Relaciones exteriores

AMLO se acerca a Alberto y ratifica sus diferencias con el Grupo de Lima

El embajador de México visitó el Congreso y el candidato de Todos recibió al encargado de América Latina. El equilibrio con Estados Unidos y la experiencia de los 80.

El respaldo de México es la esperanza de Alberto Fernández para su compleja política exterior si resulta electo presidente, porque sabe que asumirá enfrentado al brasileño Jair Bolsonaro y necesitado de negociar con Estados Unidos para reprogramar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

En las últimas semanas logró buenas señales. El sábado recibió al subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería de México, Maximiliano Reyes Zúñiga, mano derecha del influyente canciller Marcelo Ebrard. 

Y hace diez días el nuevo embajador mexicano, Oscar Valero Recio Becerra, se reunió con la bicameral de amistad con México presidida por el diputado radical Alejandro Echegaray, donde dejó claro que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sostendrá la postura de no injerencia en la política de Venezuela que lo apartó del Grupo de Lima, creado hace dos años para abordar la crisis de ese país. 

El líder de Morena, el partido mexicano líder del frente de centroizquierda que interrumpió un siglo de gobiernos del PRI y del PAN, se opuso a la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente venezolano con aval de la Asamblea Nacional, que desconoció la victoria de Maduro en mayo de 2018 por haber llamado a elecciones sin su consentimiento.

México se fue en enero del Grupo de Lima, por oponerse a la autoproclamación de Guaidó en Venezuela. Su presidente envió a un  subsecretario a reunirse con Alberto Fernández 

AMLO se sumó a la postura que mantenían Uruguay y Bolivia, junto a quienes hace un mes rechazó en la OEA abrir la puerta al desembarco de tropas en Caracas. La sorpresa fue que tampoco adhirió a ese planteo el presidente del Perú, Martín Vizcarra, quien una semana más tarde recibió a Alberto, con protocolos de visita de Estado.

Ante los legisladores, Recio Becerra consideró que para sentar esta y otras posturas era necesario afianzar los vínculos regionales. Recordó su experiencia en el Grupo Contadora, integrado por México, Colombia, Panamá y Venezuela en albores de los años ochenta para restablecer la paz en América Latina, aún sacudida por la  de las milicias locales con las potencias de la época que protagonizaban la Guerra Fría.

 El secretario de asuntos latinoamericanos de México, Máximo Reyes Zuñiga, con Alberto Fernández.  

Recio Becerra participó de aquella misión como joven diplomático y presenció la incorporación de Argentina por decisión de Raúl Alfonsín y gestión de su entonces colega peruano Alan García, quien volvió a la presidencia dos décadas después y en abril se suicidó cuando estaba por ser encarcelado por el caso Odebrecht. 

Alfonsín y García conformaron "el Grupo de Apoyo a la Contadora" junto a Brasil y Uruguay. Además de afianzar la democracia reclamaron una renegociación conjunta de las deudas externas contraídas por las dictaduras militares que gobernaron sus países. Nunca fue posible. 

Los legisladores presentes en la reunión señalaron a LPO que el embajador consideró que el Grupo de Lima no había funcionado y que era oportuno estrechar relaciones entre quienes compartan la posición de no intervención en asuntos internos para hacerse sentir, países que reafirman la democracia y escuchan las urgencias de Washington. Restablecer la paz y renegociar la deuda externa volvieron a estar al tope de las prioridades en el continente. 

Por carta, Recio Becerra confirmó a LPO que ante los legisladores ratificó su postura de "no intervención" en Venezuela, pero que México está preocupado por la situación de los derechos humanos en ese país e "impulsa un diálogo inclusivo que solucione la delicada situación que atraviesa".

Y se preocupó en aclarar que AMLO no buscará confrontar individualmente con los países del Grupo de Lima. "México no crea bloques ni antagoniza de manera individual ni colectivamente con ningún país. Nuestra política exterior y todos los planeamientos y acciones realizadas por la presente administración se han sujetado a los principios consagrados en nuestra Constitución, en particular la libre autodeterminación de los pueblos, la no intervención en los asuntos internos y en el respeto, promoción y protección de los derechos humanos". 

"México procura construir relaciones de estrecha amistad con todos los países de América Latina, sin dogmatismos ni ideologías que vayan en detrimento de nuestra integración. Estas son las líneas y objetivos generales que perseguiremos al frente de la presidencia pro-tempore de la Celac en 2020", anunció. 

Según pudo reconstruir este medio, junto a los legisladores el diplomático no ahondó en el vínculo con Estados Unidos, sostén del Grupo de Lima y con capacidad de veto en el Fondo Monetario Internacional (FMI), principal acreedor de países como Argentina y Ecuador, donde la semana pasada los grupos indígenas coparon las calles para rechazar un ajuste del presidente Lenin Moreno. Varios manifestantes fueron refugiados en la embajada de México en Quito, síntoma de una posición regional de AMLO que ya empezó a hacerse sentir. 

Aún así, desde que asumió el líder de Morena evitó chocar de frente con Donald Trump, pese a su prédica anti mexicana, y optó por el histórico equilibrio diplomático azteca entre la primera potencia mundial y sus detractores regionales, como Cuba. El jueves pasado sumó un nuevo conflicto bilateral por la fallida detención del hijo del Chapo Guzmán, con pedido de captura en Estados Unidos. 

Cuando se decidió a salir al mundo, Alberto intentó que AMLO sea el primer presidente continental en recibirlo pero no lo consiguió y hasta tuvo que cancelar un viaje previsto para el 23 de septiembre. Se conformó con visitar Bolivia y Perú y confirmar su postura de no injerencia en la política venezolana, ratificada en el primer debate presidencial, cuando denunció un plan de Macri para enviar soldados argentinos a derrocar a Maduro.

 Sus asesores en política exterior aseguran que tenían ese dato, pero que aún así los puentes no quedarán del todo rotos con Caracas, porque el canciller Jorge Faurie no echó a sus diplomáticos del país pese a haber reconocido a la embajadora de Guadio, Elisa Trotta, una ex empleada de la Legislatura bonaerense.

El embajador Oscar Valero Recio Becerra con los legisladores de la bicameral de amistad con México. 

AMLO tampoco quiso celebrar la victoria peronista en las primarias de agosto y reiteró ante la prensa local que sólo hablará con presidentes electos. Pero el sábado envió al búnker de Alberto a Maxi Reyes, encargado de llevar adelante la relación con América Latina y el Caribe. 

"Dialogaron sobre la necesidad de establecer un vínculo maduro entre ambos países, que incluya una visión común sobre el futuro de la región. También, sobre la intención de Alberto Fernández de visitar México para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador", comunicaron desde el Frente de Todos.

El embajador, que pidió mantener la bicameral de amistad del Congreso con el nuevo presidente, recordó que la relación comercial entre ambos países es muy pobre, con un intercambio de sólo US$2.612 millones, aun cuando México es la segunda economía de América Latina y el comercio internacional representa el 72% de su PBI,  US$1.1 billones. 

El país azteca cuenta con 13 tratados de libre comercio y acceso preferencial a 49 países. Con Argentinas están vigentes el Acuerdo de Complementación Económica 6 (AC6) y otro restringido al sector automotor (AC55), firmado en 2002 y suspendido en 2012 por Cristina Kirchner, preocupada esos años por abultado déficit comercial del país. Macri le prometió reactivarlo a su entonces colega del PRI Enrique Peña Nieto en 2016, pero no cumplió por presión de los industriales locales. 

Según el embajador, el intercambio comercial se fue a pique por el libre comercio de su país con Estados Unidos, sostenido a través de el tratado que incluye a Canadá firmado en diciembre en Buenos Aires, que aún no entró en vigor porque no fue aprobado por Capitolio. Por eso, América Latina está en la agenda del nuevo presidente mexicano. Mucho más que otros años.