Dueda

En el peronismo no ven sencillo negociar una ley para reprogramar la deuda

Los líderes del peronismo se llaman a silencio y esperan una línea más precisa. La dura gestión de Pichetto con los gobernadores.

Los jefes de los bloques opositores del Congreso supieron por la cuenta de twitter de Federico Pinedo que Hernán Lacunza no expondrá el miércoles en la bicameral de deuda y demorará unos días más su prometido proyecto para reprogramar los bonos emitidos bajo legislación nacional.

"No puede ser que no nos haya avisado nadie y nos enteremos así", se sorprendió uno de los referentes del peronismo del Senado, que había aterrizado temprano para preparar las preguntas al ministro de Hacienda.

La bicameral estaba convocada para el miércoles a las 15, Pinedo se había comprometido con los líderes de otros bloques en llevar al flamante funcionario, pero una reunión con el ministro Rogelio Frigerio, Miguel Pichetto y Emilio Monzó lo obligó a cambiar de idea.

Lacunza no va el miércoles al Congreso y siguen sin enviar el proyecto de ley para reprogramar la deuda

"No podíamos permitir que la reunión termine en un chiquero. Hay que acordar algo con el PJ para no enturbiar más el clima político y económico. El objetivo sería que el proyecto llegue lo más consensuado posible", resumían los voceros legislativos del oficialismo.

Pero tantas marchas y contra marchas hacen la negociación más compleja, porque algunos opositores prefieren no colaborar y dejarle la tarea al Gobierno. Y aprovechan que Alberto Fernández y Cristina Kirchner instruyeron silencio de estampa a sus dirigidos. 

En diputados todos cumplen: sólo Agustín Rossi, como jefe, hizo algún comentario al pasar sobre la crisis financiera, mientras Axel Kicillof no abrió la boca, a la espera de retomar su campaña para la gobernación en La Plata. Este martes, el bloque iba a reunirse para definir las preguntas al ministro, pero ya no será necesario.

Pichetto quiere hablar con los gobernadores, que podrían pedir una compensación por la merma de la coparticipación y la caída de sus títulos en defualt. Las conversaciones recién empiezan. 

"Agustín fue claro: no hay que hacer olas. No habrá acusaciones, denuncias, ni peleas públicas. La elección está casi ganada y no podemos cometer errores", confesó a LPO uno de los diputados kirchneristas más punzantes. 

En el Senado el peronismo es más autónomo, pero mantiene la mesura. El jefe del PJ, Carlos Caserio, anticipó el jueves que prefiere que el Gobierno encare la reperfilación de deuda sin una ley. Venía de reunirse con Alberto, cuya única directiva fue estudiar cada emisión local de bonos y evaluar en qué caso puede ser necesario pasar por el Congreso para reprogramar pagos. 

El senador José Mayans, que preside la comisión de deuda que esperaba a Lacunza el miércoles, pensaba recordarle que la ley de administración financiera le permite renegociar deuda si consigue mejores condiciones para el país. Para el Gobierno, el artículo que lo determina es anacrónico para el sistema financiero del siglo 21. 

Iba a ser la pregunta más cómoda para el ministro. Ya había preparadas consultas sobre las emisiones de deuda de todo el gobierno de Macri y hasta algunas dudas sobre sus sus road show en Wall Street como ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires. Monzó y Pichetto tuvieron los reflejos para evitarle ese mal momento.

Pinedo y Schiavoni.  

Cerca del rionegrino podría retomar sus contactos con los gobernadores para sondear si hay chances de avanzar con una ley, pero se chocará con varios reclamos difíciles, como el de tratar el proyecto  para compensar a las provincias con 40 mil millones de pesos por la merma de la coparticipación, producto de la baja de IVA a alimentos básicos. ¿Cómo evitar que impongan el tema en un temario de comisión como condición? 

Además, los gobernadores están molestos porque perdieron sus títulos púbicos defaulteados la semana pasada por DNU y  deberían ser salvados en cualquier ley que debatan sus legisladores. Algunos senadores quieren escuchar al presidente del Banco Central, Guido Sandleris, que a casi un mes de asumir no brindó el informe anual de gestión, como lo obliga la Carta Orgánica. Debería explicar cuál es el plan monetario exigido por el FMI  porqué no lo cumplió, como reconoció en la conferencia de prensa de este lunes. 

Pichetto ya habló con Mayans; Pinedo con el jefe K Marcelo Fuentes y Monzó con Rossi. Los diálogos fueron formales y amistosos, pero como no hay proyecto no se llegó muy lejos y sin la letra chica no hubo interés de llamar a Cristina o a Alberto para pedir instrucciones.

En Cambiemos no descartan nada. "El plan es la estabilidad financiera. No estamos pensando en la elección", repiten. Creen que no sirve un DNU, porque los bonistas locales no van a sumarse a una restructuración que pueda caerse en diciembre. Demasiadas dificultades. Y en medio de una campaña electoral.