Elecciones 2019

Cristina pidió que "nunca más" vuelva el neoliberalismo y dijo que Macri es "mal ser humano"

La senadora presentó su libro en La Plata y le pegó al presidente por enojarse con los votantes. "Tener los medios de socios les hizo mal. Se creyeron su microclima".

Cristina Kirchner reapareció tras el triunfo de su fórmula presidencial en las primarias y le castigó duro y parejo a Mauricio Macri hasta llamarlo "mal ser humano" por aquella conferencia de prensa posterior a su derrota, en la que culpó a los votantes por la devaluación y luego tuvo que disculpase.  Y dijo que su etapa en la política argentina "ya está" pero aceptó ser vice de Alberto Fernández para que "no vuelva el neoliberalismo". 

Fue en el auditórium de la Facultad de Periodismo de La Plata, donde retomó las presentaciones de su libro "Sinceramente", en un acto organizado por la ex decana y candidata a intendente Florencia Saintout, con miles de militantes en las inmediaciones siguiendo sus palabras por una pantalla gigante. 

Al final de la tarde salió a saludarlos y ofició de presentadora del candidato a gobernador Axel Kicillof, quien pidió no relajarse y "sumar más argentinos en octubre". Entre la multitud flameaba una bandera con la leyenda "Ofelia presente. Los triperonistas", en referencia a la madre de la ex presidenta, fallecida en abril e histórica socia de Gimnasia y Esgrima, cuyo estadio se ubica a pocas cuadras del predio. 

Cristina contuvo el llanto al empezar y al terminar el evento y debió contenerla el moderador Marcelo Figueras. Al inicio casi se quiebra al hablar de su ciudad natal: "Me recuerda a gente que ya no está", llegó a decir y pidió cambiar de tema. 

Y casi una hora después interrumpió el acto ni bien empezó a referirse a su hija, internada en Cuba desde marzo víctima de una linfodema, una enfermedad que en el libro adjudicó a las secuelas de su procesamiento judicial en causas que investigan una asociación ilícita familiar mediante una cadena de hoteles. 

"La persecusión mediática y judicial devastó su cuerpo y sus emociones", citó una frase de la primera página del libro Figueras ."Lo de Florencia es una cosa muy dura. Ya no está él, que era su padre, y yo me siento responsable", reconoció Cristina mientras se quedaba sin voz.  

Con ocasionales citas al libro, menos que en otras presentaciones, la ex presidente centró su discurso en confrontar con Macri y su decisión de responsabilizarla junto a Alberto por la crisis financiera de estos días. Y dijo tener una sensación "ambivalente", por su triunfo. 

"El resultado de lo que está pasando en la economía y de las pasó es el resultado de la política de 2015", dijo Cristina en La Plata, donde salió a saludar a una multitud junto a Kicillof. 

"Hay una alegría por poder concretar la esperanza de tanta gente, pero al mismo tiempo, recuerdo que fueron 12 años de pagar y pagar. Pagamos el corralito con el Boden 2012, Néstor pagó, el pueblo pagó y ahora estamos acá. Dejamos un país encaminado. Y en apenas tres años y pico volver a que todo este peor, casi inmanejable".

Recordó la cancelación de la deuda con el FMI en 2006 después de ser acreedor desde 1957 y la comparó con la presión del organismo en estos días por garantizarse la devolución de 57 mil millones de dólares. "Nos la pasamos pagando la deuda de otros y las actuales autoridades dicen que es por los populistas que vienen".

"El resultado de lo que está pasando en la economía y de las Paso (primarias), es el resultado de la política de 2015. Cuando Néstor fue derrotado en 2009 con un candidato de papel (Francisco De Narváez), al otro día salió a construir sin echarle culpas a nadie. Y menos agarrarsela con la gente. No sé nos ocurrió decir 'lo votaste a fulanito ahora vas a ver'.  Esas cosas no se le hacen a la sociedad, no es de buen ser humano, más allá de buen dirigente o mal Presidente. Es de mal ser humano hacer esas cosas".

Para los libros de historia, contó que en 2015 Daniel Scioli reconoció la derrota temprano porque le habían informado que caería por más de 10 puntos, pero luego perdió por uno y medio. "¿Alguno lo escuchó decir que hubo fraude?", se preguntó, en alusión a las denuncias de Elisa Carrió las últimas semanas.

La escuchaban en primera fila Kicillof, Magario, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la referente de Madres de Plaza de Mayo, Herenia Sánchez Viamonte, y los ex funcionarios Carlos Parrilli y Carlos "Cuto" Moreno. Y Alejandro Sabella, ex director técnico de Estudiantes y de la selección argentina en el mundial de 2014.

También estuvieron los candidatos a intendente peronistas de la región Fabián Cagliardi (Berisso) y Mario Secco (Ensenada) y quienes enfrentaron a Saintout en la contienda platense: Guillermo Escudero, Federico Martelli, Luis Arias y Victoria Tolosa Paz. 

El resto del auditórum lo ocupaban diputados nacionales (Fernanda Raverta, Horacio Pietragalla y Victoria Donda), dirigencia local y militancia cuidadosamente seleccionada. 

La presentación siguió con burlas de Figueras a Macri por sus últimos actos de campaña ("Escuché hablar de la incidencia de los combustibles en el precio del limón, llorar por la hada virginal -por María Eugenia Vidal-, y decir 'no se inunda más carajo'", ironizó) y un recuerdo de Cristina a su pelea con la prensa durante su presidencia. "Con Néstor eran un poquito más buenos", diferenció en voz baja.

"Nos hizo mal a nosotros. Nos obligó a redoblar. Teníamos un tono de crispación que no era bueno", reconoció, pero consideró que a Macri le hizo peor tener a los medios de su lado. "Si no ponías C5N o comprabas Página 12 estaba todo bien. Esto genera un microclima, pensaron que les servía y los terminó perjudicando. (Los medios) para el sistema democrático creo que deberían funcionar como periodismo y medio de comunicación: ni guerra como nos hicieron, ni socios como con este Gobierno". 

"Una cosa es representar los intereses de un sector, que está bien, y otra es mentir. Todo eso les generó una confianza de que estaban cerca del triunfo. Pero si tuviera que elegir, prefiero como fueron con nosotros, porque nos obligaron a ser mejores de lo que podíamos". 

El resto de la presentación fue dedicada a describir la delicada situación económica y, a tono de reivindicación, adjudicarse haber advertido en aquel acto de 2016 en Comodoro Py y en la campaña de 2017 que la oposición se uniría para impedir la reelección de Macri. "Hay productos que están al doble de precio de una cuadra a la otra", se alarmó, detallando un escenario de hiperinflación que muchos analistas creen que aún está por venir. 

"Los primeros 120 días tomaron las medidas que se fueron repitiendo en esos tres años y medio. El entonces ministro de Economía (Alfonso Prat Gay) dijo que la devaluación no se iba a trasladar a los precios porque ya tenían el valor del dólar blue. Eso lo dice alguien que no entiende nada de la economía bimonetaria que tenemos los argentinos", explicó.

"Empezaron con la aumento de tarifas, apertura de la cuenta capital a morir. En enero de 2016 las tasas estaban a 42 por ciento. Y luego la persecución. En todo proceso de esta naturaleza es necesario disciplinar". Aclaró que Macri tuvo muchos socios en el parlamento para tomar medidas, un palo para el compañero de fórmula Miguel Pichetto pero también para varios gobernadores que ahora la respaldan.

Aprovechó además para pedir un acuerdo de todos los sectores de la economía y autocrítica y compromiso a las empresas que "en nuestro gobierno valían mucho más que ahora en la Bolsa de New York", se jactó. En las últimas semanas hubo caídas récord de papeles argentinos en Wall Street.

"Macri hizo lo que cada sector le pidió. Fui durante 12 años a la Bolsa de Comercio y pedían que no haya restricciones a la cuenta capital. Le hicieron caso. Los sectores productivos primarios pedían que no haya retenciones y le dejen liquidar cuando quisieran. Pedían liberar importaciones y lo hicieron. Pero cuando sos presidente no podes hacer todo lo que te piden. Este es un Gobierno empresario", lo definió.

Cristina reconoció luego que no quería ser candidata a vicepresidenta, pero aceptó "como una forma de construir a una nueva mayoría" y casi que se definió a sí misma como parte del pasado. 

"Yo, ya está. Ahora es lo que viene. Y todos tenemos que saber qué lugar ocupamos para ayudar a cambiar esto. Y que no sea el péndulo permanente. Espero que estas recetas neoliberales que nos metieron en la cabeza no vuelvan nunca más. Intentemos tener un proyecto de país que sea perdurable y viable. Me parece que es lo importante", cerró y se ganó los aplausos. De adentro y de afuera.