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En el mercado preocupa lo que dijo Alberto, pero festejan que aparezca desesperado

En Wall Street interpretan que la exuberancia de las últimas propuestas del peronista anticipa un triunfo de Macri.

Las polémicas declaraciones de Alberto Fernández tuvieron una inmediata repercusión en el mercado. Tras haber sostenido que "dejará de pagar los intereses de las Leliq", el dólar subió otros cuarenta centavos, quedando a las puertas de perforar los $45.

A su vez, los ADRs de las principales firmas argentinas que cotizan en Wall Street mostraban cierto retroceso, con algunas ambivalencias. Algunos operadores en Nueva York interpretaron estas subas como un "festejo ante la desesperación de Alberto". "Que tenga que salir con propuestas tan populistas cuando se suponía que era el candidato moderado significa que gana Macri", aseguraron a LPO.

Lo que es seguro, es que la moderación de estos movimientos demuestra que la posibilidad de un "default" estuvo lejos de las consideraciones de la city. El equipo del candidato peronista salió rápidamente a aclarar que su frase hacía referencia solamente a una baja de tasas, aunque muchos en su propio espacio cuestionaron en off the récord la nueva torpeza del candidato a presidente opositor en asuntos económicos, que en este caso dejaba lugar a dudas.

"¿Cómo vas a decir que no pagas las Leliq si atrás están los plazos fijos? ¿Qué estás diciendo? ¿Que no le pagas a los ahorristas?", indicó a este medio un conocido operador de la bolsa. De todos modos, la crítica mayoritaria de analistas financieros y economistas hizo hincapié en las consecuencias de una abrupta baja de tasas y no en un supuesto default.

Alberto dijo que no iba a pagar los intereses de las Leliq y lo acusan de buscar una corrida

"Si hoy bajas la tasa al 30% tendrías un salto en el dólar que te dispararía la inflación y te licuaría el poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones. Las Leliq se pueden solucionar una vez que se despeje la incertidumbre política y se genere credibilidad hacia adelante. A partir de eso, la alta tasa de interés empezaría a bajar paulatinamente y la demanda de dinero podría ir recuperándose", manifestó a LPO el director de Eco Go, Federico Furiase.

Sucede que este polémico instrumento monetario es usado actualmente por el gobierno como ancla cambiaria al dar un incentivo mayúsculo para evitar que los pesos vayan al billete estadounidense y se queden en activos en moneda nacional. Por lo tanto, de no existir este beneficio extraordinario al que apuesta al peso, es probable que estos fondos se trasladen directamente a la divisa.

Lejos de ignorar esto, Fernández destacó en la misma entrevista en El Destape, que cree que el valor del dólar está retrasado y reiteró que es necesaria una corrección. "Nos hacen vivir con un dólar barato, que se fuga permanentemente de la Argentina, y a cambio pagamos tasas exorbitantes que impiden el desarrollo argentino", afirmó.

Pero incluso en el caso de pretender un equilibrio distinto entre dólar y tasa -que corrija el todavía deficitario frente externo y permita un financiamiento más accesible-, sería difícil poder mantenerlo en el tiempo sin un plan consistente que controle la inflación.

El caso Nielsen expone la ausencia de un vocero económico en la campaña de Alberto 

"Si hoy bajas rápido la tasa para mejorar el dólar eso tiene patas cortas, porque la inflación que vas a tener después te va a consumir todo el colchón cambiario y va a complicar la solvencia del sector público, que está en dólares. Una devaluación aumenta el ratio de deuda en dólares y sube el riesgo país", agregó Furiase.

Otro de los motivos que despertó la reacción del mercado fue el confuso método de financiamiento de la promesa de "aumentar las jubilaciones un 20%". Es que los intereses de las Leliq son pagados por el Banco Central. En consecuencia, la afirmación de Alberto confirma de manera implícita que aumentaría la emisión monetaria para que el Central financie al Tesoro.

En este sentido, los economistas del peronismo salieron a aclarar que era "una metáfora para mostrar la locura que significa que con 10 días de Leliq puedas pagar todos los medicamentos", pero que esta medida "no será financiada por el Banco Central".

A su vez, manifestaron que "la economía no aguanta más estas tasas del 60%" y que es necesario reducir los intereses en Leliq para poder usar los recursos con fines productivos y sociales, en el marco de un plan consistente.

"Será algo gradual, no se baja la tasa de un día para el otro. Un nuevo gobierno tendrá la credibilidad suficiente para encarar un programa serio de crecimiento, equilibrio fiscal y externo que permitirá reducir la inflación de la mano de un pacto social donde se conozca el sendero de precios y tarifas y ahí sí poder bajar la tasa", subrayó a este medio el ex titular del Banco Central, Alejandro Vanoli.