ExpoEFI 2019

Roque: "Argentina definitivamente no va a un default"

El ex ministro de Economía debatió junto con Fanelli y Machinea cómo Argentina llegó a la situación actual, con riesgo país en 817 puntos. "Dolarizar no es la solución".

"Un café con experiencia" fue el nombre del panel que reunió a tres economistas fuertes en macroeconomía: los ex ministros José Luis Machinea y Roque Fernández y el profesor José María Fanelli. Entre los tres postularon afirmaciones tajantes sobre la situación actual de la Argentina sobre la cual coincidieron: "No hay un solo problema, hay varios".

"Tasa no mata dólar", "Argentina definitivamente no va a un default", "La deuda es sustentable" y "El problema es que el 50% de la población está entorno a la linea de pobreza", fueron algunas de las aseveraciones de este encuentro en el Séptimo Congreso Económico Argentino (CAE) de la ExpoEFI 2019 en La Rural. Los tres coincidieron en que el país se encuentra nuevamente en un escenario políticamente incierto que promueve la salida de fondos. Sin más hoy el riesgo país y los seguros de default se acercaron a los máximos de la era Macri.

Los seguros contra default se duplicaron en un mes y el riesgo país ya cruza los 800 puntos

Para el ex ministro Roque Fernández, desde los 70' que "los problemas como que se repiten" y se remontó a la crisis de deuda de los años 80' que se originó con el endeudamiento de la Dictadura militar que hizo de Argentina uno de los principales destinatarios de los petrodólares generados tras la conformación de la OPEP y el fin de Bretton Woods, dólares que luego se administraron con la famosa "tablita" de Martínez de Hoz y que "no era muy compatible" con la situación fiscal del país: "Ya en ese entonces teníamos el problema de qué hacíamos con el dólar", dijo.

Los otros grandes deudores de esa oleada de financiamiento barato fueron, casualmente, Brasil y Turquía, recordó Fernández. Hoy las finanzas de ambos países son también de las más endebles del mundo junto con las de Argentina. Y eso que en el medio el mundo pasó por otras olas de liquidez, como la que terminó en la crisis del Tequila y el nacimiento de los bonos Brady.

"Cada vez que vienen esos fondos, se van", sintetizó el ex ministro para referirse a la situación de endeudamiento cíclico y enfatizó que estos excesos de endeudamiento se dan también porque del otro lado hay quien preste ese excedente de dinero.

"A marzo de 2018 estaba todo fantástico y algo ocurrió: Estados Unidos comenzó a subir la tasa y eso se revirtió. Argentina no era una maravilla", aseguró como ejemplo para mostrar que en realidad el acceso al endeudamiento no es la solución a los desequilibrios históricos del país.

"La volatilidad de los fondos agrava los problemas que nosotros ya tenemos", sostuvo el ex ministro al tiempo que enfatizó que "definitivamente Argentina no va a un default". Para él, la experiencia de las últimas cesaciones de pago es suficiente para no ir a un nuevo default: "porque nos muestra que a poco tiempo de defaultear la deuda es mayor. Nos complica el futuro de forma notable", afirmó.

Lo otro que en su opinión puede complicar más el escenario es dolarizar: "Nos pasaría lo que le pasó a algunos países europeos que entraron al euro con sus precios relativos fuera del equilibrio", como fue el caso de Portugal o de España que, por no poder devaluar, tuvieron que atravesar procesos deflacionarios de corrección más lenta y dolorosa.

Por su parte, para el profesor José María Fanelli, tal vez el más optimista de los tres, Argentina no debería estar atravesando esta recesión que se profundizó por haber ido al FMI que siempre da recetas que generan un "overkill" de la economía. Su tesis es simple: "El problema básico es un problema político, un problema de credibilidad. Porque cuando no te creen, no hay apuesta al futuro, no hay inversión. Y sin inversión no hay crecimiento". Precisamente el crecimiento es el insumo básico que el país necesita para poder empezar a hacer ajustes que aceiten los fundamentos del crecimiento y de la generación de empleo.

"Es obvio que el país tiene un gasto público que pesa demasiado", aseguró al tiempo que remarcó que avanzar en más achicamiento del gasto es complejo cuando uno de cada tres argentinos está debajo de la línea de pobreza. "El problema es que el 50% de la población está entorno de la línea de pobreza", agregó.

Y es como la serpiente que se muerde la cola porque "En el sector privado no generamos empleo desde el año 2011. Ni la China autoritaria puede manejar una economía sin creación de empleo", afirmó Fanelli, al tiempo que recordó que los argentinos son dueños de 300.000 millones de dólares que están fuera del país por la falta de confianza y que con ese dinero y con inversión extranjera directa (IED) se puede volver a crecer -más teniendo en cuenta las correcciones hechas en materia de déficit energético y de cuenta corriente- si y solo sí el país avanza en un "acuerdo político básico" que incluya un sendero de reducción de la presión tributaria y de ordenamiento de las cuentas fiscales.

En este diagnóstico fue compartido por ambos exministros. José Luis Machinea, por su parte, coincidió en que la tasa no mata al dólar y además aclaró que "si la tasa no baja, es por la incertidumbre política". Por eso consideró que en este contexto de alta inflación y bajo crecimiento es necesario avanzar en una política que disminuya la aceleración de la inflación con una acuerdo de precios "no a la Moreno que genera escasez, sino a la Krieger Vasena".

En tanto, Fernández agregó que es necesario bajar el costo impositivo del trabajo para promover la inversión.

Finalmente, Machinea adivrtió que no vendrán mejores vientos de cola desde el extranjero para aliviar la situación de Argentina además del escenario de tasas bajas que se prolongó un tiempo más. "Los términos de intercambio no van a mejorar. Para un país cono la Argentina ese mundo alcanza y sobra si hacemos las cosas bien", concluyó.