Guerra Comercial

No hubo acuerdo con China y Trump confirmó que mantendrá los aranceles

La ronda de negociaciones en Washington concluyó sin avances. A pesar de que ambas partes se mostraron abiertas a continuar el diálogo, se espera una inminente respuesta de Beijing.

Finalmente las estimaciones del mercado no se cumplieron. La ronda de negociaciones en Washington concluyó sin lograr avances significativos que permitan cerrar el tan ansiado acuerdo comercial entre Estados Unidos y China.

Si bien ambas partes se mostraron abiertas a continuar el diálogo y calificaron de "constructivas" las discusiones de las últimas horas, por el momento se mantendrán los nuevos aranceles impositivos que Estados Unidos anunció esta misma semana.

Así lo confirmó el presidente Donald Trump, que en un mensaje extrañamente diplomático respecto al tono que acostumbra, destacó la "fuerte relación" con Xi Jinping y la continuidad de las negociaciones en el futuro, de las que dependerá el mantenimiento o no de las nuevas tarifas.

Esto provocó un nerviosismo automático, ya que se sabe que una escalada de suba de tarifas será muy perjudicial al comercio internacional. Es que, tal como advirtió el vocero del ministerio de Comercio del país asiático, "China no tendrá otra opción que aplicar las necesarias contramedidas".

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"El mercado debería entender cómo funciona esto en vez de pegar estas caídas exageradas. Los aranceles no muestran tener un impacto negativo en la economía. China crece al 6,4% y Estados Unidos al 3,4%, mientras que el resto del mundo tampoco muestra ningún signo de perjudicarse hasta el momento, a pesar de que debería", señaló a LPO el analista financiero Sebastián Maril, de Reaserch for Traders.

La escalada de tensión comenzó este lunes cuando el mandatario republicano anticipó una suba del 10% al 25% en los aranceles hacia productos importados provenientes de China, ya que según él, Beijing quiso rever todos los puntos justo en el momento en que se estaba por anunciar el acuerdo final.

Esto derivó en un repentino viaje de la comitiva china a Washington, donde participó el propio Vice Premier Liu He, quien se reunió con el secretario del Tesoro norteamericano Steven Mnuchin, sin mayores progresos.

Al parecer, Trump decidió no moverse un centímetro en sus pedidos de revertir el déficit comercial, reducir las restricciones de Beijing a la inversión extranjera y renegociar el régimen de propiedad intelectual, a partir del cual denuncia que China piratea patentes estadounidenses.

Durante toda la semana, afirmó sentirse muy cómodo con los importantes recursos que pasarán a recibir las arcas públicas con estas nuevas tasas e incluso manifestó que probablemente sea más beneficioso no tener el acuerdo.

"No hay necesidad de apuro. Los pagos masivos por parte de China en tarifas están yendo directamente al Tesoro de Estados Unidos. China no debería renegociar en el último momento, esto no es la administración Obama", subrayó y en un claro mensaje a los empresarios afectados por estas medidas enfatizó: "hagan sus productos en Estados Unidos y no tendrán tarifas".

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Por otro lado, anticipándose a la probable crisis que tendrán los productores agropecuarios estadounidenses al no poder colocar sus exportaciones en el mercado de la segunda economía mundial, avisó que invertirá 15.000 millones de dólares para comprar este sobre stock, una forma de subsidio indirecto.

"El Estado se hace cargo de la producción garantizando un precio mínimo. El problema es que esto mete muchísimo ruido en el mercado porque los stocks ya están en niveles muy altos, lo que puede tirar los precios todavía más a la baja y que esta caída dure por más tiempo", indicó a este medio el economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA) Ezequiel De Freijo.