Colombia

Duque choca con el Congreso y no logra endurecer los acuerdos con las FARC

El presidente de Colombia no logra reformar los Acuerdos de Paz que cuestionó durante la campaña.

A menos de un año de alcanzar el poder en Colombia, Iván Duque comienza a mostrar problemas de liderazgo. En las últimas horas el Congreso le puso freno a los cambios impulsados por el presidente al mecanismo de Justicia que se ocupará de juzgar a los integrantes de las FARC. Pero además, también introdujo cambios a un documento con las bases programáticas de su gobierno que debe pasar por ambas cámaras.

En los primeros meses de su gestión la imagen de Duque repuntó en las encuestas. Un factor que motivó esa popularidad fue su dureza frente al Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras el atentado de esa guerrilla a la Escuela de Cadetes de Bogotá.

Otro hecho que favoreció su imagen internacional fue su rol en el cerco diplomático a Nicolás Maduro. En alianza con Estados Unidos, Duque se convirtió en el ariete contra el régimen venezolano y asomaba como un líder regional.

Pero en los últimos días fueron creciendo las turbulencias y en la oposición ponen en discusión su capacidad de liderazgo. Rodrigo Lara, senador de Cambio Radical habló de una "creciente sensación de desgobierno", una frase fuerte si se tiene en cuenta que esa bancada representa una oposición blanda a Duque.

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Cambio Radical adelantó su negativa a acompañar las objeciones planteadas por Duque a la ley estatutaria de la Justicia Especial para la Paz (JEP) mecanismo de justicia transicional para juzgar los crímenes de guerra. Ahora, la posibilidad de avanzar con esas modificaciones parece naufragar.

Las modificaciones a ese tribunal habían sido una promesa de campaña. A pocos meses de llegar al Palacio de Nariño, Duque mandó a revisar una ley que ya había sido examinada por la Corte de Colombia.

Esos cambios reactivaron el debate sobre los Acuerdos de Paz, un tema espinoso para los colombianos después de medio siglo de violencia, 250.000 muertos y 8 millones de víctimas.

El rechazo de Cambio Radical dejó expuesta la falta de cintura política del presidente colombiano para lograr una coalición sólida que respalde en el Capitolio las reformas prometidas.

Duque perdió al Partido de la U en el Congreso -que en el primer tramo de su gobierno había comprometido su apoyo- y no logra seducir a otros dos sectores que en el nuevo tablero político colombiano se posicionaban como independientes: Partido Liberal y Cambio Radical.

El diario El Espectador dio cuenta de "presiones" a legisladores por parte del gobierno a través de llamadas telefónicas para pedirles que voten en favor de los cambios.

Por estas horas, el gobierno busca convencer a Cambio Radical, un bloque crítico con los acuerdos de paz alcanzados por Juan Manuel Santos. Funcionarios de Duque buscan instalar la idea de que estos cambios son una oportunidad para corregir el texto negociado en La Habana.

Iván Duque y Alvaro Uribe.

Pero los cambios en la Justicia Especial no son el único proyecto de Duque que fracasa en el Parlamento. El Plan Nacional de Desarrollo (PND), un documento con bases programáticas que todos los presidentes entrantes deben enviar al Congreso también entró en una zona pantanosa.

El texto pasó con muchas críticas por las comisiones económicas del Congreso, incluso se eliminaron varios artículos. En los próximos días el oficialismo buscará bajarlo al recinto para aprobarlo en ambas cámaras.

El programa consta de tres partes: la primera incluye los aspectos filosóficos de su programa de gobierno; la segunda son un detalle de las modificaciones a la legislación vigente; y la tercera se focaliza en el plan de inversión y usos de los recursos.

El planteo más duro llega de CedeTrabajo, un centro de estudios enfocado en la producción y el empleo. Desde allí aseguran que Duque busca mantener la puerta abierta a un crédito flexible que el FMI puso a disposición de Colombia por unos 11.400 millones de dólares. La condición para recibir ese crédito sería un paquete de recomendaciones incluidas en el PND.

En esas recomendaciones -siempre según argumentos de Cedetrabajo- resaltan la implementación de medidas de austeridad para bajar el gasto público, la eliminación de subsidios, el reordenamiento del gasto en políticas sociales y una reforma del sistema previsional.

Uno de los bloqueos indígenas que enfrenta Duque.

Otro conflicto del que Duque no logra salir y recibe críticas en el Congreso tiene que ver con un bloqueo indígena en las principales rutas del departamento de Cauca (unos 600 kilómetros al sudoeste de Bogotá).

La ?minga indígena' -una protesta ante los incumplimientos del gobierno a acuerdos pactados con las comunidades- lleva un mes y paralizó toda la región, dejando a varios departamentos desabastecidos. Pero incluso generó fuertes enfrentamientos entre comunidades y la policía con un saldo de tres muertos y decenas de heridos, choques que ya empezaron a trasladarse a las ciudades.

La semana pasada, un grupo de congresistas se le plantaron a Duque frente a la Casa de Nariño para transmitirle el reclamo de sus regiones. Pero el presidente les aseguró que no visitará la zona si antes no levantan los bloqueos.

Mientras tanto, la derecha lo cuestiona por su falta de dureza para manejar el conflicto y le pide que use la fuerza. En tanto, la izquierda lo cuestiona por no sentarse a negociar.

Este sábado asomaron algunos consensos. Los líderes de las protestas permitirán la llegada del presidente a la zona para seguir las negociaciones de fondo. Pero dejaron en claro que ese preacuerdo es temporal.