Cambiemos

Macri trabaja con Sica un paquete de anuncios para el final de la campaña

Las medidas podrían anunciarse la semana que viene en un acto que encabezará en la UIA de Córdoba.

Mauricio Macri aceptó el consejo de los radicales y está decidido a que esta campaña sea bien diferente a la de agosto, con recorridas territoriales, contacto con la gente, actos en la calle y un nuevo paquete de propuestas en las que trabaja el ministro de Producción, Dante Sica, para atraer a sectores productivos y a la clase media que le dieron la espalda en agosto. 

Macri prefiere no rendirse ante las encuestas que lo dan derrotado en octubre y empieza cada semana en la Casa Rosada con una reunión de la mesa política, integrada por funcionarios del Gabinete, Miguel Pichetto, los jefes parlamentarios y de vez en cuando Elisa Carrió, más constructiva que en sus apariciones televisivas, según los testigos de sus apariciones. 

Suele perder la tranquilidad más seguido el rionegrino, que el lunes estaba molesto por el discurso ligth de los spot televisivos que empezaron a rodar el fin de semana, enfocados en una guerra de valores y no tanto en una disputa directa contra los rivales a vencer. 

Los radicales piden que Peña no vuelva a controlar la campaña de sus provincias 

Macri les garantizó al senador y al resto de los legisladores que después del fin de semana empezará la campaña territorial que tanto pides. Peña ya no pesa como antes: su estrategia de Big Data por whatsapp que había logrado fascinar a los legisladores cambiemistas quedó en stand by y enfrió su vínculo con los millennial que ocupan el edificio de Balcarce 412, histórica sede del PRO. "La semana que viene volvemos full time", se atajan desde San Telmo.

La campaña pasa por otro lado y Macri ya lo empezó a hacer notar. Desactivó los feroces operativos de seguridad de cada acto por temor a los escraches, que incluían pulseras obligatorias para los asistentes y scaners para revisar las pertenencias de los funcionarios invitados. 

Macri aceptó relajar las medidas de seguridad en los actos y mostrarse con la gente. Empezará en Córdoba, su tierra preferida y uno de los pocos lugares donde confía en crecer.   

La semana que viene, recorrerá cuatro pueblos de Córdoba sin una custodia celosa pero su plato fuerte será el martes, en la reunión de la UIA local, con anuncios ideados para seducir al votante que en las primarias prefirió jubilarlo.

Córdoba sigue siendo su refugio preferido, después de una elección de 50 puntos, con 20 de ventaja contra Alberto y expectativas de crecer por la mayor asistencia a las urnas. 

En agosto cerró la campaña de la provincia con un acto sobrio, de no más de 3000 personas, dirigentes y aplaudidores de confianza; pero en unos 20 días podría volver con una caravana desde el mítico patio Olmos, frente al histórico comité radical. Una escena de los 80 que le proponen los anfitriones radicales, para rememorar los años de triunfos permanentes.  

El ministro de la Producción, Dante Sica, sale de la Casa Rosada.

Macri no definió su agenda final pero sí que la campaña mutará a propuestas para mejorar el alicaído bolsillo de los sectores medios y encuentros cara a cara con sus principales protagonistas. 

Lo iniciará el sábado, después de su primer "Plaza del Si" en Barrancas de Belgrano, en la ciudad de Buenos Aires, que continuará el lunes en Junin y se repetirá en al menos 30 ciudades a definir, con la tarea nada sencilla que los candidatos locales le pongan el cuerpo. 

La mayoría ya exigió en la Casa Rosada apoderarse de los minutos de publicidad televisiva (en las primarias fueron monopolizados por Macri), más fondos y, sobre todo, logística para la fiscalización, uno de los puntos débiles de las primarias según todos los candidatos. 

"Se están anotando muchos voluntarios, pero no podemos coordinarlos sin recursos. La  mayoría nunca fiscalizó, se tiene que quedar hasta última hora y pasar el día sin bajar la guardia", explica un líder radical  del interior del país. Cansado de recibir palos, Peña delegó esa tarea en el ministro de Transporte Guillermo Dietrich, quien ya comenzó a tener reuniones con los equipos de las provincias. En todas le piden plata. 

Jaime Durán Barba por ahora no se hace notar y ni siquiera coló en las reuniones a su asesor estrella Santiago Nieto, quien supo hacer mejor vínculo con los políticos como Carrió y el radical Mario Negri. Tampoco se supo de una nueva visita del encuestador Roberto Zapata, proveedor de la mayoría de la información de la que se nutre el ecuatoriano. Ninguno de sus colegas tiene números que esperancen a Macri de llegar a un ballotage. 

En junio Zapata estuvo dos meses haciendo encuestas cualitativas, material que Durán Barba y Peña utilizaron para dividir el electorado en casi 70 segmentos y planear mensajes focalizados para cada uno. Llegaron a las primarias confiados en que no perderían por más de 8 o 10 puntos. Alberto les ganó por 17.