Crecimiento

Moody's: La región crecerá 1,3% en 2019 a pesar de la recesión de Argentina y Venezuela

México y Brasil representan casi el 60% del Producto Bruto de Latinoamérica. Con menor crecimiento que el año pasado, se confirma el tercer año en expansión.

Moody's Analytics espera que América Latina crezca 1,3% en 2019 de la mano de la inversión y las exportaciones y sin el aporte de Venezuela ni Argentina, los dos países con signo negativo en sus proyecciones de PBI.

De esta forma, este año será el tercero de recuperación económica "tras un pequeño traspié que tuvo que ver con la incertidumbre a nivel internacional por amenazas al comercio global de parte de los Estados Unidos, y el ciclo de recuperación monetaria de la Fed", explicaron los técnicos de Moody's. En 2018, los 33 países que componen Latinoamérica tuvieron un crecimiento del 1%.

Alfredo Coutiño, economista de la calificadora de deuda, explicó en una conferencia online este miércoles que para entender la dinámica de la región basta con estimar con precisión las cinco economías que representan el 80% del Producto Bruto Interno (PBI) latinoamericano. Brasil y México (que aportan casi el 60%), Argentina que aporta otro 10% y Colombia y Chile que aportan el último 10% para llegar a un saber qué ocurrirá con 4 de cada 5 dólares que produzca la región.

No por eso desestimó la relevancia de Centroamérica, que por su vinculación a Estados Unidos desempeña un papel importante "porque es un líder del crecimiento latinoamericano aunque lamentablemente representa un porcentaje muy pequeño del crecimiento de la región".

En tanto Argentina y Venezuela jugarán en contra. Puntualmente Venezuela le costará a la región medio punto de crecimiento al igual que en 2018, precisó Coutiño. En tanto que la economía argentina se contraerá 1,3%, menos que el 2,2% de 2018, no podrá aportar al crecimiento regional pese a que para la segunda mitad del año Moody's calcula que los indicadores de actividad mostrarán signo positivo en su variación interanual. A su vez, para el economista de la calificadora de riesgo, "la posible victoria de una fuerza no del todo convencida de la política monetaria del FMI podría afectar larecuperación que esperamos para fin de año".

Por el contrario, Perú, Colombia y Chile serán los tres países que más traccionen para el crecimiento regional con incrementos de la producción del subcontinente con 3,7%, 3,3% y 3,3% respectivamente. A su vez, Uruguay y Brasil incrementarán su producto en 2% y México solo 1,5%, medio punto menos que en 2018 por el efecto "sextenio" que muestra que cada comienzo de mandato presidencial la economía muestra una desaceleración desde hace ya 30 años debido a la incertidumbre que genera un potencial cambio de rumbo económico. Para Coutiño, es factible que Ururguay se desacelere un poco más -tal vez al 1,8% o al 1,5%- por factores internos; mientras que no se descarta que en Brasil la aceleración pueda ser algo mayor. "Hay algunos pronósticos que incluso anticipan un crecimiento superior al 2% atado al mejoramiento del ambiente de negocios", precisó el especialista.

En cuanto a los "drivers" o causantes, el crecimiento económico estará liderado por el mayor ratio de inversión que en 2019 repuntará por primera vez desde que comenzó a tambalearse en 2009 tras la crisis financiera internacional. Del 22,6% máximo que había llegado a tocar en 2011 en 2018 tocó fondo con solo el 18, 7% del Producto para repuntar al 19,5% en 2019 y así volver a motorizar el crecimiento.

Además de la inversión, las exportaciones serán el otro propulsor del crecimiento regional aunque no se avisora un escenario de mejora inmediato de los precios internacionales de las materias primas.

Es que "Ya no es tan fácil de descartar que la economía global no entre en una recesión", sostuvo el economista Juan Pablo Fuentes en relación al estancamiento que ya se observa en Europa y la desacleración de las economías de los Estados Unidos y de China, que afectará a todo Asia.

En este sentido, el econonomista Jesse Rogers presentó un análisis de los riesgos para la región y destacó que "La recesión en Latinoamérica es más recesiva que para los Estados Unidos porque los gobiernos regionales no cuentan con colchones fiscales con los que ser expansivos". Por el contrario, es muy factible que la las políticas de corto plazo para responder a la fuga de capitales que genere una recesión, como ser un apretón monentario con devaluación -lo que reduce la demanda interna-, además los gobiernos deban incurrir en ajustes fiscales para evitar mayores desequilibrios por la caída de los ingresos corrientes estatales.