Transición

Lacunza, el Remes Lenicov de Alberto

El ministro de Macri se convirtió con la instrumentación del cepo en el gran aliado del candidato peronista.

Lo de Macri ha sido tan malo en términos de visión política, que termina su mandato absorbiendo todo el costo de sus malas decisiones, pero al mismo tiempo instrumenta buena parte del inevitable trabajo sucio que permitirá a su adversario tener un inicio de gobierno mucho menos complejo de lo que se veía venir.

El regreso del cepo, de los controles de capitales, de la obligación a los cerealeros de liquidar en tiempos perentorios, es un combo de matriz kirchnerista que ahora Alberto recibirá con los brazos abiertos, pero al mismo tiempo libre como para lamentar la maldita herencia recibida.

El timming del Gobierno ha sido tan desastrozo que puso el cepo luego de defaultear su propia deuda en pesos. Era una cosa o la otra. Es más, la situación es tan ridícula que ahora con la ventanilla de venta de dólares obturada, en unos días o semanas el Gobierno podría pagar la deuda defaulteada, ya que no corre el riesgo que esos pesos se vayan a dólares. De hecho, lo están analizando.

El primer efecto posible de estas medidas será el regreso del desdoblamiento cambiario como en las buenas épocas de Cristina. Los que quieran comprar más que los 10 mil dólares por mes autorizados deberán ir al blue o al contado con liqui a lo que valga.

Otra consecuencia posible es que baje la tasa, ya que de nuevo, no es necesario incentivar mecanismos alternativos a la compra de dólares, porque esta está parcialmente prohibida.

"En unas semanas cuando pase el pánico inicial no sería extraño que veamos al Banco Central recomponiendo reservas, ya que los exportadores estarán obligados a vender y las entidades y empresas que compraron para atesorar, van a tener que liquidar para seguir operando", afirmó a LPO un experimentado operador.

¿Entonces porque no lo hicieron antes? Porque Macri quedó preso de un dogmatismo o vanidad ideológica que le hizo creer que el libremercado iba a prevalecer más allá de la estructura histórica y sociológica de la Argentina, un país bimonetario o si se quiere un país dolarizado, pero sin los dólares suficientes. Un país en el que la moneda local no tiene valor y los dólares no alcanzan para todos. Un país-cepo. Es posible afirmar con el diario del lunes que el día que levantó el cepo sin red, Macri firmó su condena. Lo mató el optimismo.

¿Lacunza tomó todas estas medidas porque no le quedaba otra o es parte de un pacto de transición con Alberto Fernández? La pregunta no tiene importancia, lo central es que en los hechos le desbroza el camino. Con estas medidas el Central le pone un freno al proceso de pérdida de reservas en el mediano plazo, que es lo que le exigía el candidato peronista, que tras su incendiaria entrevista con el Wall Street Journal, logró poner a Macri de rodillas.

Alberto va a recibir así un país con reservas, el problema del dólar "resuelto" con el cepo, un déficit primario en torno al 1% del PBI y la deuda a punto caramelo para patear los vencimientos del 2020 y 2021. Además, el valor de las compañías en un piso irreal: Por poner un ejemplo, hoy YPF vale USD 3.400 millones y tiene en depósitos en el exterior USD 2.200 millones. Tiene todo dado para rebotar, con sólo aplicarle a la situación actual un poco más de conducción política y bastante menos de capricho.