menos de a ratos, la herencia de Macri. Negri, de imponerse, Ritondo y Maximiliano Ferraro deberían definir cuál de ellos toma ese rol y qué significa. Empieza otra etapa.