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Fernández y un nuevo eje progresista regional

El el giro a la derecha de los últimos años parece revertirse con el regreso del peronismo al poder. Es probable que esto contribuya a la conformación de un eje entre Argentina, México, Bolivia y Uruguay

Bolsonaro tiene el índice de aprobación más bajo para un presidente brasileño en ejercicio desde el retorno a la democracia en 1985. Mientras que el futuro del Mercosur tras el anuncio del tratado de libre comercio con la Unión Europea, actualmente no se encuentra muy claro. Brasilia asumió la presidencia del bloque tras la cumbre en Santa Fe de julio pasado. Paulo Guedues, Ministro de Economía brasileño, ha expresado en numerosas ocasiones la necesidad de actualizar el Arancel Externo Común del Mercosur entre otras reformas tendientes a la "flexibilización".

El Mercosur parece estar en jaque tras las anunciadas reformas de Bolsonaro, pero también tras la victoria en las PASO del candidato peronista Alberto Fernández, algo que el brasileño ve con muy malos ojos. Las declaraciones cruzadas entre ambos tras la victoria aplastante del argentino, donde Bolsonaro aseguró que podría haber un éxodo masivo de argentinos a Brasil similar al que vive Venezuela desde hace algunos años, a lo que Fernández respondió acusando al presidente brasileño de ser un "misógino, racista y violento", fueron vistas con preocupación dentro de la región.

 El Mercosur parece estar en jaque tras las anunciadas reformas de Bolsonaro, pero también tras la victoria en las PASO del candidato peronista Alberto Fernández, algo que el brasileño ve con muy malos ojos.

Bolsonaro es consciente del apoyo recíproco entre Fernández, el peronismo argentino, Lula y el Partido de los Trabajadores. El líder brasileño sigue preso, en un juicio que, como se ha descubierto gracias a las escuchas filtradas por el medio The Intercept, estuvo plagado de irregularidades. El ex presidente publicó un tweet felicitando a Fernández tras su victoria en las PASO. El argentino había visitado a Lula en prisión durante la campaña, algo que cayó muy mal en Bolsonaro y su entorno.

Fernández le exigió al mandatario vecino "que deje libre a Lula". Estos enfrentamientos, inéditos para la historia de ambos países, al menos de manera pública, generaron un terremoto político en la región. Es probable que en un hipotético gobierno de Férnandez, decida apoyarse mucho más en una unión comercial con la Bolivia de Evo Morales, mientras que Bolsonaro haría lo propio con el Chile de Sebastián Piñera. No obstante, el ganador de las PASO aseguró que "Con Brasil nos vamos a llevar espléndido. Brasil va a ser siempre nuestro principal socio. Bolsonaro es una coyuntura en la vida de Brasil como Macri es una coyuntura en la vida de Argentina".

El comercio bilateral entre Argentina y Brasil durante 2018 fue de 26.000 millones de dólares. Por lo que más allá del Mercosur, la relación bilateral es clave para ambos países. Brasil es el primer socio comercial para Argentina, mientras que el país se ubica tercero en orden de prioridades comerciales para Brasil. El presidente de la Cámara de Diputados del país carioca, Rodrigo Maia, salió a bajarle el tono a las palabras de Bolsonaro. El diputado es un aliado estratégico del presidente, sin embargo, en los últimos meses, las tensiones entre ambos fueron volviéndose cada vez más públicas. Especialmente cuando fueron detenidos por corrupción Michel Temer, y su ex ministro Wellington Moreira Franco, suegro del diputado demócrata.

Maia nuevamente aprovechó esta oportunidad para diferenciarse, declarando a O Globo que "el Mercosur es el mayor de los gobiernos, ratificando que los vaivenes políticos no afectarán las relaciones entre los Estados. El gobernador de San Pablo, Jorge Doria, también se diferenció del presidente: "hay que tratar con respeto el resultado sea el que sea. No podemos hacer una evaluación ideológica".

Lo cierto es que ni la relación bilateral con Brasil ni el futuro del Mercosur corres absolutamente ningún peligro bajo una futura presidencia de Alberto Fernández. La dependencia económica recíproca es tan grande que nadie deja de ser consciente de la vital importancia que tiene la relación comercial para ambos países.

Lo cierto es que más allá de las claras simpatías de Bolsonaro por Macri, ni la relación bilateral con Brasil ni el futuro del Mercosur corres absolutamente ningún peligro bajo una futura presidencia de Alberto Fernández. La dependencia económica recíproca es tan grande que más allá de los cambios de color político, nadie deja de ser consciente de la vital importancia que tiene la relación comercial para ambos países 

A pesar de lo que se repite hasta el cansancio por muchos medios cercanos al gobierno actual, tampoco hay riesgo alguno de un supuesto "escenario a la venezolana" en Argentina. La revista Forbes, icono del establishment económico mundial, publicó recientemente una columna donde niega de cuajo esta posibilidad. En el artículo, se lee: "El peronismo gana, pero Argentina no se convertirá en Venezuela (...) Así como Argentina no se convirtió en Escandinavia durante estos cuatro años de Macri, tampoco se convertirá en Venezuela con el nuevo gobierno".

La región se encuentra con un panorama extremadamente complejo. Tras el giro a la derecha de los últimos años, esta tendencia parece revertirse con el regreso del peronismo al poder en la Argentina. Es probable que esto contribuya a la conformación de un eje progresista entre el país, México, Bolivia y Uruguay. En ambos Estados hay comicios este año, y pocas cosas parecen suponer que ni Evo Morales ni el Frente Amplio puedan perder el gobierno. El contrapeso ideológico a lo que representan Bolsonaro en Brasil, Piñera en Chile, o Lenin Moreno en Ecuador, servirá para convertir a la región en un lugar más plural. Donde tengan cada vez menos lugar los dirigentes políticos que basen su construcción a partir del odio, la exclusión, el racismo o la violencia.