Senado

Pichetto dejó su banca vacía, en la primera sesión con otro jefe en el PJ

Se quedó de campaña en Santa Fe. Protestas por la reducción de pasajes, reclamos de vacunas y otra pelea entre verdes y celestes, escenas del Senado preelectoral.

Federico Pinedo imitó a Emilio Monzó y pidió un aplauso para el senador peronista Omar Perotti, electo gobernador de Santa Fe. Mientras estallaban las palmas, práctica vedada en la Cámara alta, sus colegas no advertían que, casualidad o no, estaba sentado en la banca que en los últimos 17 años ocupó Miguel Pichetto.

No fue el único: un rato más tarde, probó el asiento el peronista fueguino Julio Catalán Magni y lo siguieron varios de sus pares. Sabían que el compañero de fórmula de Mauricio Macri no llegaría: el martes le había avisado a Carlos Caserio, su sustituto, que faltaría a la primera sesión desde que pegó el salto al oficialismo.

Tampoco asistió Carlos Espínola, el único de sus ex dirigidos que lo acompañó a reunirse con Rogelio Frigerio tras su conversión. Y no estuvo Rodolfo Urtubey, que sigue el PJ, aun cuando se iban a aprobar pliegos y él preside la Comisión de Acuerdos.

El recinto no se abría desde el 22 de mayo, cuando Pichetto cristalizó su ruptura, ya definitiva, con sus aún compañeros, que en una reunión de bloque le había impedido aprobar más de 60 pliegos judiciales.

Fue unos días después de anunciarse la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, apoyada luego por gobernadores peronistas. Pero el ex jefe de Gabinete no logró juntar en un interbloque a los ex despechados por el rionegrino y Cristina Kirchner y, en la primera sesión en campaña electoral, se diferenciaron al votar 14 jueces junto a Cambiemos.

Pichetto avisó ayer que no estaría en la primer sesión sin ser jefe del PJ. La pelea entre verdes y celestes retoma por la defensora del niño. 

No fue el único dato de color: la sesión empezó con varias cuestiones de privilegio, entre ellas las de Norma Durango, senadora de La Pampa y presidenta de la Banca de la Mujer, que pidió tratar el pliego de Marisa Graham como defensora del niño, aprobada en Diputados en medio de otra pelea entre verdes y celestes.

La senadora Norma Durango.

Es que después de obtener dictamen de la bicameral Graham no tuvo mejor idea que avalar el aborto legal y reabrir la polémica. La senadora salteña María Fiore Viñuales, emblema del rechazo a la IVE el año pasado, cuestionó el apuro de Durango y anticipó una batalla que el Gobierno no quiere dar. Aun así, la UCR anticipó que el compromiso de retomar el tema para la próxima sesión está vigente.

Con tanto tiempo de espera y elecciones provinciales en el camino hubo datos curiosos. Golpeado por el tercer puesto en San Luis, Adolfo Rodríguez Saá volvió de su licencia trimestral con goce de sueldo y casi ni miró a su coterránea María Eugenia Catalfamo, cercana a su hermano Alberto, el gobernador, ambos con mucha empatía con el kirchnerismo.

Pinedo llamó a votar la licencia retroactiva, entre el 20 de junio y el 3 de julio, para los tucumanos José Alperovich y Beatriz Mirkin, derrotados en los comicios locales del 9 de junio. Sus colegas se la concedieron, también con goce de sueldo, sin interesarse demasiado sobre qué ocupaciones tuvieron aquellos días de cierre de listas.

No apareció Gabriela Michetti, que abandonará la presidencia del Senado en diciembre, y ni bien lo supo firmó un decreto para impedir el canje de pasajes por dinero, un uso y costumbre habitual sobre todo para los que viven más cerca.

El formoseño José Mayans no se la dejó pasar y pidió una cuestión de privilegio para cuestionar la decisión de la vice ausente. "Yo nunca canjeé ninguno", aseguró y calculó que una sola comitiva presidencial ya se lleva todo el presupuesto de viáticos del Congreso.

Nadie había vuelto a hablar del tema hasta el final de la sesión, cuando el salteño Juan Carlos Romero, flamante candidato a la reelección logró aprobar sobre tablas un proyecto de resolución para que Michetti informe cuánto es el monto estimado a ahorrar por la disminución en la autorización de pasajes y viáticos por viajes al exterior, en relación al período 2018.

Hubo otra miscelana: la rionegrina progresista Magdalena Odarda, aliada peronista en la derrota de este año, levantó la voz contra Oscar Aguad por haber ninguneado el levantamiento carapintada. Nadie le respondió.

Hubo muchas ausencias en todas las bancadas y los jefes de bloque necesitaban correr a los senadores por los pasillos para que no dejaran la sesión sin quórum. 

Ajeno a la coyuntura política, llegó público para celebrar la aprobación de la ley de presupuestos ambientales mínimos, presentada por dos senadores que también dieron un salto en el cierre de listas: Fernando "Pino" Solanas, primer candidato a diputado por el kirchnerismo porteño; y la neuquina Lucila Crexell, que abandonó el MPN para buscar la reelección con Juntos por el Cambio. Arrastraban una causa común juntos. Tal vez la última.