España

Pedro Sánchez acuerda formar Gobierno con podemos y Pablo Iglesias sería vicepresidente

Los líderes del PSOE y Podemos anunciarán un preacuerdo para la formación de un Gobierno de izquierda.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firman el primer Gobierno de coalición de la democracia española por el que el líder de Podemos se convertiría en vicepresidente de Gobierno, según adelantó en exclusiva LPO. Los dos dirigentes han hecho el anuncio en el Congreso de los Diputados con una declaración conjunta que ha terminado con un abrazo. Ambos líderes buscan escenificar sintonía después de la guerra abierta mantenida en las negociaciones de Gobierno del pasado verano. Iglesias ha prometido "lealtad" y Sánchez, "un Goberno para cuatro años".

Menos de 48 horas después de las elecciones, Sánchez avanza hacia un Gobierno de coalición que se forjó con total secretismo. Este mismo martes por la tarde Iglesias acudió a Moncloa a reunirse en secreto con el presidente en funciones en Moncloa, donde pactaron la Vicepresidencia para el líder morado a propuesta del propio Pablo Iglesias.

Ambos líderes han dado una rueda de prensa conjunta sin preguntas en el Congreso, donde se han lanzado agradecimientos mutuos y donde Pablo Iglesias ha pedido dejar atrás "los reproches". El líder del PSOE anunció que con este preacuerdo quiere conformar un "Gobierno progresista, estable y para cuatro años". 

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En las próximas semanas, ambos mandatarios trabajarán en el programa y en la estructura de Gobierno, que sólo desvelarán con Pedro Sánchez investido. El líder del PSOE señaló que "el acuerdo no fue posible en las anteriores elecciones y somos conscientes de la decepción entre los votantes progresistas. El proyecto político supera cualquier tipo de desencuentro que podamos haber tenido en los últimos meses. Nuestro país necesita un nuevo Gobierno que eche a andar cuanto antes".

El documento firmado incluye los puntos programáticos en los que PSOE y Unidas Podemos están de acuerdo, conforme a sus programas electorales y anuncian que el documento está abierto para que, durante esta semana, puedan sumarse el resto de fuerzas y sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez. Los socialistas anuncian reuniones para esta semana con las distintas fuerzas, excluyendo a Vox.

Entre los ejes principales del acuerdo figuran "consolidar el crecimiento y la creación de empleo; trabajar por la regeneración y luchar contra la corrupción; luchar contra el cambio climático; fortalecer las pequeñas y medianas empresas y /los/las autónomos; reconocer la muerte digna y la eutanasia; asegurar la cultura como derecho y fomentar el deporte; impulsar políticas feministas; revertir la despoblación; garantizar la convivencia en Cataluña así como la justicia fiscal y lograr el equilibrio presupuestario".

Los dos líderes, en rueda de prensa, firmaron el preacuerdo para gobernar España, a falta de que se unan el resto de formaciones para sacar la investidura adelante. Iglesias dijo que "lo que en abril era una oportunidad histórica, se habría convertido en una necesidad histórica. El líder de la formación morada enterró su malestar con el PSOE asegurando que "es tiempo de dejar atrás cualquier reproche y trabajar para mejorar la vida de nuestros compatriotas. Sánchez sabe que podrá contar con nuestra lealtad".

"Este nuevo gobierno será progresista porque estará integrado por fuerzas progresistas y porque va a trabajar por el progreso de España. Lo único que no cabrá será el odio y la confrontación entre españoles", recalcó Sánchez en clara alusión a su veto a Vox.

"España necesita un Gobierno estable y lo necesita ya. Los españoles han hablado y su voto marca un único recorrido. Agradezco la colaboración de Iglesias y su partido que marca la línea de este gobierno que va a trabajar por el progreso de España y de los que lo necesitan", zanjó el líder socialista fundiéndose en un abrazo con Pablo Iglesias.

Ambos mandatarios estuvieron acompañados por los principales miembros más cercanos de sus respectivos equipos en la cuarta planta, un salón comedor de gala, del Congreso de los Diputados. Una rueda de prensa anunciada con sólo media hora de antelación, para sorpresa de los periodistas. Los detalles del futuro Gobierno se adelantarán después de la investidura para evitar que la polémica se centre en los sillones. El anuncio supone un cambio significativo en el panorama político a 48 horas de haber votado las cuartas elecciones en cuatro años.

El pacto del abrazo entre Sánchez e Iglesias es una fórmula de coalición que ya se intentó en verano y en la que fue vetado en aquella ocasión Pablo Iglesias. 

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El líder del PSOE cumple así su compromiso de llegar un acuerdo a las 48 horas siguientes a las elecciones generales, donde los socialistas perdieron apoyos y quedaron en 120 diputados, mientras Unidas Podemos cayó a los 35. La suma de ambas fuerzas necesitaría de las fuerzas independentistas o del apoyo de Ciudadanos y media docena de fuerzas minoritarias. Esta última opción se presenta como más improbable dado que en 2016 Podemos ya rechazó un acuerdo donde estuviera presente el partido naranja, que se encuentra además sin dirección política con capacidad de decidir sobre pactos.

Si en verano fueron dos equipos negociadores quienes tomaron las riendas de los acuerdos, esta vez sería un grupo reducido de personas entre los que se encuentran los propios Sánchez e Iglesias además de figuras como Irene Montero o el asesor del presidente en funciones, Iván Redondo, que estuvo presente en la reunión del lunes en Moncloa y el secretario de Presidencia, Félix Bolaños.

En las últimas semanas el líder socialista justificó la no inclusión de Podemos en el Gobierno asegurando que muchos españoles "no podrían dormir tranquilos". Una frase que hizo las delicias de Pablo Iglesias en campaña y de la que ahora el presiente en funciones tendría que retractarse.