Tierra del Fuego

El gobernador electo de Tierra del Fuego quiere privatizar el banco y choca con Bertone

La gobernadora mandó una ley para frenar la privatización que impulsa su sucesor. El Banco del Sol y SanCor seguros interesados.

Gustavo Melella todavía no asumió como gobernador de Tierra del Fuego y ya vislumbra problemas para cumplir una serie de promesas que hizo durante la campaña.

El candidato del radicalismo K tomó un importante compromiso con sectores empresarios que lo apoyaron para que le ganara las elecciones a la gobernadora Rosana Bertone: privatizar el Banco de Tierra del Fuego.

Los principales interesados son el Banco del Sol y el Grupo Sancor, que son los que le financiaron la campaña a Melella.

En la privatización del Banco provincial incluso se interesó el Grupo Petersen de la familia Eskenazi, que controla los bancos de Entre Ríos, Santa Fe, Santa Cruz y la fundación del Banco San Juan.

Pero los Eskenazi ya se habrían bajado del barco luego de que notaran que el futuro gobernador carecería de respaldo político para avanzar con la privatización, para la que necesita los dos tercios de la Legislatura provincial. Para ponerle más trabas a esa privatización, Bertone acordó con Sergio Palazzo, titular de La Bancaria, el envío de un proyecto para derogar algunos artículos de la Ley 478 con la que se dispuso la creación del Banco Tierra del Fuego Sociedad Anónima. Con esos artículos se había dejado abierta la posibilidad de incorporar a inversores privados como accionistas del banco.

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Melella hizo otras tres grandes promesas que ya empezó a amortiguar, a sabiendas de que difícilmente consiga los fondos para llevarlas a cabo. En primer lugar prometió el 82% móvil de las jubilaciones; también prometió paritarias libres y derogar las leyes que sacó Bertone de equilibrio fiscal, que le valieron la derrota a la actual gobernadora por el ajuste que debió hacer en las cuentas públicas. Pero ahora Melella comenzó a relativizar esas promesas y dice que hay que analizar la viabilidad de cada proyecto.

El futuro gobernador tendrá otro problema: no controlará las dos ciudades más importantes de la provincia. La Cámpora le ganó en Ushuaia y en su propia ciudad, Río Grande. Pese al acercamiento circunstancial de Melella a sectores del kirchnerismo -Cristina mide 60 puntos en la provincia-, La Cámpora jugó con Bertone y lo considera un potencial aliado de Macri. De hecho en los últimos días desde Juntos por el Cambio le dieron difusión a un spot del propio Melella en el que decía "Podés elegir al presidente que quieras". El sucesor de Bertone debió sacarse rápidamente una foto con Alberto Fernández para tapar esa avivada.