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Sale a la Bolsa la primera tecnológica del Merval

B-Gaming, de la familia Tabanelli, se dedica a la provisión de servicios de tecnología para loterías y también al pago de impuestos municipales.

B-Gaming, una empresa argentina de servicios tecnológicos, decidió salir a cotizar en bolsa y pasar a cotizar en el Merval. A contramano de la mayoría de las compañías que en estos momentos de volatilidad prefieren la cautela, esta empresa de la familia Tabanelli apuesta a la Bolsa para fondearse como parte de su estrategia de crecimiento.

Así, a partir del próximo 10 de junio comenzará la pasará a ser la primera empresa tecnológica en cotizar en el Merval. Hasta el 21 de estará abierta la primera colocación por oferta pública por hasta 4 millones de acciones escriturales de $1 de valor nominal y con un voto por acción. Euro Bursátil es el agente colocador de la oferta pública.

La empresa se dedica a la captura y procesamiento de datos, como pagos de tributos, tarifas o apuestas. Cuenta con una red de 15.000 terminales en todo el país contectadas en línea y en tiempo real.

Actualmente, se centra en la gestión del sistema de loterías, procesamiento de apuestas y opera para las empresas de juegos de azar del Grupo Boldt aunque no pertenece al grupo. Además, desarrolla sistemas de pagos de impuestos y cobranzas para municipios sobre su plataforma de transacciones en línea. Y tiene operaciones en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Formosa y Misiones.

En la empresa confían en que por tratarse de una firma tecnológica no correrán la misma suerte de las demás compañías del Merval cuyas cotizaciones vienen sometidas a gran volatilidad y conseguirán así capital con el que poder ampliar sus operaciones al extranjero.

Ya en 2012, la firma Boldt Gaming -antigua nombre comercial de la compañía- había estado listada en el panel general del Merval, pero sin las ventajas de la capitalización de una oferta pública inicial, la empresa fue deslistada.

La salida del panel general coincidió con el conflicto entre Boldt y The Old Fund, la firma vinculada a Amado Boudou, por la compra de Ciccone calcográfica. Y de esta forma, la empresa quedó a resguardo de los alcances de esa disputa.