Finanzas

Uber responsabilizó a Morgan Stanley por el fracaso de su salida a la bolsa

Las acciones de la compañía cayeron más del 17% desde que comenzaron a cotizar en Wall Street el pasado viernes.

Uber responsabilizó a Morgan Stanley por el fracaso que resultó su salida a la bolsa, en donde sus acciones cayeron más del 7% en su primer día de cotización y otro 10% ayer. La banca norteamericana había ofrecido a sus inversores comprar acciones de la compañía por 48,7 dólares y llegó a valuar la empresa en 120 mil millones de dólares.

El pasado viernes la valuación inicial de la empresa era de 82,4 mil millones de dólares, pero tan solo dos horas después las acciones habían perdido el 6,6%. Los 45 dólares fijados inicialmente fueron una valuación bastante prudente: en 2018 los especialistas hablaban de 120 mil millones de dólares pero la semana pasada esa cifra había se había desfinflado a 90 mil millones de dólares.

Morgan Stanley le había ofrecido a sus principales clientes comprar acciones de Uber a 48,7 dólares pero ponía como condición una inversión mínima de 250 mil dólares. El contrato además obligaba a los compradores a conservar los títulos al menos por 180 días.

Esas ventas le proporcionaron a los ejecutivos de Morgan Stanley grandes comisiones a pesar de que sus clientes terminarán acumulando pérdidas: la acción de Uber cotizaba ayer a 37,1 dólares.

¿Por qué tanta diferencia entre la valuación de la compañía y las cifras que se movieron en Wall Street? Según El País, Uber "tiene un modelo de negocio cada vez más caro y un crecimiento que se desacelera. Todavía mantiene pulsos regulatorios en muchos países y conflictos por su modelo laboral".

LPO publicó la semana pasada que Uber perdió el año pasado casi 3 mil millones de dólares y ya tiene graves dificultades en varias ciudades del mundo. Las grandes urbes comenzaron a restringir su servicio para disminuir los embotellamientos y la compañía bajó su facturación el 1% en el primer trimestre de 2018 respecto al año anterior. De todas formas en la empresa aseguraron que ya habían colocado la totalidad de las acciones.

Cómo publicó LPO Nueva York, Londres y varias ciudades de España impusieron fuertes regulaciones al servicio. Cuestionamientos a las condiciones laborales y salariales y hasta de planificación de tránsito llevaron a limitaciones a la cantidad de licencias en los últimos meses. Si bien las regulaciones son menores en EEUU y Canadá en Europa e incluso Latinoamérica existen cada vez más trabas al sistema.

En Nueva York además Uber debió cubrir el salario mínimo neoyorquino para los choferes, que es de 13 dólares por hora. Justamente el salario de los conductores es uno de los cargos que la empresa ve como un obstáculo en el crecimiento.

En EEUU diversas empresas comenzaron a experimentar con vehículos autónomos pero las alarmas se encendieron cuando uno de esos coches atropelló y mató a una persona en Arizona un año atrás.