"EN IRAN NOS MIRAN CON BENEVOLENCIA"
El Director del Centro de Estudios del Medio Oriente Contemporáneo (Cemoc), Paulo Botta, mantuvo un interesante diálogo desde Córdoba con La Política Online respecto al pedido de extradición por parte del juez Canicoba Corral de ocho funcionarios iraníes por su presunta responsabilidad en el atentado a la AMIA, entre los que hay un ex presidente y un ex embajador.
En este reportaje, Botta explica como han caído las relaciones entre ambos países casi a niveles "nulos" de intercambio, considera que Irán mira con cierta "benevolencia" a la Argentina ya que consideran que las medidas que se toman son por la presión que ejercen Estados Unidos e Israel. Además, apunta que se puede abrir un conflicto con Venezuela por este tema producto de las "contradicciones y las medidas fragmentadas" que se toman en la política exterior argentina.
La Política Online: Lo primero, es conocer su reflexión respecto a como quedarán las relaciones entre Argentina e Irán luego del pedido de extradición por el caso AMIA.
Botta: Hace muy pocos días el secretario de Negocios para América Latina de Irán dio una conferencia en el Centro Islámico y dijo que no se cortarán las relaciones con la Argentina, y que la decisión era mantener al menos una puerta abierta. Por otro lado, hace pocos días la agencia iraní estatal de noticias, IRNA, realizó un análisis especial sobre el caso AMIA en la que refleja esta posición.
La idea que subyace es que la decisión de pedir las extradiciones es de la justicia argentina, que en todo caso el gobierno acatará esa medida, pero este no es un problema del pueblo argentino, es por eso que las relaciones no se quieren cortar.
No obstante esto, hace dos años los niveles de intercambios comerciales y culturales están paralizados completamente, y solo queda una pequeña relación de tipo político. Los problemas no son solo por el caso AMIA, los últimos años fueron muy malos en muchos aspectos.
LP: ¿A que refiere cuando dice que las relaciones comerciales son bajas? Podría hacer una comparación.
Botta: Desde que se pidió la extradición, fue detenido y liberado en 2003 el ex embajador de Irán, Hadi Soleimanpour las relaciones comerciales son nulas. Por darle un ejemplo, en plena crisis argentina, en 2001, aquí en Córdoba se vendió alrededor de 50 a 60 millones de dólares, era un promedio anual, especialmente en soja y aceites. Teníamos un superávit fenomenal, casi no importábamos nosotros desde allí
LP: ¿Es decir que existía una relación importante?
Botta: Efectivamente. Pero como le decía no se va a producir una ruptura definitivamente, ya que ellos consideran - hasta quizá en forma menospreciativa de la autonomía Argentina- que nuestro país sufre la "presión del régimen sionista internacional". Es decir que consideran que Argentina toma estas decisiones presionado por Estados Unidos e Israel, pero que no es una iniciativa nuestra verdaderamente. Tienen una posición hasta de cierta benevolencia sobre nosotros.
Por otro lado, desde 1902 que efectivamente Argentina e Irán tienen relaciones que más allá de los cambios de gobiernos han sido muy interesantes. Es por eso que creo que hasta ahora la estrategia también del presidente Néstor Kirchner ha sido dejar una ventana abierta en las relaciones entre ambos países y no cerrarlo del todo.
Creo, personalmente, que existen elementos muy importantes sobre el Irán en el caso AMIA, pero que estamos sufriendo de un importante vació legal. Están los argumentos, pero lo que falta son las pruebas.
LP: ¿Y que pasará con Venezuela, aliado estratégico de Irán?
Botta: Esa es una muy buena pregunta y creo que eso refleja las contradicciones de este gobierno. Argentina comunicó en forma privada, -esto trascendió al menos-, que la relación con Hugo Chávez no cambiará más allá de este tema puntual, y que seguirán manteniendo una relación de privilegio. Sin embargo, lo que queda por verse es si Chávez tolerará este quiebre de la relación entre Argentina y un país aliado como lo es Irán en este tiempo.
Este es un tema espinoso y aquí se abre una grieta evidente que revela la falta hace muchas décadas en el país de una verdadera estrategia en política internacional, y como la toma de decisiones se da en forma fragmentada sin una articulación real y homogénea.