Elecciones 2019

Alberto viaja a ver a Evo Morales acompañado por sus intendentes de confianza

Katopodis y Zabaleta integran la comitiva. El viaje sigue en Perú, donde como anticipó LPO los recibirá el Presidente.

Alberto Fernández viajará este jueves a Bolivia para reunirse con el presidente Evo Morales, con una comitiva que integran Felipe Solá y dos intendentes que integran el círculo de confianza del candidato de Todos: Gabriel Katopodis (San Martín) y Juanchi Zabaleta (Hurlingham).

Después de su estadía en España y Portugal, Alberto definió un nuevo viaje internacional pero esta vez por Latinoamérica. La gira continuará el viernes en Perú, donde como anticipó LPO también será recibido por el presidente Martín Vizcarra.

Cerca de los intendentes que viajarán al candidato del Frente de Todos coinciden en que les pidió que lo acompañen por una cuestión de "cercanía" y afinidad política. Como contó LPO ese grupo compone el anillo de confianza de Alberto en el conurbano bonaerense.

Fernández visitará a Morales a casi un mes de las elecciones bolivianas, donde el actual presidente buscará un nuevo mandato después de que el Tribunal Constitucional lo habilitara a competir.

El presidente de Perú rechazó una intervención militar en Venezuela y recibiría a Alberto 

El viernes aterrizará en Lima, tras la invitación del presidente Martín Vizcarra. Como había anticipado LPO, quien este miércoles sorprendió al abtenerse ante un pedido de Juan Guaidó en la Organización de Estados Americanos (OEA) que abría la puerta a una intervención militar en Venezuela.

Acaso sea ese su punto de mayor contacto con Alberto, que también fue enfático en descartar una intervención, aunque criticó duramente al gobierno de Maduro y en los últimos días se ganó un reproche solapado del venezolano que calificó de "estúpido" a quien hable de abusos en su país.

También como anticipó LPO, sigue hasta el momento descartado un desembarco de Fernández en México, donde como anticipó LPO Andrés Manuel López Obrador elude recibirlo hasta después de las elecciones de octubre y no muestra interés en asumir el liderazgo regional que buena parte de la izquierda del continente -incluso la propia Cristina Kirchner- insiste en asignarle.