Tsunami Democràtic: la insurgencia catalana que busca imitar a Hong Kong
El Ministerio del Interior, la Delegación del Gobierno en Cataluña y los Mossos se esfuerzan estos días en intentar transmitir tranquilidad ante la respuesta a la inminente sentencia del procés que, como adelantó LPO el pasado viernes, está ya consensuada y redactada desde hace días.
Sin embargo, las fuentes más próximas al escenario catalán y cercanas al independentismo consultadas por este diario se muestran muy preocupadas por la posible reacción descontrolada por un lado de las plataformas englobadas en el autodenominado movimiento Tsunami Democrátic, considerados los nuevos CDRs. Una nueva fórmula de organización tras la que podría estar la mano de Carles Puigdemont, según sospecha la Policía y avanzó LPO.
Por el otro, la amenaza de la respuesta política e institucional que puede dar el president de la Generalitat, Joaquim Torra, en sintonía permanente con Puigdemont, partidario de volver al enfrentamiento total con el Estado.
No se descarta que Torra haga un llamamiento oficial a desobedecer la sentencia del 'procés' desde el balcón de San Jordi o desde el propio Parlament
Las fuentes consultadas por LPO no descartan que Torra haga un llamamiento oficial a desobedecer la sentencia desde el balcón de San Jordi e incluso desde el propio Parlament; lo que podría poner en marcha el mecanismo del 155. Esquerra Republicana y los sectores moderados de Junts per Catalunya intentan frenar las intenciones de Torra y Puigdemont para evitar una nueva suspensión de la autonomía, pero no las tienen todas consigo.
Puigdemont pretende capitalizar la respuesta a la sentencia convocando además en Bruselas una reunión del consejo de electos, consejeros, diputados, alcaldes y concejales independentistas para ofrecer una reacción conjunta. ANC y Omnium han anunciado también grandes concentraciones de protesta.
Pero ante lo que crece la alerta es ante las acciones y bloqueos que tienen preparados desde Tsunami Democratic, una plataforma con liderazgo anónimo, sin rostros reconocibles, repartida por todas las comarcas catalanas y que se da por hecho que va a tener una gran capacidad de movilización. Su intención es convocar desde las redes sociales a la gente en la calle desde el momento que se conozca la sentencia y llevar a cabo todo tipo de movilizaciones en los centros neurálgicos de Cataluña: carreteras, autopistas, puertos, aeropuertos o estaciones de tren.
Aseguran que sus protestas van a ser pacíficas y de resistencia y las fuentes consultadas por este diario aseguran que estos grupos han preparado sus acciones desde mayo siguiendo el modelo de las movilizaciones en HoKong. Las mismas fuentes añaden que han tenido financiación y que desde el principio tuvieron el visto bueno del círculo de Puigdemont. Aparentan actuar de forma espontánea, pero están fuertemente organizados.