Senado

Bonadío envió su último pedido de desafuero a Cristina pero no se trataría

El peronismo lo cajoneará y si la senadora es vice sólo podrán juzgarla con juicio político, imposible en el nuevo Congreso con mayorías peronistas.

Este lunes llegó al Senado el último pedido de desafuero del juez Claudio Bonadío a Cristina Kirchner, en el marco del pedido de prisión preventiva y elevación a juicio oral por la causa de los cuadernos, una investigación sobre la corrupción en la obra pública durante su gestión.

Será imposible que se trate este año porque el peronismo ya mostró signos de unidad entre los ex dirigidos por Miguel Pichetto y el kirchnerismo, mientras que si Cristina es finalmente vicepresidenta no será suficiente un desafuero para llevarla a prisión.

En ese caso sólo puede llegar al banquillo mediante un juicio político, procedimiento que requiere el acuerdo de los dos tercios de ambas Cámaras, impensado con el nuevo Congreso que habría en diciembre si en las elecciones se repiten los resultados de las primarias.

Antes de las elecciones, Bonadio manda a juicio oral a Cristina por los Cuadernos

Cristina acumuló 7 pedidos de prisión preventiva, pero sus desafueros se perdieron en el Senado por falta de acuerdo para tratarlos. El primero fue por el memorándum con Irán, en diciembre de 2017, nunca tuvo dictamen en la Comisión de Asuntos Constitucionales y en noviembre el PJ y el FpV-PJ no dieron quórum e impidieron que se trate. 

La sesión fue convocada cuando vencían los 180 días hábiles que otorga la ley de fueros, un plazo que en este nuevo pedido vencerá cuando tal vez la ex presidenta haya renunciado como senadora para asumir de vicepresidenta. 

El momento de mayor tensión que hubo en el Senado por el prontuario judicial de la ex jefa de Estado fue cuando el recinto trató y aprobó la autorización para allanar sus propiedades, tras dos intentos fallidos por algunas ausencias y sólo 7 de los 24 miembros de Argentina Federal, la bancada conducida por Pichetto.

Cristina prefirió habilitar el procedimiento cuando había una mayoría consolidada para autorizarlo sin sus defensores, pero nunca hubo ni cerca de dos tercios con intenciones de aprobar un desafuero, como le ocurrió a Julio De Vido en Diputados.